Africa: escenario geopolítico conflictivo. Еxperiencia de aprendizaje

1. AFRICA: ESCENARIO GEOPOLÍTICO CONFLICTIVO. EXPERIENCIA DE APRENDIZAJE

AFRICA

MARITZA REVILLA E IGNACIO SUAREZ

900 millones de habitantes repartidos en 54 países en una extensión que supera 30 millones de Km2. Donde se hablan unas 1500 lenguas distintas, con diversidad religiosa Cristianismo e Islam con un 40%). Considerada la zona más pobre del planeta, 140 millones de habitantes son analfabetas.

Tiene el 97% de la reserva mundial de cromo, 80% de coltán, el 50% de cobalto, el 50% de magnesio, el 50% de oro, el 20% de hierro y cobre, el 49% de platino, el 23% uranio y fosfatos, el 32% de manganeso, el 41% vanadio, 49% de platino, el 60% de diamantes, el 14% de petróleo. A pesar de su gran potencial de recurso África no sabido aprovecharlos a causa de sus de la mala administración de los que sustentan el poder.

Otro gran problema de África es el conflicto armado interno que tiene casa país, el hambre, la pobreza, pandemias, flujo descontrolado de población y el cambio climático, sin dejar a un lado el terrorismo, la criminalidad organizada y los comercios ilícitos.

En su aspecto económico cada día es decreciente, representando solamente el 2% del comercio mundial y apenas recibe el 3% de toda la inversión extranjera directa. Es tanto que si desapareciera sus habitantes de África, su afectación en la economía mundial sería totalmente nula, ya que solo representa el 1% del PIB mundial, cuando su población es el 12%.

A pesar de su abundancia en riquezas su bienestar de su población es desgraciadamente reprobable, a causa de la mala gestión de sus dirigentes. Referente a su seguridad se dice que está entre dicho por su falta de una política de seguridad de fronteras, a causa de su agresividad violenta de sus ciudadanos.

La amenaza más importante sobresalen la pobreza, el hambre, las pandemias, los flujos descontrolados de población y el cambio climático, pero también el terrorismo internacional, la criminalidad organizada y los comercios ilícitos, que para poderlas afrontar tiene que desarrollar estrategias multilaterales y multidisciplinarias, en la que los instrumentos protagonistas deben ser los civiles- diplomáticos, sociales, políticos y económicos- con el necesario complemento de los de naturaleza militar, entendidos como mecanismos de último recurso.

Planteado crudamente, algunos pueden terminar concluyendo que si África- o, mejor dicho, sus habitantes- desaparece de repente el impacto para la economía mundial sería prácticamente nulo. Para quienes así piensan, lo único que puede interesarles de un continente que solo representa el 1% del producto interior bruto mundial (cuando su población es el 12%) es garantizar el control sobre la explotación de sus recursos naturales en beneficio propio. Esa visión cortoplacista y deshumanizada explica bien a las claras el interesado y generalizado olvido de África en la agenda de las relaciones internacionales.

Una mirada hacia el pasado reciente obliga a recordar que África, dicho en términos geopolíticos, es un espacio sin un líder interno reconocido y sometido a una incuestionable competencia, de marcado perfil geoeconómico, entre actores externos que pugnan por consolidar su influencia en la zona.

En cuanto a la seguridad humana, interesa recordar que su centro de atención preferente es la suerte de cada persona, medida fundamentalmente

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