Historia De La Educacion

HISTORIA DE LA EDUCACIÓN 1. DE LA ANTIGÜEDAD AL 1500.

MARIO ALIGHIERO MANACORDA

EL APRENDIZAJE EN LAS CORPORACIONES.

Desde el punto de vista de la historia de la educación estos siglos se ha visto como los siglos del surgimiento de los maestros libres y de las universidades, del nacimiento de los municipios y de las corporaciones de artes y oficios en los que surgen nuevos modos de producción en donde la relación entre ciencia y el trabajo manual está más desarrollada. Por ello se requería de un proceso formativo en el que la simple observación e imitación ya empieza a ser insuficiente, distinguiendo la escuela como un “lugar de los adolescentes” de la convivencia de adolescentes y adultos en el trabajo.

El campo pierde los oficios que todavía sobrevivían, ejercidos antes por los prebendarios o serviministeriales de las cortes señoriales. Estos siervos se transfieren a la ciudad y los grupos de los que ejercen un mismo oficio se consolidan y se expanden, y empiezan a elaborarse a partir de las antiguas costumbres unos estatutos que llegarán a tener la aprobación del poder público.

En estos estatutos, hay numerosas normas que regulan no sólo las relaciones externas del oficio o corporación con el poder público y con el mercado, sino también las relaciones internas entre los trabajadores, del numero y de la edad de los discípulos, de la duración del aprendizaje, del pago por el aprendizaje , del mantenimiento cotidiano del aprendiz, y de las pruebas finales , en las cuales, a través de la ejecución de la “obra maestra”, el aprendiz era aceptado entre los maestros y podía ejercer el oficio por su cuenta.

Los aprendices, a diferencia de los jornaleros asalariados, son para todos los efectos unos discípulos, distinguen a los ancianos y patrones de los jóvenes, teniendo estrechamente una relación educativa: magistri y discipuli; estos últimos participan en el trabajo, pero en vistas a la adquisición de los conocimientos y habilidades de la profesión. No existe un lugar separado, distinto del lugar de trabajo de los adultos, donde los adolescentes aprendan, no existe una escuela del trabajo ya que el mismo trabajo es la escuela; pero van creciendo los aspectos intelectuales, en general no hay una pedagogía del trabajo.

El preboste de París recoge de viva voz de todos los oficios las costumbres tradicionales, se nos dice cuántos aprendices podía tener cada maestro: además de los componentes de la familia, generalmente se solía exigir que no tuviera precedentes penales, y se exigía además que fueran nacidos de matrimonio legítimo.

El ingreso a un trabajo se hacía bajo la forma de

un verdadero y propio contrato, al cual asistían como testimonios dos expertos de aquel arte. El aprendiza debía pagar por la enseñanza que recibía, además del rendimiento progresivo en su trabajo. Pero no siempre este pago podía realizarse, dada la pobreza media de las familias de los aprendices; por esto muy a menudo el maestro puede tomar un aprendiz por un determinado número de años. Diversa era también la edad en que podía empezar el aprendizaje. Según el contrato el aprendiz se convertía en una especie de propiedad temporal del maestro, el cual podía incluso venderlo o alquilarlo a otros maestros por causas de fuerza mayor , entre los que se encuentran estar enfermo, si se va a ultramar, si abandona la actividad o por pobreza. También tenía en cuenta los derechos del aprendiz como el estar los miembros de la comunidad del arte obligados

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