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La Legitimidad, La Violencia Y La Alienación Del Poder Bajo La Crítica Materialista Y Simbólica

fercuesal15 de Junio de 2014

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La siguiente reseña tiene por principal objetivo destacar el concepto de poder en los aportes metodológicos y epistemológicos presentes en la teoría de la dominación de Max Weber y los aportes materialistas de los teóricos del pensamiento radical, Mijaíl Bakunin y Carlos Marx; de la misma forma, se intenta mostrar la influencia de estas metodologías y conocimientos en teorías mas recientes como: la teoría relacionista del poder acuñada por Nicos Poulantzas y Michel Foucault, la noción del poder simbólico de Pierre Bourdieu y la importancia de estos autores, en el debate filosófico – político contemporáneo.

En consonancia con lo anterior, es importante tomar en consideración cuatro ejes sobre los cuales estos seis autores estudian el poder como alienación, simbolismo, legitimidad y violencia; esto, debido a que los planteamientos respecto al poder de estos autores, como por ejemplo, en el caso de Bakunin y Marx, no son similares sino dispares, dando como resultado un contundente y acalorado debate entre estos dos que no se agota en la actualidad sino, al contrario, suscita varias preguntas centrales que surgen al leerlos como las siguientes: ¿Es la noción de clase adecuada para abordar los fenómenos sociales, entre ellos el del poder? Y en relación con esa pregunta ¿Es el poder relacional, simbólico y materialista, una condición social necesaria para darle fin del Estado? O ¿desaparece el poder al suprimirse el Estado? Para interpretar mejor a estos autores, en mi opinión entonces hay que tener claridad sobre estos cuatro ejes:

En primer lugar, me parece pertinente destacar la critica del joven Marx a la concepción hegeliana del poder legislativo y la escisión entre sociedad civil y Estado, es decir, a la revelación que halla Marx en el poder, soberanía y democracia consagrada en la filosofía política moderna, de un intento de despolitización, expropiación y ocultamiento a la sociedad civil, a la cual se la representa y se la tilda de impolítica. Esta critica es fundamental, ya que no solamente el joven Marx descubre a partir de dicha tensión como se efectúa la alienación en el plano jurídico, económico y científico en el Estado moderno, sino también, se postula por parte de Marx, la critica de que “el error de Hegel no consiste solo en la inversión del sujeto y predicado, es decir, en el apriorismo de poner la idea en donde debe ir la materialidad de lo real, sino además en utilizar un método construido con base en categorías generales y abstractas, en absoluto adecuadas para aprehender y criticar lo positivo”. CITATION QUI13 \p 19 \l 2058 (QUIÑONES, 2013, pág. 19)

En efecto, es a partir de esa critica donde Marx desarrolla una epistemología materialista, la cual lo conduce no solo a criticar a Hegel, sino también, a plantear un debate en torno a un orden ético con Proudhon, Stirner y especialmente Bakunin. Este debate que perdura por mas de 30 años, lo gana Marx en todos sus aspectos ya que “su método era incomparablemente superior, sofisticado y poderoso,” y es precisamente este método, lo que lo distancia de los anarquistas y permite realizar, en mi parecer, una visión mas matizada y estructurada del poder político; de esta manera, es posible observar una diferenciación entre el poder a priori como instrumento de dominación y a posteriori de transición hacia la desaparición del Estado (visión marxista) y por otro lado, el poder como una fuerza negativa y rechazable en todas sus aristas, para lograr así, una desaparición de la autoridad exclusiva y consolidar la emancipación colectiva (ideal anarquista).

En segunda instancia, es importante enaltecer la influencia de la “noción” o “concepto” de clase marxista en la teoría relacional del poder de Nicos Poulantzas y la producción simbólica como instrumento de dominación en el poder simbólico de Bourdieu; esta influencia, es la que da cabida a la actualidad de la teoría marxista entre otras teorías y, de la misma forma, lleva a actualizar las maneras mediante las cuales se ejerce la dominación y la alienación en el seno del Estado, la división del trabajo, el derecho, la economía entre otras.

De esta manera, cuando se aborda la teoría relacional del poder en Poulantzas, por ejemplo, es interesante encontrar a mi parecer dos fuertes influencias: por un lado, esta la concepción del poder foucaultiano como “un campo de relaciones de fuerza y de las relaciones de una clase con otra, donde los intereses de las clases designan el horizonte de la acción de cada clase con relación a otras”; CITATION NIC79 \p 177 \l 2058 (POULANTZAS, 1979, pág. 177)y por el otro lado, habita en dicha definición, una noción de “clase” marxista, que el mismo Poulantzas reconoce en Foucault como una especie de “marxismo particular de la III internacional”.

