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Aspectos Metodológicos El Oficio Del Historiador El Objeto De Estudio De La Historia Y Las Fuentes Como Materia Prima Del Historiador


Enviado por   •  15 de Octubre de 2013  •  1.023 Palabras (5 Páginas)  •  649 Visitas

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Aspectos metodológicos

El oficio del historiador

El objeto de estudio de la Historia y las fuentes como materia prima del historiador

La Historia entendida como disciplina y actividad científica surge durante el siglo XIX en el mundo occidental. La palabra Historia significa <<indagación>>, <<averiguación>> o <<investigación>> de los hechos pasados del hombre. Es hasta después de un largo proceso que culmina el siglo XIX cuando en Europa se profesionaliza la historia y surge el gremio de los historiadores. Desde el principio se le atribuyó al término historia un doble significado interdependiente: 1) las acciones humanas del pasado (historia acontecer o historia viva) y 2) el estudio y relato de esas acciones humanas (historia interpretación o Historiografía).

El historiador como científico, cuando investiga los hechos del pasado, cuenta con una materia prima: las fuentes.

Entendemos por fuente todo documento, testimonio o simple objeto, que sin haber sufrido ninguna reelaboración sirve para trasmitir un conocimiento total o parcial de los hechos pasados. Esta definición es muy amplia, ya que el historiador puede y debe echar mano de cuanto represente un mensaje de otras épocas. Sin embargo, para no perderse en esa masa de fuentes, éstas se someten a una clasificación. Es difícil sistematizar las fuentes por su diversidad; además, el historiador necesita una clasificación práctica y operativa.

Las fuentes tienen que ver también con la etapa histórica en la que se gestaron; por ejemplo, mientras la prensa es una fuente importante para los siglos XIX, XX y XXI, y la fotografía y la filmografía para los últimos cien o ciento veinte años, en cambio las obras plásticas, los restos monumentales, las piedras y los pergaminos escritos, son fuentes dominantes para otras épocas más remotas.

Cuando el hombre deja constancia escrita de sus actos, no importa que se trate de tablillas, papiros o pergaminos, se puede afirmar que la historia es posible. Actualmente llamamos documento a algo más restringido: la comunicación escrita con el fin de dejar constancia de un hecho. El documento sigue siendo la fuente privilegiada para los historiadores; puede ser político, como el Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados; jurídico, como una ley o Constitución, o económico como el presupuesto del Estado; en estos tres casos de trata de un documento público. Pero los documentos pueden también ser privados, como el acta de de un congreso de un partido o de un sindicato, el informe económico de una empresa o un testamento.

Un documento cuantitativo por excelencia es el estadístico, que también puede ser oficial o privado. Principalmente es el documento en el que se cuentan y miden unidades y magnitudes. Los censos de población, y posteriormente los electorales y los sociales, no sólo son fuentes cuantitativas de primer orden; además ayudan a desentrañar la composición social de una sociedad. Existen también fuentes que no son originalmente numéricas, pero que pueden ser convertidas en series cuantitativas; por ejemplo, las listas de contribuyentes o las relaciones de propietarios agrarios.

Los textos literarios, son fuentes de manera fragmentaria, por su valor testimonial, o por la descripción de un ambiente. Podemos citar La Ilíada y La Odisea, de Homero, o las novelas de la Revolución mexicana. El Poema del Cid es, al mismo tiempo, un documento literario y una fuente histórica, a pesar de sus imperfecciones.

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