Marco filosófico. Desarrollo del Trabajo Social como espacio referencial, descriptivo y analítico
AnagogoEnsayo14 de Mayo de 2024
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[pic 1][pic 2][pic 3][pic 4]Escuela Diocesana de Servicio Social Mons. Farell
Marco Filosófico.
Aprobado
Filosofía V.
Alumna: Gogolín Susana Analía Lujan.
Profesor: Lic. Monticelli Juan Martin
02/03/2020
Analialujan2016@gmail.com
Índice.
Introducción…………………………………………………... 2
Desarrollo………………………………………………….…...3
Conclusión…………………………………………………... 11
Bibliografía………………………………………..…….…….12
Introducción.
En este trabajo quiero plasmar el desarrollo del Trabajo Social como espacio referencial, descriptivo y analítico, por ello en el siguiente marco filosófico se encontrará los ejes del Poder, del Estado, de la Educación, de los Derechos Humanos y el Trabajo Social, siendo este último fortalecedor de las construcciones sociales, las cuales son inherentes a nuestros tiempos.
Recorrer el camino de la liberación en los conceptos dialécticos de la praxis transformadora en la realidad. El asumir los vínculos de las relaciones que van construyendo realidades en cada sujeto y su contexto.
Por ello debemos tener en cuenta la inicial mirada de la intervención con el otro que a su vez me interviene.
En resumen, lograr conformar un cuerpo de esa praxis, la cual dé cuenta de las realidades vividas en ese andar en la vida, lo social, donde conviven las distintas fuerzas que intervienen tanto en el nivel de aprendizaje, como así también lo político constructivo de la realidad siempre visto desde muestra profesión.
Desarrollo.
Para adentrarnos en la cuestión del conocimiento, está emparentada al saber, tal vez desconocido, o no sabido del sujeto, el origen parte desde el mismo Nietzsche que sostenía que el entrecruzamiento de dos saberes, se produce en el cruce de dos espadas, y en esa chispa aparece este nuevo saber. Esto es romper con todas las posturas anteriores del saber y el conocimiento, siendo este un acto subversivo para la época.
Quien retoma estas diversas líneas de pensamiento es el filósofo francés, Michael Foucault. El concepto de épiméleia, según el autor poseen varios aspectos
En primer lugar, nos encontramos con que el concepto equivale a una actitud general, a un determinado modo de enfrentarse al mundo, a un determinado modo de comportarse, de establecer relaciones con los otros. La épiméleia implica todo esto, es una actitud, una actitud en Hermenéutica del sujeto en relación con uno mismo, con los otros, y con el mundo. (Foucault, 2009)
En segundo lugar, la épiméleia heautou es una determinada forma de atención, de mirada. Preocuparse por uno mismo implica que uno reconvierta su mirada y la desplace desde el exterior, desde el mundo, y desde los otros, hacia sí mismo. La preocupación por uno mismo implica una cierta forma de vigilancia sobre lo que uno piensa y sobre lo que acontece en el pensamiento. (Foucault, 2009)
En tercer lugar, la épiméleia designa también un determinado modo de actuar, una forma de comportarse que se ejerce sobre uno mismo, a través de la cual uno se hace cargo de sí mismo, se modifica, se purifica, se transforma o se transfigura. De aquí se derivan toda una serie de prácticas basadas a su vez en toda una serie de ejercicios que van a jugar en la historia de la cultura, de la filosofía, de la moral, y de la espiritualidad occidental un papel muy relevante.
La noción de épiméleia implica, por último, un corpus que define una manera de ser, una actitud, formas de reflexión de un tipo determinado de tal modo que, dadas sus características específicas, convierten a esta noción en un fenómeno de capital importancia, no sólo en la historia. (Foucault M. , 2009).
El concepto de gobernabilidad y la biopolítica es para Foucault la producción de la vida en su relación con el gobierno (poder), este poder es el entrecruzamiento de los diversos discursos que refieren al poder mismo.
En la práctica de libertad con una mirada desde lo social, se desprende el saber de ese Otro, es dar cuenta del saber del desconocimiento (sabes que desconoce-que no sabe). Pero este mismo sujeto, sujetado por ese otro omnipresente que asfixia, brinda una nueva herramienta de liberación.
Ir en búsqueda de este saber no sabido, permite la inclusión a diversos programas de estudios, de lo más diversos, estudios informales en diversas academias o cursos sin la suficiente carga de saberes que le debe la educación formal. Tratar en esta búsqueda es saber que fue negado por el mismo poder. Siendo este mismo el que lo arrojó / expulsó del sistema educativo formal.
