Ideologia Capitalista
cristianlma4 de Noviembre de 2014
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IDEOLOGÍA CAPITALISTA:
La verdad del poder, el «saber mercancía» y la ética bio-degradable
Apuntes para la discusión
ISABEL NAVARRETE
I - INTRODUCCIÓN
La teoría de la ideología constituye una temática que ha sido motivo de análisis en los distintos períodos históricos de la cultura occidental. Pero no es sino hacia el siglo XVIII que se instaura como disciplina filosófica pasando a ser considerada desde diferentes orientaciones y dando lugar a significaciones dispares.
El interés de este trabajo se centra en el análisis de las conexiones existentes entre la ideología, considerada en el sentido marxista del término, y la producción científica.
Se retoman los desarrollos de Marx y Engels, quienes la consideran como una manera incorrecta de reflejar la realidad; pues en toda ideología los hombres y sus relaciones aparecen invertidos como en una cámara oscura, fenómeno que responde a su proceso histórico de vida. De tal manera queda claro que es la vida la que determina la conciencia y no la conciencia la que determina la vida.
Otro concepto central de esta teoría está referido a las relaciones de dominación-sometimiento, que alude a las relaciones entre las clases sociales. A través de estas relaciones, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad, impone también y a conciencia sus ideas, y piensa de manera acorde a ello.
Un tercer factor de importancia considerado en el pensamiento marxista es la división del trabajo en físico e intelectual. Tal división es expresión de las relaciones de dominación y está indisolublemente unida a la propiedad privada. Estas relaciones también son exploradas haciendo referencia al campo científico, a la producción y circulación del saber, y a cómo los discursos instituidos desde el poder conllevan al establecimiento de regímenes de verdad que están referidos a la constitución misma de sus criterios.
Partiendo de la noción de que toda producción de conocimiento es social, se realiza un análisis de las relaciones mencionadas con referencia al ámbito de las ciencias y el saber en general, con la intención de transitar sus imbricaciones con el poder en el modo de producción capitalista en su actual versión neoliberal, y de abrir la discusión en torno al discurso postmoderno del «fin de las ideologías», concepto que matrimoniado con el de la «neutralidad ideológica» de las ciencias, es considerado como expresión de la ideología capitalista.
A continuación se analizan las transformaciones sufridas por la sociedad durante la última dictadura militar y su impacto en las comunidades educativa y científica, con el consiguiente trastrocamiento de los sistemas de circulación y transmisión de conocimientos y su función social, que dieron origen embrionario a lo que se ha denominado el «saber-mercancía». Se trata de un saber devenido cosa que, de acuerdo con la teoría fetichista de la mercancía, encubre que su valor existe únicamente como producto del trabajo de los hombres, es decir como producto social. Así mismo se toman las concepciones de Althusser sobre la imposición de la evidencia y la función de desconocimiento.
El despliegue de la noción de «saber-mercancía» incluye el acontecimiento de las telecomunicaciones, que revolucionó de manera contundente las relaciones humanas y que, como no podía ser de otro modo, marcó su influencia desde el campo de las ciencias sociales hasta en las nuevas circulaciones masivas del saber. Los ejes considerados para este análisis son los mass media y la informática.
Finalmente se aborda la ética como problemática que atraviesa todos las prácticas, ya fuere por acción u omisión; y que en la actualidad ha sido transformada en un espectáculo tendiente a «lavarla» de cualquier «contaminación» política.
II - SOBRE EL CONCEPTO DE IDEOLOGÍA
Desde una perspectiva histórica, si bien la consideración de la ideología se hallaba ya presente en la Antigüedad en los pensamientos de Platón y Aristóteles, corresponde a la modernidad la sistematización del concepto , sobre todo a partir del siglo XVIII. Ya a mediados del XIX, Marx comienza la difusión de su pensamiento [1845 Tesis sobre Feuerbach; 1846, junto con Engels, La ideología alemana]. En el pensamiento de ambos, lo “ideológico” tiene una connotación más amplia que la “ïdeología”. “En el Estado -escribe Engels - toma cuerpo ante nosotros el primer poder ideológico* sobre los hombres.”
En el Prólogo de la Contribución a la crítica de la economía política, dice Marx :
Al cambiar la base económica, se revoluciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas revoluciones, hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas; en una palabra, las formas ideológicas** en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo.
