Elaboracion De Un Proyecto

INTRODUCCIÓN

Actualmente son innumerables las organizaciones sociales que buscan acceder a recursos privados y públicos que les permitan implementar acciones tan variadas como construir una plaza, mejorar una multicancha, pavimentar una calle, instalar postación eléctrica, realizar un paseo, implementar una biblioteca. Todas iniciativas que buscan mejorar la calidad de vida de la comunidad y la de quienes en ella se desenvuelven.

Organizaciones tales como Juntas de Vecinos, Comités de Adelanto, grupos juveniles, centros de madres, clubes de adulto mayor, etc. tienen claramente la necesidad de contar con una persona que les apoye y asesore en la formulación de proyectos que permitan acceder a esos recursos.

El formulador de proyectos sociales es la persona capacitada para entregar la asesoría y apoyo que permita concretar la idea de la organización, poniendo a disposición su capacidad creativa, su experiencia y el conocimiento de la información existente. Siendo los recursos menores que las demandas, es el formulador de proyectos sociales quien hace la diferencia entre lograr ejecutar un proyecto y no hacerlo. Les invito a participar en este curso que les entregará las herramientas básicas para apoyar el desarrollo social de las personas y las comunidades.

Concepto

Dentro del proceso de planificación, el concepto “proyecto” tiene un significado que puede ser definido como: “el conjunto de actividades diseñadas, para lograr un fin determinado”. En este sentido, el proyecto es un proceso que tiene principio y término.

Existen dos ideas fundamentales en el proceso de formulación y ejecución de proyectos.

• Primero: Una planeación apropiada empieza con la gente

• Segundo: Continúa durante la vida del proyecto

Pero, ¿Cómo podemos poner estas dos ideas en la práctica? y ¿Cómo podemos asegurar que la formulación y ejecución del proyecto no degenerará en un campo de batalla desordenado, en donde cada persona está planteando necesidades sentidas diferentes e igualmente están difiriendo en su priorización?

Estos son los tipos de preguntas que todos enfrentamos antes de iniciar el proceso de formulación de un proyecto, trataremos de proveer una guía general sobre cómo evitar estos problemas mediante el uso de los pasos básicos de la formulación de proyectos, estos son:

• La identificación de necesidades y la selección de una prioridad

• El establecimiento de objetivos

• La elaboración de un plan de trabajo

• El análisis de los recursos necesarios

• La ejecución del proyecto

• La evaluación del proyecto

La Identificación de Necesidades y la Selección de una Prioridad

En el pasado, el método predominante para la identificación de necesidades en comunidades específicas fue el uso de entrevistas y encuestas. Mientras se discute que estos dos métodos de alguna manera son de un valor limitado, dado que las únicas necesidades que ayudan a identificar son las necesidades sentidas y expresadas; de ninguna manera ayudan a identificar necesidades que son sentidas pero no expresadas por la comunidad, ni tampoco ayudan a crear conciencia entre la comunidad sobre las necesidades no sentidas.

SI UN PROYECTO NO PRESENTA LOS DESEOS Y NECESIDADES DE LA GENTE A QUIENES ESTÁ DIRIGIDO, Y NO LOS INCLUYE DESDE UN PRINCIPIO, NO TIENE RAZÓN DE SER

La experiencia demuestra que la mejor manera de fomentar la participación activa en el proceso de identificación de necesidades es promover la realización de reuniones en las cuales se puedan discutir las necesidades sentidas por la comunidad y las necesidades reconocidas por la institución. El trabajo en grupo facilita a los individuos:

• Conocerse mejor unos a otros

• Hablar de su situación y discutir sobre los problemas de la comunidad

• Discutir lo que pueden hacer juntos

• Ponerse de acuerdo sobre lo que quieren hacer y lograr

Es posible que la formulación de un proyecto sea apropiada, flexible y sensible a las necesidades humanas cuando tiene lugar en grupos suficientemente pequeños como para que todos se conozcan unos a otros.

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Páginas: 1 2 3 4 5 Evaluación etapa 1

Una estrategia para realizar reuniones que posibiliten la participación de todos es la de propiciar la conformación de pequeños grupos, por calles, cuadras o barrios.