Foucault entrega diversas definiciones sobre la política y como la define: se pregunta qué es la política y la define por la negativa, siendo una cuestión crucial para la existencia, en sus propias palabras: “El análisis de la gubernamentalidad como generalidad singular implica que “’todo es político”. Tradicionalmente se confiere dos sentidos a esta expresión: – Lo político se define para toda la esfera de intervención del Estado. […] Decir que todo es político, es decir que el Estado está en todas partes, directa o indirectamente”. (Foucault, 2009)
Desde esta postura, permite vislumbrar que todo es político, y que la vida se rige y funciona desde lo político. Y aquí se encuentra el Estado, que atraviesa todas las esferas, desde su presencia / ausencia, esto mismo posicionado por la misma política, Entonces cuando nos encontramos con un Estado ausente, desde los DDHH, la formación, lo educacional, las políticas que arrojaría sería la expulsión del individuo, que queda sujeto a este descarte que realiza el Estado ausente.
La definición de la política que el filósofo presenta con ocasión del debate con Noam Chomsky, en 1971, una definición que es dada por la negativa (Foucault se pregunta expresamente) “¿por qué no debería interesarme por la política?”. La política es presentada aquí por Foucault como la cuestión más crucial de nuestra existencia, es decir, en sus propias palabras, “la sociedad en la que vivimos, las relaciones económicas en las que funciona y el sistema que define las formas regulares, los permisos y las prohibiciones que rigen regularmente nuestra conducta”, a lo que agrega, para reforzar su interés por la política, que “la esencia de nuestra vida está hecha, a fin de cuentas, por el funcionamiento político de la sociedad en la que nos encontramos (Foucault, 2009)
En el trajín del pensamiento, se desprende siendo la política como la forma central y crucial para cualquier sujeto, incluida en una sociedad, y aquí se barajan las formas que permite regular las diversas conductas de todos los que inmersos en el funcionamiento burocrático, atravesando todos los estamentos de la cultura, la economía, la salud y la educación.
La definición de la política que Foucault da en La voluntad de saber, en 1976, a propósito de la inversión de la fórmula de Clausewitz con relación al análisis del poder, en un pasaje clave de sus desarrollos sobre esta cuestión la política sería la guerra continuada por otros medios. Foucault piensa entonces la política como la codificación de la multiplicidad de las relaciones de fuerza, sea bajo la forma de la “guerra”, sea bajo la forma de la “política” propiamente dicha. Se trataría entonces para Foucault, si se mantiene la separación entre guerra y política, de dos estrategias diferentes (pero prontas a caer la una en la otra) para integrar estas relaciones de fuerza desequilibradas, heterogéneas, inestables y tensas. (Foucault, 2009)
La multiplicidad de las razones, sobre el ejercicio de poder, siendo comparado como una guerra o una política, mantener separado una de otra, produce un gran desequilibro en estas fuerzas inestables.
La política definida para toda la esfera de intervención del Estado, y al caer en que todo es político, dando una definición que el poder o parte de este es el Estado, las políticas llevadas a cabo son del propio Estado. Tras la implementación de diversos programas de capacitación, de estudio brindados por el Estado, está dando lugar si el poder quiere o no está capacitación, nos preguntamos si es el Estado el que permite esta entrada al saber – no sabido, para qué lo quiere.
En cuanto todo es político, y está irá marcando los tiempos y los espacios de los sujetos, en cuanto a la educación, va quedar sujetada, a los diversos intereses que la política marque desde el Estado. Si planteamos que tanto la presencia / ausencia es una de las formas de intervenir del Estado, es necesario saber, cuál es el lugar que va a posicionarse el Estado, ante una política estatal de corte liberal, o neo liberal, la ausencia del Estado estará marcando el ritmo a seguir de la educación, va a estar íntimamente ligada a qué proyecto de Estado desea, el achicamiento de este, las desregulaciones y demás avatares de la política, conlleva a la desprotección de los más vulnerables. Tal vez lo más perverso que se suscita es la expulsión de toda esa masa de estudiantes que se ven frustrados en sus intentos de lograr una educación formal en los tiempos y formas de su propia edad. Recurrir a una formación ya en un adulto, requiere un posicionamiento desde lo individual muy complejo, ya que las dudas, el reconocerse distinto e ignorado por la propia sociedad, es menester que el Estado se apersone con toda la autoridad que le brinda la política. En cuanto a un Estado más interesado de los despojados que fueron expulsados del sistema educativo formal, y cuando hacemos referencia a lo formal es que dentro de los parámetros normales, los niños y adolescentes, que se condicen con su edad con los años de sus cursadas: estos mismos expulsados que por diversas vicisitudes fueron arrojados a fuera del sistema formal, pudiendo ser multicausales las cuestiones, para ello, es la decisión política que los vuelva a incorporar en esta cuestión de empatía que decía Foucault, hacer para el Otro, este Otro que no solo representa un número de estadística, que se refleja en el grado de escolaridad que posee: son sujetos de esta sociedad con rostros y causas que es necesaria la intervención. Quien entonces sea el Estado el que intervenga. No hay otro operador que accione los resortes de la Educación Popular.
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