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Reseña parcial, Historia de la sexualidad I Scientia Sexualis


Enviado por   •  18 de Enero de 2018  •  Apuntes  •  1.259 Palabras (6 Páginas)  •  244 Visitas

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Aquí se expondrán resúmenes y ensayos referidos a ciertos capítulos (scientia sexuales, dispositivo de sexualidad) dentro de la obra Historia de la sexualidad I: La voluntad de saber de Michel Foucault.

Preguntas sobre las cuales Foucault parte:

  1. Scientia Sexualis

Antes de comenzar el capítulo, Foucault analiza lo que comúnmente se llega a pensar acerca de la historia de la sexualidad: el hecho de que estuvo reprimida por largo tiempo y que recién a partir de mediados del siglo XX comenzó a liberarse poco a poco mediante discursos como el psicoanalítico. La hipótesis represiva ignora que dentro de las etapas históricas posteriores al siglo XX en verdad acaeció una proliferación de diversos discursos acerca del sexo. La confesión desarrollada en el marco de la Iglesia católica, por ejemplo, incentivaba cierta obligatoriedad a la hora de confesar los pecados de la carne, es en el Concilio de Letrán cuando no solo importa el acto, sino con solo pensarlo era necesaria una confesión. Un recuento por la arquitectura, por la literatura, por las políticas dadas durante el siglo XVIII y XIX sirve de prueba para indicar que, al contrario de lo que se piensa, el sexo fue comúnmente tratado en el campo discursivo. Precisamente, con el surgimiento del concepto de población la sexualidad se convierte en una conducta política-económica concertada, un problema de Estado: la proliferación discursiva fue esencial precisamente para situar al sexo en campos de utilidad, el mismo sexo de las personas debía estar sujeto a procedimientos de gestión. A partir del siglo XIX, el sexo pasa como blanco discursivo de las instituciones médicas, psiquiátricas y psicoanalíticas. Se patologizan ciertas conductas como las expresiones sexuales periféricas. Adicionalmente, es por medio de las relaciones de poder establecidas con un bastión discursivo médico o psiquiátrico que se desarrollan ciertas operaciones que poseen distintas finalidades: el poder no se define netamente como poder represivo: Las múltiples apariciones de las sexualidades periféricas, la instauración de un arquetipo definido para el ‘’sodomita’’ por el discurso médico o la exploración del cuerpo mediante el diagnóstico son expresiones de las relaciones asimétricas. Dentro del contexto a mediados del siglo XIX, se evidenció una dicotomía de dos distintos discursos que se disponían a averiguar la verdad acerca del sexo. Uno de estos, la medicina, a diferencia de la biología reproductiva, sirvió de base científica sobre la cual los prejuicios propios- tradicionalistas, moralistas-  de la época tomaron forma. Dentro de este se enarboló la característica de lo repulsivo en el sexo. Dentro de los discursos establecidos en el contexto referido, a pesar de que en sí mismo no fuesen las intenciones reales, se comenzó a erigir procedimientos para extraer la verdad del sexo. La sociedad occidental, a diferencia de otras sociedades con ars erótica, estuvo supeditada a producir la verdad sobre el sexo mediante  la scientia Sexualis: la confesión, heredada desde tiempos de la hegemonía discursiva del cristianismo, se instituyó como el elemento propicio para producir la verdad sobre el sexo. La confesión, así, se puede definir como un foco local en el cual se articula una relación de poder con la finalidad de producir el saber. El psicoanálisis utilizará el mismo procedimiento para llegar en base a su marco teórico una determinada verdad sexual. Las características principales sobre las cuales se justificó el hecho de la confesión son las siguientes: Por la latencia oculta del sexo a la cual hay que revelar, por la asociación de la mayoría de las patologías con el sexo, por la interpretación de un especialista para llegar a la verdad en sí misma del sexo, por la combinación de la confesión con el examen y por la medicalización en base a lo hallado. En suma, las sociedades occidentales elaboraron un dispositivo complejo que posibilita condiciones dadas para la producción y obtención de la verdad sobre el sexo. Así, nuestra sociedad occidental estableció su propio herbolario. Con todo ello, occidente pudo formar el concepto de ‘’sexualidad’’, entendido como

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