ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

El gran Acercamiento a la obra de Cristobal de Villalpando

Sophie TREnsayo17 de Noviembre de 2015

5.731 Palabras (23 Páginas)467 Visitas

Página 1 de 23

[pic 1]

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE QUERÉTARO

FACULTAD DE BELLAS ARTES

LICENCIATURA EN RESTAURACION DE BIENES MUEBLES.

HISTORIA DEL ARTE MEXICANO IV

UN ACERCAMIENTO A CRISTOBAL DE VILLALPANDO

Sofía del Carmen Tapia Romero

18 de noviembre de 2014

Santiago de Querétaro, Querétaro


ÍNDICE

Introducción

Antecedentes históricos

  • La pintura del siglo XVII y XVIII.
  • Vida de Cristóbal de Villalpando
  • Obras y  trabajos destacables

Obras con Análisis de composición

  • “La Lactación de Santo Domingo”
  • Descripción de la obra
  • Explicación de la obra
  • Análisis compositivo

  • “Los desposorios de la Virgen y San José”
  • Descripción de la obra
  • Explicación de la obra
  • Análisis compositivo

Conclusiones

Bibliografía


INTRODUCCIÓN

Para acercarse un poco al artísta, hay que reconocer en la pintura virreinal hispanoaméricana algunos nombres como el de Cristobal de Villalpando entre otros, realizaron grandes esfuerzos para recrear un mundo poético particular y propio con los recursos que tenían a su alcance en la medida que este momento histórico se los permitiera.

De los maestros europeos- Durero, Tiziano, Rubens, Murillo, Zurbarán, Valdés Leal, a través de grabados, se hizo la Escuela Mexicana Virreinal. Sin el arte del grabado, no existiría la pintura Hispanoamericana, o hubiese sido otro tipo de arte. Grandes pintores europeos de los siglos XVI y XVII resucitarán. Encontrándose en América, repetidos y copiados, que andarían reconociendo sus obras por todas partes.

De los grabados se tomaba la composición, ya que el color era elaborado aquí, siendo una característica fundamental para reconocer y distinguir la técnica de cada artista virreinal, el dibujo, la expresión y los personajes de la época, mostrarían con qué ojos miraba cada pintor virreinal(…)  (Maza,1964;1)

En la Nueva España ni hubo genios ni creación propia, existieron talentos y personalidades, sin olvidar rebeldes y alguno que otro desobediente, siendo nuestras glorias virreinales. Quizás no se tuvieron genios como Leonardo Da Vinci o Velázquez, ya que había varios temas y personajes repetido por como estaba regida la Nueva España, un poder absoluto de la Iglesia; sino fuera que algunos pintores se inclinaron por el retrato colonial y temas más civiles, la producción artística se hubiese limitado a un solo género pictórico. (Maza,1964;2)

 ANTECEDENTES HISTÓRICOS

        El Arte Virreinal se desarrolló en el continente Americano  con los frescos de los conventos del siglo XVI (Aproximadamente entre los años 1524 hasta 1810),  los cuales fueron proyectados con un plan religioso-político;  escenas de la Conquista y la Evangelización cuya finalidad de sus gobernantes era crear un nuevo estilo de vida, una nueva sociedad que reflejara costumbres europeas.

La Iglesia Católica patrocinó el desarrollo de las artes. En el infirme se explicará el desarrollo que tuvo la escultura y la pintura en este arte, así como sus características, exponentes y sus obras más representativas.

Una vez que España conquistó y sometió a los pueblos indígenas de América procedió a eliminar las manifestaciones culturales de los pueblos americanos y en su lugar se implantó en definitiva, el elemento social y cultural de España en el nuevo continente. Es cierto que sobrevivieron muchos elementos y tradiciones precolombinas durante el periodo colonial, sin embargo, en el mayor de los casos esas tradiciones se entremezclaron con los rasgos culturales españoles formando a la larga una cultura sincrética en América, aunque claro, esta fue dominada por la influencia española.

Durante el periodo de fundación de la Nueva España, se mezclan dos culturas, provocando esta unión un cambio radical en sus concepciones vitales, estas culturas eran:

  • Por una parte, el conquistador militar y el espiritual, representado por la Corona Española y La Iglesia Católica que tenia la oportunidad de crear una nueva sociedad en el territorio recién conquistado: un nuevo estilo de vida
  • Por otra parte los indígenas que vivieron de una manera tajante el cambio en su forma de vida. Se les obligo a olvidar el pasado a rechazar sus creencias ancestrales y adoptar un tipo de vida y una religión ajenas a la suya. (Vaquero, 2012;6)

La unión de estas dos culturas trajo a su favor un desarrollo en ambas culturas, debido a que se complementaron aprendiendo costumbres y conocimiento la una de la otra, pero siempre bajo el dominio de los Españoles.

La pintura del siglo XVII y XVIII.

