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Antecedentes Históricos De El Reino Unido

cristiance7 de Septiembre de 2014

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Antecedentes históricos del reino unido

Se denomina isla de Gran Bretaña a la entidad física, esto es, a la más grande de las islas del noroeste de Europa. Este territorio había estado históricamente dividido en tres áreas diferenciadas: Gales, Escocia e Inglaterra. Sin embargo, en la Baja Edad Media (1284), Gales ya había pasado a ser parte del Reino de Inglaterra.

En la época moderna se llevará a cabo la unión con Escocia, momento en que conformará el Reino de Gran Bretaña. Esta entidad política se mantendrá en el tiempo hasta principios del siglo XIX, cuando Irlanda se incorporará para pasar a formar el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, llamado a menudo sencillamente Reino Unido.

El Acta de Unión de 1707: Inglaterra y Escocia forman el Reino de Gran Bretaña

El antecedente de la unidad entre Escocia e Inglaterra se puede encontrar en la muerte de Isabel I. Al fallecer, la reina no dejó un heredero al trono, por lo cual asumió como rey el monarca escocés como Jacobo I de Inglaterra. Durante todo el siglo XVII, el problema religioso cumplió un papel central en la historia inglesa, en tanto existían sectores protestantes y sectores católicos enfrentados; así como también el problema político planteado por la relación entre el poder del monarca y el del Parlamento. Ambas controversias quedaron cerradas en 1688 con la llamada Gloriosa Revolución, que derrocó al católico Jacobo II, recortando al mismo tiempo los poderes del monarca, en favor del Parlamento.

A principios del siglo XVIII, la sucesión al trono era un problema. Ana Estuardo, la reina, no tenía sucesores y se abría nuevamente la posibilidad de que un rey católico se hiciera del trono. La unión con Escocia permitiría mantener el trono en manos protestantes, al tiempo que le daría a Inglaterra más injerencia en los asuntos escoceses. En este marco, se firmó el Acta de Unión de 1707 que unificaba ambas coronas al tiempo que establecía la unidad económica entre ambos reinos, formando así el Reino de Gran Bretaña, a pesar de la oposición de un importante, sino mayoritario, sector de la población escocesa.

Unión con Irlanda y constitución del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda en 1800-1801

La colonización y dominación sobre Irlanda no era una novedad. Durante siglos los protestantes escoceses e ingleses habían penetrado en el territorio de la isla de Irlanda, desplazando a la población católica local. La unidad política se formalizó mediante el Acta de Unión de 1800, documento que incluía ciertos derechos políticos para los católicos irlandeses, tales como la representación en la Cámara de los Comunes del Parlamento británico.

Quedaba así oficialmente constituida una unión que sería necesariamente problemática, dado que los derechos prometidos no serían siempre respetados, al tiempo que el mayor desarrollo económico inglés significaría la expoliación de los recursos irlandeses y la pobreza de esos territorios. La mano de obra irlandesa desocupada sería uno de los factores que contribuirían a dotar de fuerza de trabajo económica a la Inglaterra que ya había atravesado su Revolución Industrial.

Se conformaba, de este modo, la entidad conocida como Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda o, más brevemente, Reino Unido.

Creación de la República de Irlanda y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

A principios del siglo XX, las tensiones entre Irlanda e Inglaterra llegaban a un punto máximo. En 1919, un grupo de parlamentarios se niega a formar parte del Parlamento británico, constituyendo un Parlamento irlandés. Al intento por declarar la independencia, le sigue la llamada Guerra de Independencia Irlandesa que tiene como resultado el establecimiento de un nuevo tipo de relación jurídico-política con el centro británico, obteniendo Irlanda ciertas prerrogativas de autonomía.

Para el sector republicano, el Tratado Anglo-Irlandés que estableció el régimen mencionado, llamado de Estado Libre, no constituía una verdadera independencia. Comenzó, así, la férrea oposición entre el sector independentista de la IRA y los defensores del Tratado. Aunque las fuerzas de la IRA no lograron imponerse, en 1949 acabó por fin declarándose la República de Irlanda, momento en que las prerrogativas que el régimen anterior seguía cediendo al rey británico pasaron a manos del presidente irlandés.

El Tratado Anglo-Irlandés incluía también la posibilidad para las provincias del norte de Irlanda de seguir siendo parte del Reino Unido, cosa que así hicieron, aunque hasta la fecha un sector de la población se mantiene en contra de esta disposición. Así, desde 1921 se constituyó el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte.

