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HISTORIA DE LAS INSTITUCIONES ADMINISTRATIVAS I


Enviado por   •  2 de Enero de 2018  •  Ensayos  •  1.424 Palabras (6 Páginas)  •  163 Visitas

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ESCUELA NACIONAL DE ARCHIVEROS

HISTORIA DE LAS INSTITUCIONES ADMINISTRATIVAS I

ALUMNO: MIGUEL AGUIRRE, REYNER

PROFESOR: ARRAMBIDE CRUZ, VICTOR

“ENSAYO”

TITULO DEL ENSAYO:  LA ENCOMIENDA

31 de Octubre 2017


LAS ENCOMIENDAS

Las encomiendas constituyeron una institución principal en las primeras décadas de la colonización del Perú que articularon las relaciones entre los españoles y los indígenas, cuyo fundamento jurídico es la obligación de los indígenas a pagar tributos a la Corona de Castilla en su condición de vasallos libres del rey.

Los encomenderos tenían como deber el pago del adoctrinamiento de los curas o sacerdotes doctrineros en su misión evangelizadora de los indígenas y cumplir con la carga militar, es decir, acudir armados y en caballos para defender las tierras cada vez que las autoridades lo soliciten en casos de levantamientos (rebeliones) o ataques de otra índole.

Además, los encomenderos debían de brindar un buen trato, sin pretender que los indígenas realicen trabajos forzados al límite de la esclavitud, aunque esta premisa jamás se cumpliese, ya que, la organización económica y social se basaba esencialmente en el trabajo indígena incorporándose al proceso económico y productivo en calidad de asalariados y no de esclavos.

La encomienda se entendía como el derecho de un súbdito español llamado encomendero, otorgado por el rey, en retribución de los servicios prestados a la Corona para recaudar los tributos e impuestos por los trabajos que los indígenas debían de pagar a dicha Corona, pero a cambio, el encomendero estaba obligado a cuidar espiritual y terrenalmente de sus encomendados indígenas educándolos en la fe cristiana. Dichos indígenas tributaban en especie con el producto de sus tierras o en servicios personales (trabajo en los predios o minas) al encomendero.

Tal es así que los encomenderos empleaban la fuerza del trabajo indígena para la edificación de sus casas, servicios domésticos, cultivo de chacras, como medio de transporte de sus cargas, en las guerras y exploraciones territoriales y trabajos infrahumanos en las minas y lavaderos de metales preciosos.

Hasta el año 1550, el cobro de tributos se efectuó sin ningún orden ni sistema organizado y por ello, los españoles usaron de todo cuanto podían para satisfacer su insaciable e inhumana voracidad. A mediados del siglo XVI existía en el Perú 480 encomiendas, cuando el virrey Toledo entrego el mando a su sucesor en 1581, dejó registrados un número de 695 encomiendas con 325,899 indígenas encomendados cuyos tributos anuales sumaban 1’506, 290 pesos de oro; de los cuales 301,258 pertenecerían al rey por derecho de Quintos y quedando 1’205,032 pesos de renta para los encomenderos.

Aunque en realidad, poco importó que los encomenderos no fuesen dueños de la tierra, ya que, se valían de otros modos de apropiarse cuando fuese necesario. A principios del siglo XVIII, la encomienda había perdido su función institucional; ya no tenía como objetivo el apoyo militar en la acción conquistadora, tampoco tenía sentido como base y estímulo de poblamiento y asentamiento territoriales.

La misión evangelizadora con la que teóricamente se hubo establecido había sido escandalosamente desvirtuada por los encomenderos. En 1701 se ordenó la incorporación al fisco de todas las encomiendas cuyos titulares no residiesen en América y dos años más tarde se ordenó que la mitad de las rentas que producían pasasen a las cajas reales, exceptuándose a los herederos de los primeros conquistadores, a las encomiendas que se concedieron por compra y a los que no sobrepasaban de una renta anual de 200 pesos. En 1707 fueron incorporadas a la Corona todas las encomiendas que contaban con menos de 25 indígenas tributarios, pagándose al titular el producto de la renta, como compensación. Y el 23 de noviembre de 1718, una ordenanza real declaraba oficialmente expirada esta abominable e injusta institución colonial que causó tanto daño e infelicidad a la población indígena. 

La encomienda, como aparato organizador de la mano de obra indígena, produjo cambios en la distribución de la población y además el consumo de productos (hasta desconocidos por los indígenas) para el abastecimiento de la población.
Este sistema se implementó con doble finalidad de obtener riquezas e integrar al indígena a la cultura española por medio de la evangelización y la prédica de costumbres cristianas.

Lo anteriormente señalado permite analizar como influyeron las organizaciones socioeconómicas españolas en la sociedad indígena y de qué forma el estilo de vida indígena se vio alterado ante la inclusión y producción de productos europeos, y sobre todo, conocer las modalidades en que la cultura española efectivizó su dominio en el aspecto religioso.

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