En cuanto a la ideología, tanto Marx como Engels consideran que es una manera incorrecta de reflejar la realidad, pues “los hombres y sus relaciones aparecen invertidos como en una cámara oscura.” Mas “este fenómeno responde a su proceso histórico de vida. (...) Totalmente al contrario de lo que ocurre en la filosofía alemana [hegeliana], que desciende del cielo sobre la tierra, aquí se asciende de la tierra al cielo [materialismo histórico].” De esta manera, resaltan los autores, queda claro que es la vida la que determina la conciencia y no a la inversa.
Contemporáneamente, Althusser define la ideología como “una «representación» de la relación imaginaria de los individuos con sus relaciones reales de existencia,” acompañando la definición con dos tesis. La primera alude a que la ideología representa la relación imaginaria, y no las relaciones reales, de los individuos con sus condiciones reales de existencia. La segunda tesis postula la existencia material de la ideología dentro de un «aparato». Introduce la noción de «aparatos ideológicos del Estado», indicando su multiplicidad y especificidad: religioso, escolar, jurídico, sindical, de información y cultural . Al decir de Althusser, estos «aparatos» tienen sus propios mecanismos de coacción para modelar y dirigir el acontecer social. Nosotros pensamos que en el seno del capitalismo tardío, cada vez más los mecanismos de coacción son reemplazados por mecanismos de control social, en los cuales se acentúa aún más que “lo propio de la ideología es imponer, sin que lo parezcan, las evidencias como evidencias, que no podemos dejar de reconocer. El anverso es la función de desconocimiento, puesto que lo que ocurre dentro de la ideología parece ocurrir fuera de ella.” Volveremos sobre este punto.
Sintetizando, puede decirse que Marx y Engels plantean dos esquemas principales de inversión: a) ideológico: comienza con la inversión de la relación entre lo abstracto y lo concreto y finaliza invirtiendo la relación entre lo consciente y lo inconsciente; b) fetichista: comienza con la inversión de la relación entre lo consciente y lo inconsciente y termina invirtiendo la relación entre lo abstracto y lo concreto.
Sánchez Vázquez postula en su tesis tres que “la ideología es: a) un conjunto de ideas acerca del mundo y la sociedad que: b) responde a intereses, aspiraciones o ideales de una clase social en un contexto social dado y que: c) guía y justifica un comportamiento práctico de los hombres acorde con esos intereses, aspiraciones o ideales. Esta definición amplia comprende por lo tanto tres aspectos:
1 - teórico o gnoseológico, constituido por contenidos falsos y verdaderos, juicios de valor, recomendaciones, expresiones de deseo, etc.
2 - genético o social, que pone en relación el contenido teórico y los intereses, aspiraciones e ideales de clase condicionada históricamente por el lugar que esa clase ocupa respecto al poder y al sistema de relaciones de producción.
3 - funcional o práctico. A diferencia de la ciencia que intenta explicar los comportamientos de los hombres en sociedad, la ideología aspira a guiar y justificar esos comportamientos; aún cuando esto implique la adecuación de la reproducción de lo real (contenidos) a ciertos intereses, que pueden traducirse en un conflicto entre ideología (de clase) y verdad .
Nos encontramos entonces con que, en la actualidad, el término ideología es quizá uno de los más empleados en los campos de la filosofía, y las ciencias sociales. Así mismo, y como hemos estado viendo, le es atribuida una amplia gama de sentidos. A partir de tal multiplicidad, es que Bobbio ha propuesto clasificar los significados de la ideología en dos acepciones fundamentales:
I) Un significado débil, que alude a un conjunto de ideas y de valores que estando referidos al orden político, tienen por objeto guiar los comportamientos políticos colectivos. En este sentido, ideología es un concepto neutro, no mistificante.
II) Un significado fuerte, que se refiere a la concepción de Marx, quien la entiende como la teoría que refleja la realidad de modo incorrecto. La ideología en esta acepción es una creencia falsa, cuyas ideas están socialmente determinadas por las relaciones de dominación entre clases. Esta noción se caracteriza entonces, por tener carácter mistificante y por lo tanto negativo.
Respecto a este significado fuerte de ideología, en la evolución general del concepto, se ha ido olvidando la articulación entre ideología
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