Teorias Del Aprendizaje

3.1. Teorías del aprendizaje

Durante mucho tiempo se han llevado a cabo estudios, así como la formulación de diferentes teorías que plantean el desarrollo del aprendizaje, por distintos procesos como son conductuales, cognitivos, constructivistas, y cada una de estas teorías trata de explicar cómo el ser humano es capaz de generar el aprendizaje, así como el tipo de práctica de instrucción que se debe de utilizar.

Dentro de las teorías del aprendizaje, se encuentran las siguientes: Conductista, Cognitiva, Humanista y Constructivista.

3.1.1. Conductismo

El conductismo es considerada la primera teoría del aprendizaje formulada, surgió cuando Pavlov, a través de sus experimentos desarrolló lo que hoy se conoce como condicionamiento clásico, el cual consiste en que mediante la repetición de una acción, aplicando un estímulo, se obtendrá una respuesta; pero fue Watson quien convertiría al conductismo en una teoría del aprendizaje, la cual dio pauta al surgimiento de la psicología educativa.

Años posteriores, con los aporte de Skinner, surge el condicionamiento operante, el cual enriquece las bases establecidas del condicionamiento clásico, haciendo énfasis en la importancia de los agentes reforzadores para moldear conductas, utilizando premios para reforzar y propiciar que un conducta se vuelva a repetir, mientras que el uso del castigo busca la disminución o erradicación de una conducta no deseada en el individuo.

El estudio de la conducta ha de realizarse, preferentemente, usando métodos de tipo experimental. Se considera que los fines del trabajo teórico y de investigación son: descubrir los principios y leyes por los cuales el medio ambiente controla el comportamiento de los organismos Reynolds (apud Hernández, 1998).

Los principales precursores del conductismo son: Pavlov, Thorndike, Watson, Skinner y Bandura; esta corriente propone que el proceso educativo, debe de ser un proceso de programación educativa, es decir en este se debe prever los fines a lograr en el estudiante, mediante la elaboración de objetivos conductuales, ya que esta postura teórica busca la modificación conductas, a través del uso de técnicas como parte de la estrategias de enseñanza-aprendizaje, como lo son actividades de modelaje, moldeamiento, repetición y memorísticas, donde su enfoque de evaluación consiste en la demostración de conductas o competencias deseadas, de acuerdo a los objetivos enunciados, y criterios previamente establecidos, definiendo que el individuo es apto al no cometer errores en las conductas esperadas (idem).

El conductismo, propone que el docente debe desempeñar un rol activo, ya que este deberá reforzar y controlar estímulos para enseñar, de acuerdo a la programación asignada por el currículo; mientras que el rol de estudiante es el de un ente pasivo, el cual está condicionado a seguir las instrucciones del docente durante el proceso de enseñanza-aprendizaje. (idem)

Figura 10. Teoría del aprendizaje: Conductismo

(Elaborado por el autor, basado en Hernández, 1998).

3.1.2. Cognoscitivismo

Este paradigma de aprendizaje surge como contraparte del conductismo, la principal postura del cognoscitivimo, radica en que el ser humano aprende en la medida que procesa la información, la asimila para asociarla a sus modelos mentales, es decir, experiencias, relacionadas con su vida cotidiana.

Según Ferreiro (2005; pág. 21) “En un sentido estricto, cognición, es la búsqueda. Adquisición, organización y uso de conocimiento (…) al movimiento cognitivo le interesa la representación mental y, por ello, las categorías o dimensiones, como la atención, la percepción, la memoria, el lenguaje y el pensamiento (…) la finalidad está teoría de aprendizaje, consiste en enseñar a pensar o, dicho de otra manera, en aprender a aprender, desarrollando toda una serie de habilidades como procesadores activos, independientes y críticos del conocimiento.”

El cognoscitivismo, como teoría del aprendizaje, tiene su origen al establecerse como una oposición a los fundamentos planteados por la teoría conductista, pues esta solo hacía énfasis en las conductas externas del individuo, y no en los procesos internos de este; fundamentándose en la psicología de la instrucción, la cual plantea que todo cambio de conducta tiene trasfondo interno al sujeto, mediante procesos mentales los cuales contemplan asimilar información para acomodar y posteriormente memorizarla, cuando finalmente ha sido comprendida. (Hernández, 1998)

Los principales exponentes del paradigma cognitivo son: Piaget, Bruner y Ausubel; proponiendo un proceso educativo, el cual contempla metas y objetivos educativos, concibiendo a las estrategias de enseñanza-aprendizaje, como el aprendizaje significativo, aprendizaje por descubrimiento, donde la enseñanza debe de darle sentido y desarrollar habilidades para procesar información, logrando una mejor comprensión en el individuo; la evaluación de acuerdo a esta postura es a partir de los procesos cognitivos que efectúa el aprendiz durante la situación instruccional. (idem)

Además, los roles del docente y alumno, definidos por esta teoría, describen al docente como un sujeto que realiza confecciones y organiza experiencias didácticas para lograr los fines educativos plasmados en las metas; mientras que el aprendiz, es un individuo activo el cual es capaz de procesar información. (idem)

Figura 11. Teoría del aprendizaje: Cognoscitivismo

(Elaborado por el autor, basado en Hernández, 1998).

Las diferencias que se pueden encontrar entre las teorías conductista y cognitiva, radican en que el conductismo ve al aprendizaje del individuo solamente como la demostración de una conducta deseada, haciendo referencia a un resultado, mientras que el cogniscitivismo hace énfasis en procesamiento de información que realiza el individuo de una manera interna; otras de las diferencias entre estas teorías son el proceso educativo y los roles del docente y el estudiante, donde, a diferencia del conductismo, en esta se pone énfasis en desarrollar aprendizajes a partir de las experiencias previas del estudiante, por lo que el rol del estudiante es la de un individuo activo capaz de procesar información, en una acción autodidacta, donde el docente es un guía o mediador, el cual crea y organiza las experiencia didácticas esperadas por las fines educativos dentro de una institución.

3.1.3. Humanismo

Ferreiro (2005; pág. 19, 20) menciona que “El humanismo nace a mediados del siglo XX. Surge como ‘fuerza alternativa’ y respuesta ante las orientaciones teóricas y prácticas predominantes (el conductismo, el psicoanálisis, las filosofías existencialistas) y como respuesta también al impacto social de las dos guerras mundiales, así como de otras guerras regionales, como las de Corea y Vietnam (…) el humanismo es una respuesta histórica al reduccionismo psicológico, filosófico y sociológico ante el problema del hombre; un llamado de atención sobre la necesidad de estudiar a los seres humanos como totalidad dinámica en relación continua con contextos interpersonales (…) para el humanismo cada persona humana, y por ende cada educando, es un ente individual, completamente único y diferente de los demás, que amerita respeto a su singularidad.”

El humanismo, se origina como propósito de explicar los procesos psicológicos externos y biológicos del individuo, fundamentándose en el proceso terapéutico el cual es crucial dentro del trabajo de formación, ya que en la medida en que el individuo reciba una orientación, de acuerdo a sus características biológicas y psicológicas, se podrá partir a la creación y reconstrucción de los aprendizajes de la persona. (Hernández, 1998)

Los exponentes de esta teoría del aprendizaje son: Maslow, Roger, AllPort, Moustakas, Murphy, Bugental y May; siendo Maslow el principal precursor de esta teoría, con el fundamento de la pirámide de las necesidades, destacando el factor motivación como una parte vital para el logro y desarrollo de los aprendizajes, mientras que con los aportes de Roger, focaliza en esta teoría la intervención más directa de la psicología para desarrollar en la persona el aprendizaje, destacando que el

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