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Estructura y sentido de la filosofía de la religionю


Enviado por   •  30 de Marzo de 2017  •  Ensayos  •  1.214 Palabras (5 Páginas)  •  216 Visitas

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS

“Estructura y sentido de la filosofía de la Religión”

Materia: Filosofía de la Religión

Alumna: Dina Isabel Hernández Perales

Matricula: 1553386

San Nicolás de los Garza, 23 de Noviembre del 2016

Desde la antigüedad el hombre ha buscado estar relacionado con un ser distinto a él. La Real Academia de la lengua Española, define a la Religión como un conjunto de creencias o dogmas acerca de lo divino, de sentimientos de veneración, pero al mismo tiempo de temor, de normas morales de la conducta individual, y de prácticas rituales, las cuales principalmente se basan en oraciones y sacrificios para darle culto a un Dios. “Hay una actitud vital humana, que es la actitud del hombre que implora, que clama y que invoca…se trata de una invocación a un Ser que en un sentido se teme y en otro se desea.”[1]

Cuando el hombre realiza un sacrificio, busca tener la presencia de un ser “personal trascendente, profundamente admirado y temido.”[2]

El ser humano siempre está en la búsqueda de las cosas malas y las cosas buenas que comete, a lo cual se le puede llamar deficiencias, por ese motivo siempre se está en la búsqueda de un ser Divino, que pueda ayudar a brindar esa paz y tranquilidad que le hace falta. “La conciencia nos dice que debemos hacer el bien y evitar el mal. De aquí surge la atracción a ese Ser que por su poder es temible para los transgresores de su ley”[3]. Por ese motivo el hombre es llamado animal religioso.

Dios siempre nos ha sido  presentado como un ser omnipotente, que todo lo puede, por eso se dice que es todopoderoso, pues él tiene el poder sobre todas las cosas, ya que nos acompaña en cada aspecto de nuestra vida en cuanto lo necesitamos. Por eso es en Dios que encontramos nuestra salvación. Siempre depositamos nuestras esperanzas y nuestros problemas en Dios, “de no tener esperanza, seria vano todo sacrificio y no habría oraciones”[4] 

Siempre estamos en la búsqueda de ese ser, capaz de hacer brotar en nuestros corazones y en nuestra vida sentimientos que ayude a soportar cualquier circunstancia. “al reconocer que no somos nuestra existencia, sino que pendemos en todo  nuestro sentir de la causa fundamental, que es Dios, nos sentimos ligados, unidos ontológicamente y volvemos nuestro ser a la causa Fontal”[5].

La palabra religión desde la prehistoria ha ido siendo  interpretada de muy diversos modos, “los que diligentemente cuidan y meditan lo que pertenece al culto de los dioses, han sido llamados religiosos de relegere”.[6] En cada religión se tiene un creador, que es un ser supremo.

El hombre en sus diferentes culturas, siempre se encuentra en una constante búsqueda de lo espiritual y de lo divino. “Lo numinoso* está por esencia, oculto, escondido más allá de lo mundano, en otra esfera del ser”[7]

Cuando empezamos a depender de ese ser, nace en nosotros la impotencia y el temor en cuestión de la salvación. El buscar una actitud espiritual nos va a permitir acércanos a una posibilidad sobrenatural y a lo santo.

Lo santo es visto como un valor primario, que tiene mucho valor, más de lo que podemos imaginar. Lo santo es absoluto, es perfecto, misterioso, inaccesible, es majestad, enérgico, sublime y a su vez es fascinante. “en su presencia, no hay ninguna duda, nada a medias, nada relativo, ninguna contradicción.”[8]

La vida humana debe estar totalmente ordenada por el valor de lo santo, que es y debe ser siempre Dios. Si queremos agradar a Dios debemos obrar según su semejanza, solo así nuestra vida podrá armonizarse.

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