Antes de la reunión es bueno visitar a algunas personas para preguntarles cuáles creen que son sus mayores problemas y necesidades. Después se diseña una serie de tarjetas grandes, cada una señalando una necesidad específica de las que la gente ha mencionado.

Ya en la reunión, se motiva a la gente a pensar en sus problemas más recientes y a hablar sobre estos; una persona puede ir anotando cada necesidad en una pizarra o papelógrafo.

Cuando todos los participantes han expresado sus necesidades, se trabaja con la serie de tarjetas elaboradas previamente; entonces se observa cuáles de las necesidades mencionadas ya están registradas, cuáles se mencionaron y no aparecían en las tarjetas y cuáles no se mencionaron pero sí estaban registradas en las tarjetas. Sobre estas últimas, se pregunta al grupo si consideran que estas necesidades “sí” existen en la comunidad; éstas se anotarán en el papelógrafo. Esta es una forma de identificar las necesidades sentidas pero no expresadas.

Al final de este proceso, sin duda se tendrá una lista muy larga de problemas. El próximo paso será entonces seleccionar una prioridad; es decir, un problema para resolver primero.

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Al seleccionar una prioridad es importante tener en cuenta:

• Qué tan común es el problema, o sea, ¿a cuántas personas afecta?

• Qué tan grave es el problema, o sea, ¿hasta qué punto afecta a los individuos, las familias y la comunidad?

• Qué tan preocupada está la gente ante el problema.

• En qué medida este problema influye en otros problemas.

• Qué tan fácil o difícil será resolverlo.

Una manera de seleccionar una prioridad es ordenar cada una de las necesidades anotadas por los participantes, según su gravedad y la magnitud de su efecto. Por ejemplo, se marca cada necesidad con cruces (+), de una a cinco según la gravedad y lo común del problema.

Otra técnica similar es pedirle a cada persona que anote una cruz al lado de cada necesidad que ve como prioritaria y al final se suman todas las cruces que tenga cada problema para ver cual tiene más.

Por ejemplo:

+ No muy común ( o grave)

++ Algo común ( o grave)

+++ Común ( o grave)

++++ Muy común ( o grave)

+++++ Sumamente común (o grave)

Estas técnicas ayudan al grupo a identificar las necesidades más importantes; sin embargo, esto no necesariamente significa que el problema que tiene más cruces sea el más apropiado para elegir como prioridad. Entonces, se deben seleccionar los 3 problemas con mayor número de cruces para analizar con el grupo cual de estos tiene mayor probabilidad de éxito para ser solucionado, de acuerdo con los recursos existentes.

Puede ser que el problema seleccionado por el grupo como segundo en importancia tenga más probabilidades de ser financiado, porque el gobierno local o una institución externa están dispuestos a apoyar a la comunidad en la solución de ese problema. En este caso puede ser prudente seleccionar este problema como prioritario. También se debe tener en cuenta cuál es el problema hacia el cual la gente se siente más motivada a participar en su solución. Se debe animar al grupo para que seleccione como prioritario el problema con más probabilidades de éxito en su solución.

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Establecimiento de Objetivos

Es muy importante definir los objetivos desde el principio, ya que si no se tiene claro lo que se quiere conseguir a través del proyecto, es imposible que se pueda formular. Con frecuencia no se toma el tiempo necesario para aclarar y escribir los objetivos porque se considera que ya se sabe lo que se está haciendo. Sin embargo, el no definir los objetivos puede crear duda o inseguridad en los miembros del grupo y facilita la generación de expectativas demasiado altas que no se pueden lograr.

Los objetivos también son importantes en cuanto se pueden utilizar como instrumento de evaluación. Por medio de ellos, al finalizar el proyecto, se puede comparar lo que se realizó con lo que se proponía realizar; las diferencias entre las dos premisas, constituyen las bases de la evaluación.

Normalmente, un proyecto tiene un objetivo principal y varios secundarios. Sin embargo, en algunas situaciones se habla de objetivos generales, lo que se espera lograr a largo plazo y objetivos específicos, los que se intentan alcanzar a corto plazo. Al trabajar con el grupo es quizá más fácil pensar en el objetivo principal y en los secundarios.

Un objetivo principal es el resultado que se propone el proyecto. Para definirlo es necesario estudiar el problema que se desea

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