ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Hipotesis De Trabajo


Enviado por   •  30 de Junio de 2015  •  2.901 Palabras (12 Páginas)  •  541 Visitas

Página 1 de 12

En esta hipótesis de trabajo trataremos de establecer las consecuencias de la llegada de los españoles a América, ya que este acontecimiento trajo aparejado un sinfín de cambios tanto a nivel sociocultural como en otros aspectos, estas civilizaciones se vieron invadidas en todo el contexto de la palabra ya que sus creencias ,costumbres y organizaciones se vieron tomadas completamente por los españoles, entonces nos hacemos la siguiente pregunta ¿la llegada de los españoles devasto la organización azteca?

LOS AZTECAS

ANTES DEL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA

"Antes de la invasión española el trabajo de los metales en el territorio seguía una constante, sin importar de qué región o época estemos hablando". La orfebrería era abundante antes de que los españoles llegaran cada cultura o comunidad indígena la trabajaba de diferentes maneras y hacían diferentes artículos como: punzones, cinceles, hachas, agujas, anzuelos; estos objetos los realizaban con mensajes o contenidos simbólicos que podían transmitir figuras de dioses u ofrendas ofrecidas a algún dios.

Los pueblos que habitaban América antes de la conquista habían alcanzado a desarrollar sociedades urbanas, mientras que otros sólo practicaban una agricultura simple o se dedicaban a la caza y la recolección. Los aztecas construyeron complejas obras de riego, aplicaron técnicas agrícolas y organizaron estados teocráticos. También inventaron un calendario de 365 días (mientras que Europa se guiaba por el gregoriano, menos exacto que el maya) y un alfabeto. Pero quizás, lo que más se destaca sea la ciudad de Teotihuacán que en el año 500 d.C. era la ciudad más grande del mundo con 200.000 habitantes.

Hasta la invasión, los aborígenes se aseguraban los alimentos y los bienes necesarios para vivir a través de relaciones de reciprocidad y redistribución. La primera, consistía en la práctica de la solidaridad y ayuda mutua entre los miembros de la comunidad. Se ayudaban entre sí a cultivar y a cosechar. Mientras que la redistribución, consistía en el cobro de fuertes tributos en productos y en trabajo que eran contabilizados para determinar en que zonas sobraban o faltaban alimentos para luego distribuirlos en las poblaciones más necesitadas. Esto confirma el espíritu comunitario de los pueblos aborígenes americanos.

Eran comunidades que sobrevivían de los cultivos de maíz, tabaco y chile. Los aztecas, y tal vez ya los teotihuacanos mil años antes, hablaban una lengua llamada náhuatl, la escritura mezclaba pictogramas, ideogramas y signos fonéticos, en sus escritos queda reflejada su propia historia, geografía, economía, religión. Según los aztecas el mundo fue creado y destruido cuatro veces. Luego fue creado por los dioses por quinta vez; ellos hicieron la tierra y la separaron del cielo, gracias a sus observaciones determinaron con gran precisión las revoluciones del sol, de la luna, de Venus, y, tal vez, de Marte; agruparon las estrellas en constelaciones (que no coinciden con las nuestras); conocieron la existencia de los cometas; la frecuencia de los eclipses de sol y de luna; y pudieron crear un complejo calendario. Gracias a sus conocimientos de física los orfebres pudieron emplear varias técnicas en su trabajo (como la de la cera perdida), fundir oro con la plata, etc. Elaboraban todo tipo de figuras y adornos pulseras, collares, pectorales, pendientes, Frecuentemente el metal se combinaba con piedras preciosas (turquesa, amatista, jade, cristal de roca) o con conchas.

El imperio azteca creció sobre las ruinas de civilizaciones anteriores en el valle central del actual México. En el momento de su apogeo (que coincide con la llegada de los españoles), el imperio abarcaba un vasto territorio que se extendía desde el sur de los Estados Unidos hasta Guatemala. Los aztecas asimilaron la cultura y la religión de los toltecas, una civilización antigua que había dejado su huella trescientos años antes en el valle de México. Los toltecas a su vez asimilaron rasgos culturales y religiosos de los teotihuacanos, cuyo centro ceremonial más significativo se encontraba en Teotihuacán, al norte de lo que es hoy la ciudad de México. El mito de fundación azteca propone que los dioses ordenaron a los mexicas fundar su capital en un lugar donde vieran un águila comiendo una serpiente sobre un nopal (un tipo de cactus). La escena ocurrió, según el mito, en una isla en medio del lago Texcoco, donde los aztecas establecieron la capital de su imperio, Tenochtitlán (la escena es el escudo oficial del México moderno, y se reproduce en su bandera). La ciudad de Tenochtitlán fue fundada en 1325 por los mexicas, quienes se consideraban herederos del dios Quetzalcóatl. El nombre “azteca” es de factura posterior a la conquista, y alude a Aztlán, la tierra mítica original de este pueblo de México, a quienes debería llamarse en propiedad “mexicas” o “tenochcas”. De su lengua, el náhuatl, se han incorporado algunos vocablos al español: ‘chocolate’, ‘maíz’, ‘coyote’, tomate’ y ‘comal’, entre otros.

En el siglo XV los aztecas expandieron su influencia hasta los límites geográficos ya mencionados, impulsados por una súbita explosión demográfica, una clase alta militarizada, y la naturaleza guerrera del culto azteca al dios Huitzilopochtli. Esta deidad solar guerrera requería alimentarse con la esencia de la vida, que se encontraba solamente en la sangre humana. Los aztecas creían que el universo se sustentaba con el sacrificio humano. La guerra y el tributo de seres humanos impuesto a los pueblos conquistados eran maneras de obtener prisioneros para sacrificar a su dios. Los españoles luego justificarían la conquista de la nación azteca debido a la naturaleza “salvaje” de los indígenas, ejemplificada principalmente en la práctica del sacrificio humano.

Los aztecas son la última cultura indígena del antiguo Méjico, fueron una tribu guerrera, con dioses poderosos y sanguinarios, y la prueba esta en su arte. La Coatlicue máxima, de la antigua Tenochtitlán y sus esplendidos templos y palacios que se elevaban gallardamente sobre el lago Texcoco, no ha quedado piedra sobre piedra, pero dicha estatua representativa es conducto, comunicante para llegar a la existencia y esencia de ese pueblo.

La Coatlicue simboliza la diosa de la vida y de la muerte _la “gran paridora y destructora”_, el principio y el fin. Su cabeza la forman dos serpientes de lengua bífida, su cuerpo esta surcado de chorros de sangre, del cuello pende un collar de manos cortada, y en el pecho aparece una cabeza de búho, signo de la muerte; sus garras son de fiera. Las constantes

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (17.3 Kb)  
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com