En efecto, la esquematización de la sociedad en clases y el tejido teórico del poder en Foucault como una relación en la cual, el poder no es una cosa ni una cantidad, ni se posee sino que se ejerce, es lo que permite plantearse soluciones a una de las preguntas centrales que viene haciéndose la filosofía política contemporánea, y que el mismo Poulantzas, plantea del siguiente modo: ¿como evitar, en este caso, caer en las redes de una dominación siempre insoslayable, de un poder privilegiado de modo absoluto frente a unas resistencias siempre cogidas en la trampa del poder? CITATION NIC79 \p 181 \l 2058 (POULANTZAS, 1979, pág. 181) Pregunta, sobre la cual inherentemente gira la discusión entre la visión anarquista y la marxista del poder, así como una de las criticas de Bakunin a Marx que sintetiza magistralmente el debate: “nunca destruiremos el Estado agrandándolo”.

En síntesis, vemos en la teoría relacional del poder, la impronta materialista de el “concepto” de clase, entendido este como una transformación material del sujeto marxista, luego de ser corregida la concepción del sujeto como espíritu o idea abstracta en Hegel y, simultáneamente, presenciamos la deconstrucción de el ser en Foucault, siendo este nuevo ser, un producto de una herencia epistemológica Nietzscheniana que lo lleva a escudriñar la historia y mostrar que el poder no es un cualidad que posean unas clases sobre otras, sino que al contrario, es una relación que va mas allá, trasciende todos los planos existenciales como por ejemplo el conocimiento, el cual “no es una afinidad con el mundo, es una tensión, una relación de poder”.

Por su parte, Pierre Bourdieu va en la misma dirección, pero añade a la concepción de clase social, la importancia de la estructura lógica y la función gnoseológica, ya que la tradición Marxiana en palabras de Bourdieu “privilegia las funciones políticas de los “sistemas simbólicos” (aunque Engels hablara de “expresión sistemática” a propósito del derecho)”. CITATION PIE00 \p 92 \l 2058 (BOURDIEU, 2000, pág. 92) En efecto, Bourdieu hace una distinción bastante interesante entre sistemas simbólicos de carácter estructurante, estructurados y su función como instrumentos de dominación; siendo las producciones simbólicas, un factor de cohesión de las clases dominantes pero de desintegración en las clases dominadas.

En tercera instancia, es importante destacar la actualidad y articulación de la metodología Weberiana y Marxista de la dominación; o en otras palabras, su novedoso proceso epistemológico que lleva a armonizar lo general con lo particular y, de la misma forma, conciliar el saber nomotetico con el idiografico; esto, en el caso de Weber, lo lleva a plantear que el conocimiento se lleva a cabo a través de uniformidades de los procesos histórico – sociales, a fin de de formularlos como “reglas generales del devenir” y así “lograr la explicación de los fenómenos en su individualidad” o en el caso de Marx, “a buscar regularidades que expliquen la vida social, pero entendidas como una construcción social”. CITATION JAI12 \p 20 \l 2058 (OSORIO, 2012, pág. 20)

De esta manera, es importante destacar a mi modo de ver, como Weber parte de un conjunto de reglas que ha logrado establecer a través del descubrimiento de su uniformidad, la consecución de su definición de dominación, y a partir de estas reglas uniformes, como por ejemplo los tres tipos de dominación legal – racional, tradicional y carismática, constatar la función de la burocracia en el sostenimiento del Estado y de cada una de las partes (sistema jurídico, legitimidad, caudillismo entre otros), armonizándolas en una totalidad (en este caso el Estado). De la misma forma, Marx busca una serie de regularidades que lo lleven a explicar la parte en armonía con el todo; es un buen ejemplo de ello, sus estudios de economía política y la función que cumple en las relaciones sociales y políticas; o el antagonismo de las clase sociales como uno de los motores en la reproducción de la vida, la historia, la cultura y la política y, su relación, con la formación de los aparatos políticos e ideologicos del Estado y las relaciones económicas, jurídicas y culturales de la sociedad civil, entre otros.

Por ultimo, en cuarto lugar, es importante destacar como cada uno de los aportes de estos teóricos y la función que cumplen los mismos en la consolidación de una teoría de el poder, tiene como base común una impronta marxista, la cual, explica el poder aparentemente bajo una relación entre clases sociales antagónicas que esta instrumentada bajo la cultura, la economía y las instituciones. De esta forma, si bien hay una base común que explica el poder como ejerció de clase en un campo antagónico, las diferencias presentes en las teorías, se expresan en las

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