Inglaterra, Gran Bretaña y Reino Unido en los libros

Los historiadores, y otros estudiosos sociales, se refieren a menudo a estas tres entidades de forma indiferenciada. Así, se hablará de Inglaterra en el siglo XIX, por ejemplo, cuando en realidad correspondería hablar de Reino Unido. Probablemente, la explicación de esto pueda encontrarse en el hecho de la que unidad siempre se realizó en torno a Inglaterra, la zona económicamente más avanzada de la entidad política. Así, por ejemplo, mientras la Revolución Industrial transformaba la estructura económica de Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVIII y una segunda etapa de esta revolución volvía a hacerlo hacía los años 1820-1850, Irlanda seguía siendo un país predominantemente agrícola. En síntesis, lo que podría llamarse el “núcleo duro” tanto de Gran Bretaña como del Reino Unido, seguía siendo el viejo reino de Inglaterra.

Parlamento y Monarquía: con la llegada de Carlos II(1660), el marco constitucional que se estaba definiendo lo hacía equilibrando fuerzas contrarias. Por un lado las favorables a la autoridad de la monarquía y la dinastía, fruto de las cuales emerge la Restauración. Y por otro, las que destacan los límites al ejercicio de esa autoridad real, se amparaban en las viejas tradiciones y costumbres británicas, y en la common law. A esta segunda fuerza parlamentaria pertenecían el teólogo anglicano Richard Hooker( autor de una serie de escritos publicados a partir de 1594 bajo el título de Of the laws of Ecclesiastical Polity , reivindicaba el carácter normativo de la ley natural como expresión de la ley divina y prisma desde el que debían leerse las Sagradas Escrituras; los cristianos estaban sometidos a la ley humana positiva basada en el consenso de los súbditos, que deciden sobre el gobierno en concordancia con la ley natural; planteaba una capacidad limitativa del gobierno ejercida por la propia iglesia anglicana) y el juez, médico y tratadista William Petty( autor de escritos políticos como los publicados en 1690 en su Discourse on Political Arithmetic, contribuyó a asentar el tradicional contractualismo británico a partir de su crítica a las injerencias monárquicas en la economía por medio de la alteración de la moneda y las limitaciones a la actividad económica en general). Ambos actualizan el tradicional debate en que se habían movido las relaciones entre monarquía y parlamento en Inglaterra desde la Baja Edad Media, cuando la Corona apelaba a la doctrina de la necesidad para justificar sus demandas pecuniarias al parlamento y éste se parapetaba en el tradicional contractualismo británico, asentado en la Carta Magna, para limitar las demandas del monarca.

-Inglaterra: la restauración monárquica en Carlos II no resolvió algunos de los graves problemas que habían tanto en el terreno político, como religioso, hacendístico, social y constitucional. Estos problemas incitaron a la revolución en 1688. Ya antes de la sucesión de Carlos II, el temor a que su sucesor fuera un católico había suscitado la oposición de las elites anglicanas. Shaftesbury y Locke desarrollaron un enorme activismo político en los años 60, 70 y 80 del siglo XVII, y los whig estuvieron detrás de cada conspiración para derrocar al rey, utilizando la propaganda política. A los católicos se les asociaba a las ideas de absolutismo, intransigencia y conspiración tiranicida. El rumor sobre un complot católico (Popish Plot)sirvió de pretexto para aprobar una legislación (Test Acts)que excluía del gobierno, la administración y las universidades a los católicos y a los grupos sectarios del protestantismo. La propaganda anticatólica aun fue más intensa después de que Luis XIV revocara el Edicto de Nantes y el católico Jacobo Estuardo(duque de York) sucediera a su hermano Carlos II (1685), que había sido el artífice y protagonista de la represión de las insurrecciones whigs de 1683(Rye House Plot) y 1685(Rebelión de Monmouth y de Argyll). Para entonces la monarquía había desplegado iniciativas tendentes a lograr una mayor concentración de poder en el rey y a disminuir el peso de las instituciones representativas, las corporaciones y la participación de los territorios no ingleses en los destinos de la Corona. Había suspendido las convocatorias del parlamento y cuando se celebraron elecciones en 1685, el rey influye en las mismas, reduciéndose a la mitad la presencia whig en el parlamento. JacoboII desarrolla una acción de gobierno favorable a los católicos y de fortalecimiento de la autoridad real. Impulsa la participación católica en las instituciones y franquea el acceso de sus correligionarios a dos bastiones anglicanos como eran Oxford y Cambridge. También intentó, aunque inútilmente, abolir el Habeas Corpus Act de 1679, que implicaba una limitación a la Corona por el más alto tribunal británico(King's Blench) custodio

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