ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

FERNANDO SAVATER “ÉTICA PARA AMADOR”


Enviado por   •  2 de Diciembre de 2014  •  Tesis  •  2.943 Palabras (12 Páginas)  •  489 Visitas

Página 1 de 12

APARECE PEPITO GRILLO

CAPÍTULO VI

FERNANDO SAVATER “ÉTICA PARA AMADOR”

Este título tomado de la música infantil y aplicado como enseñanza a los niños y que a pesar de no ser del agrado del autor, lo incluye como título de su sexto capítulo. Aparece “Pepito Grillo”, ese grillito que en sentido figurado representa nuestra conciencia, nuestra parte interna, aquella que nos señala lo que consideramos malo o bueno, que nos dice en una voz interior “no está bien”, “no es lo correcto” y que solo algunas veces escuchamos y otras veces elegimos ignorar.

Como en las caricaturas, cuando el personaje del gato silvestre quiere comerse a piolín y se le aparecen su ángel y su diablo y uno le dice si y el otro no, así de esa manera nuestra conciencia nos marca un tictac, ¡un alto!, ¡detente!.

Visto desde el punto de vista religioso es el espíritu santo quien nos dice cuando estamos mal y que estamos dejando de hacer el bien. Hay muchas maneras de verlo, sentirlo y cada persona lo llama de diferentes maneras pero todos tienen el mismo fin. El autor nos habla sobre el término “imbécil”, desde un punto de vista diferente al que nosotros al empezar a leer el capítulo, nos imaginamos, y el que nos dice que forma parte de nuestra vida y nos pide no caer en alguna clase de imbecilidad, pero la que él llama de “ánimo”, y nos cita que existen diferentes tipos de “imbéciles”, y de eso nos adentraremos en el tema, mi propósito primero fue comprender el título y qué relación tiene con el no ser imbécil lo desarrollaremos más adelante.

Como bien lo mencioné, el autor nos habla de cinco tipos de imbéciles y trataré de asociarlos a la vida cotidiana o quizás personajes que asemejen algo así, y porque no, relacionados con mi propia vida, ahora solo basta identificarnos con alguno de ellos, ya que nadie esta excepto de ello.

El primero, es aquel que cree que no quiere nada, aquel que según él, la vida le da igual, aquel que solo ve pasar la vida y no ambiciona nada, que cree que para que se debe esforzar si la vida se acaba en cualquier momento. Aquí podría citar frases que muchos dicen y caen en la mediocridad “para que estudio si no hay trabajo” hasta los que tienen estudios no cuentan con el trabajo deseado” y eso los hace caer en el conformismo.

El segundo es el que cree que lo quiere todo, lo que tiene enfrente y lo que no, quiere lo del vecino, quiere estar haya y acá, el que todo lo quiere abarcar, vaya si el vecino tiene coche nuevo el también, y so el otro estrena muebles, el también, aquí el autor nos da como ejemplo aquel que baila y está sentado, mastica ajos y da besos sublimes, todo a la vez, el que todo lo abarca aunque las manos no le alcancen.

El tercer tipo es el que no sabe lo que quiere, ni se molesta en averiguarlo, es el que imita, es el que se deja llevar por lo que la mayoría diga, crea, sostenga, es un conformista sin reflexión o rebelde sin causa. Yo podría ejemplificarlo como aquel que sigue a todos en un mitin o manifestación en contra o a favor de algo y si todos dicen morado, pues él dice que si es morado aunque no lo haya visto, no se molesta por cuestionar, pensar, reflexionar, quiere creer por qué cree que así es, solo porque los demás dicen que lo es, le da igual si es o no verdad. Me viene a la mente el personaje de “Jaimito el cartero” el del programa de televisión del chavo, que decía “ es que prefiero ahorrarme la fatiga”, siguiendo nuestro top total, vamos con el cuarto, es aquel que sabe que quiere y más o menos sabe por qué lo quiere, pero lo quiere flojito, por miedo o temor a arriesgarse no lo hace, lo deja para otro día, como a ver si me animo, encuentra excusas hará no realizarlo, encuentra trabas y problemas en todo. Un ejemplo es vivido ahora en la universidad, muchos nos inscribimos e iniciamos, pero no todos continuamos, y los que se han ido quedando en el camino, se han quedado por el miedo de no sentirse capaces y desearon retirarse y esperar para continuar después o conformarse y seguir la misma rutina. Y vamos con el último “ el que quiere con fuerza y ferocidad, en plan bárbaro, pero se engaña así mismo, sobre la realidad, se pierde y confunde la vida, la buena vida con aquello que va a matarlo, y aquí entra aquel que podríamos llamar ambicioso, que quiere conseguirlo todo a costa de lo que sea, sin importarle nada ni nadie, incluso el mismo, me vino rápidamente a la mente el personaje de la película navideña EBENEZER ESCOORGE, que es un viejo gruñón, amargado y avaro, que odia las cenas familiares, los gastos y que logró riquezas, y que por lograrlo perdió a su familiar, al amor de su vida, la gente a su alrededor y sus empleados le tenían temor y odio, y al llegar a viejo, y ser visitado por los fantasmas de la navidad lo hacen ver de sus errores y lo mal que terminará, decide cambiar y ser bueno, ya que vivía en su soledad. Solo que nosotros no ese espíritu navideño que nos haga ver las cosas, tenemos a un “pepito grillo” llamado “conciencia”.

Savater menciona algo que al leerlo nos da una sacudida y nos pone a pensar en lo que realmente, estamos haciendo de nuestra vida, nos dice que el imbécil, cualquiera de los cinco tipos, suele acabar bastante mal, llegar a hartarse de ellos mismos y lo peor de todo es que mueren sin haber disfrutado la verdadera vida y vaya que sigue algo peor porque dice que todos tenemos síntomas de imbecilidad y si no nos ponemos las pilas, la imbecilidad se quedará con nosotros y podremos acabar mal, nos dice ¡alerta! ¡En guardia! La imbecilidad acecha y no perdona.

Hay un punto a aclarar a lo que el autor se refiere es a no ser imbéciles, pero “imbécil moral”, nos plantea que quizás podemos ser imbéciles para las matemáticas, pero eso no es algo malo, eso se soluciona estudiando, se puede ser malo para el francés pero se corrige aprendiendo, vaya, ese no es el mayor problema y el problema es ser imbécil moral y lo contrario a ello es tener “conciencia”.

Aquí coincido con el autor cuando nos señala que para lograr tener conciencia depende mucho del modo de educación que te hayan dado en casa, él pone ejemplos y nos señala el del arte comparando un cuadro de Velázquez con un cromo de las tortugas ninja o el de no reaccionar ante matar a un niño a martillazos robarle un chupón, pues hay si no ve solución.

Que nuestra manera de ver y cuestionar la vida es el modo en cómo nos educaron o como no lo hicieron, que no se le puede pedir lo mismo a una persona que creció con carencias y sufrimientos, y decirle que la vida es fácil y que todo se logra, con alguien que lo ha tenido todo desde que nació, y no porque no sea verdad que se pueda lograrlo, ni mucho menos por

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (16.7 Kb)  
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com