La pintura monumental sobre lienzo se desarrolló en Nueva España. La base de preparación cambia de la "gacha" a la aguacola sobre la que se encuentra la imprimación de almagre molido con aceite de linaza hasta mediados del siglo XVIII y cambia a preparaciones pardas de gris ocre o verdoso. Colorido más vivo, alumbrado más intenso y uniforme. Fuertes contrastes de luces y sombras. Temas más alegres: éxtasis, glorificación de santos, apariciones, etcétera. Rostros de vírgenes y santos bellos y bondadosos que inspiran devoción. Glorificación de la Iglesia y sus dogmas. Influencia de Zurbarán en la luminosidad, efectos visuales casi monocromáticos. A través de los siglos la pintura se caracterizó por las corrientes estilísticas y el contenido iconográfico así como por sus propias características técnicas.

En la Nueva España del siglo XVII las decoraciones parietales al temple y aun los escasos ejemplos de óleo mural, ocupan el puesto de los frescos elaborados en los primeros años de la Colonia; más tarde, al finalizar dicho siglo, son grandes pinturas sobre lienzo las que recubren, a veces en su totalidad, los desnudos muros de templos y conventos. (Vaquero, 2012; 36)

A partir de los últimos años del siglo XVII la pintura de tamaño monumental sobre lienzo se desarrolla en Nueva España. En cuanto a la base de preparación de los lienzos vemos que después del siglo XVI desaparece la “gacha”, que no es otra cosa que un engrudo de harina de trigo y miel, a lo que suponemos que en Nueva España se le llamo “talvina”, la que fue sustituida por el aparejo de aguacola, sobre la que se encuentra la imprimación de almagre molido con aceite de linaza, cuyo uso fue constante en Madrid en los albores del siglo XVII.

Hasta mediados del siglo XVIII en el arte Virreinal, fue común el uso de almagre o de la tierra roja para la imprimación de los lienzos; a partir de esa fecha, se pintó con más libertad sobre preparaciones un poco mas pardas, donde casi siempre domina el tono general del fondo, por lo común de un gris ocre o verdoso, y solo los maestros más famosos continúan con la tradición.

El medio físico del país como el ambiente moral producido por la tranquilidad y prosperidad de la Nueva España determinaron que los pintores comenzaran a apartarse de la influencia de los del primer periodo y abandonaran los colores obscuros, el claroscuro intenso, los tonos sombríos y hasta los asuntos doloroso como tema del martirio de los Santos, buscando un colorido más vivo, más cerca del centro del espectro y un alumbrado más intenso y uniforme, produciendo cuadros más alegres en el aspecto y en sus asuntos, que fueron de preferencia éxtasis, glorificación de Santos, apariciones, etcétera. En esta época tuvieron una gran influencia los pintores Rubens y Murillo, no solo en la paleta, sino también en los temáticas iguales, pues llegaron a la Nueva España copias y muchos grabados de sus obras que sirvieron muchas veces como pautas para las pinturas que aquí se hicieron.

Las escenas violentas, los martirios de Santos, que tanto se pintaron en el primer periodo, y los buenos estudios de dibujo anatómico y de claroscuro, no fueron buscados ni gustados; por lo que los motivos más pedidos fueron rostros Vírgenes y de Santos bellos, bondadosos y que inspiraran devoción; escenas místicas, tiernas y amables; visiones celestiales así como la glorificación de la Iglesia y sus dogmas. (Vaquero, 2012; 40)

A partir de segundo tercio del siglo XVII se presenta un cambio radical en la luminosidad de la pintura de caballete. Debido a la influencia Española, se trata de recrear el efecto de la luz sobre los objetos, generando fuertes contrastes entre luces y sombras, siguiendo la moda implantada dentro del arte español por Francisco de Zurbarán, y dando por lo tanto, los efectos visuales casi monocromáticos en los que las zonas oscuras o sin luz ganarán terreno en la superficie de las obras pictóricas, centrándose por lo general, dichas zonas de luz, en los personajes representados.

El arte novohispano del siglo XVII y primer tercio del siglo XVIII, sufre un cambio total en la concepción del uso del color y la luz en los lienzos, reflejando el uso del reflejo de la luz sobre los objetos, creando atmosferas claras con gran brillantez y en las que cada elemento de la obra tiene valores cromáticos propios.

Para lograr estos efectos, el maestro pintor contó con una paleta mucho más rica que de la de sus antecesores, en la cual el blanco pierde su predominio para sustituirse por tonos de mayor calidez óptica como la laca de granza, el verde de cobre (rodosinato de cobre) y la malaquita. Aunque el número de pigmentos en esta época no sobrepasa quince, el resultado que obtuvieron los pintores de la época virreinal en sus capas pictóricas fue de una gran riqueza cromática.

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (36 Kb) pdf (762 Kb) docx (877 Kb)
Leer 22 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com