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Historia del cristianismo en America Latina


Enviado por   •  26 de Agosto de 2020  •  Apuntes  •  8.212 Palabras (33 Páginas)  •  203 Visitas

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1. Bosquejar la conquista y establecimiento presentados en el cap 2

LOS PRIMEROS ESFUERZOS MISIONEROS ORGANIZADOS

El protestantismo tardó mucho en adquirir conciencia de su deber de testimonio al mundo, y de manifestar un profundo celo misionero. Recién a fines del siglo XVIII, aparece con gran fuerza este espíritu dentro del protestantismo europeo. Durante el siglo XIX, el celo misionero fue característico de la mayoría de las denominaciones protestantes de Europa y Norteamérica.

Sin embargo, no fueron muchos los protestantes que durante este siglo pensaron en América Latina como campo misionero. Como se indicó, muchas iglesias establecidas en Europa consideraban al continente latinoamericano como ya evangelizado y cristianizado por la Iglesia Católica Romana. Sus sociedades misioneras preferían realizar su obra en los nuevos territorios abiertos al avance del imperialismo europeo (británico, francés, alemán, belga) o norteamericano, y que se encontraban sumidos en el paganismo y la barbarie. En algunos lugares de Asia, África y Oceanía el catolicismo jamás había llegado, o bien, su penetración no había sido suficientemente profunda. La tendencia a mantener a América Latina fuera de la agenda misionera protestante duró mucho tiempo, y se expresó incluso en la Conferencia Misionera Mundial, celebrada en Edimburgo en 1910, donde el continente no figuró entre los campos misioneros considerados. Por otro lado, en el caso de las sociedades misioneras norteamericanas, la empresa misionera se vio un tanto frenada hasta 1865 debido a los problemas generados por la Guerra de Secesión (1861-1865). Las grandes denominaciones protestantes norteamericanas tenían sus fuerzas divididas por la confrontación entre el norte y el sur. Al terminar el conflicto interno en los Estados Unidos, las sociedades misioneras pudieron reforzar sus programas foráneos. En el caso de las iglesias europeas, éstas sólo apoyaron a sus residentes e inmigrantes en América Latina, ya que consideraban al continente como territorio católico romano, y limitaron su trabajo misionero a la conversión de los indígenas no alcanzados por el catolicismo.

LOS FACTORES

Se pueden identificar varios factores que contribuyeron a hacer posible la venida de los misioneros, especialmente los norteamericanos, y su establecimiento durante este período.

Imperialismo político y económico. Terminada la Guerra de Secesión (1865), los Estados Unidos fueron ocupando el lugar de Inglaterra como primera potencia en el mundo. El imperialismo norteamericano fue diferente del español y del británico. Nació de intereses más bien expansionistas, bajo la convicción de que se estaba cumpliendo con un designio divino en la historia.

El imperialismo español surgió de un interés tanto político como económico, junto con el deseo de expandir su fe cristiana. Las aspiraciones de los conquistadores eran militares, imperiales, económicas y espirituales sin diferenciación. El Estado estuvo al frente de la expansión imperialista, y los diversos objetivos estuvieron mezclados. El imperialismo británico, por el contrario, partió de intereses exclusivamente económicos, y generalmente estuvo en manos privadas. Las inquietudes religiosas fueron acompañando a su expansión comercial en forma paralela, pero diferenciada. Incluso en algunos casos los comerciantes vieron en los misioneros una amenaza para sus intereses económicos. En el imperialismo norteamericano la empresa expansionista y misionera fueron expresión de una misma actitud paternalista y mesiánica. Orlando E. Costas afirma: “En muchos casos, la empresa misionera ha sido usada como una justificación y un pretexto para la dominación de la gente. La interrelación entre misión, tecnología e imperialismo es bien conocida. Las ambiciones expansionistas de los países poderosos militar y económicamente han sido siempre acompañadas por un interés misionero. A la sombra de la influencia estadounidense, la actividad misionera protestante se vio beneficiada. Los Estados Unidos se convirtieron en el mayor acreedor de las repúblicas latinoamericanas, por lo que sus gobiernos se sintieron moralmente obligados a facilitar más que entorpecer la penetración del protestantismo. De este modo, al paternalismo político y económico sucedió el paternalismo religioso. Los misioneros de las iglesias norteamericanas comenzaron a propagar su fe en América Latina, fundando iglesias que fueron un calco de las de su país de origen. Esto llevó a que antes de terminar el siglo XIX ya había obras misioneras de origen evangélico norteamericano en todos los países de América Latina, con excepción de la Guayana Francesa.

“Destino manifiesto". La mayoría de los misioneros llegados durante este período venían embebidos de la ideología del “destino manifiesto” norteamericano. Esta ideología se fue gestando en los Estados Unidos hacia 1845, y expresaba la convicción dé los blancos norteamericanos de que su país tenía un propósito asignado por Dios de guiar al resto del mundo por el camino del progreso y la libertad. Esto era interpretado como particularmente cierto en el caso de América Latina, en razón de la aplicación de la Doctrina Monroe y de la supuesta misión de los Estados Unidos de defender el continente de toda agresión de una potencia europea. La ideología del "destino manifiesto” tuvo una expresión cabal en el expansionismo norteamericano hacia México y en la apropiación injusta del territorio mexicano. En 1848 conversionistas del sur de Estados Unidos (bautistas, metodistas y presbiterianos) no sólo justificaron teológicamente la apropiación injusta de estos territorios, sino que aprovecharon para enviar gran cantidad de predicadores y misioneros a los nuevos territorios y a México. Se consideraba que estos acontecimientos eran providenciales, y que Dios había abierto una "gran puerta" para la predicación del Evangelio en estas tierras.

LOS PIONEROS

Además de las sociedades bíblicas, ya consideradas, algunas denominaciones protestantes manifestaron su inquietud de misionar en América Latina. Tales inquietudes se concretaron a partir de la cuarta década del siglo pasado. Los nombres de sus protagonistas principales representan las tradiciones denominacionales diferentes, que han ejercido una influencia protestante permanente en la vida espiritual de América Latina. Alien Francis Gardiner. El primero de estos pioneros fue un oficial de la Armada Real Británica, el capitán Alien F. Gardiner (1794-1851), quien fue el primer anglicano que trabajó como misionero en América Latina.17 Su sacrificio abnegado y su martirio señalan uno de los episodios más conmovedores de la historia de las misiones. “Su historia es la de uno de los misioneros más dedicados que el mundo jamás haya conocido.”18 Gardiner fue uno de los misioneros más intrépidos y tenaces que actuaron en el continente, a pesar de que todos sus esfuerzos terminaron en frustración y él mismo acabó su vida en forma trágica. “A los ojos del hombre mundano su vida habría parecido una continua sucesión de fracasos."19 Su ministerio abarca un período llamada más tarde Sociedad Misionera Sudamericana que va desde 1834 a 1851. americana. La primera empresa de la flamante Sociedad Misionera Sudamericana la llevó a cabo Gardiner en la Patagonia argentina, en 1845. Acompañado por un maestro de escuela, Roberto Hunt, como catequista, intentó establecer una estación misionera en Puerto Oazy. Pero se vio forzado a regresar a Inglaterra debido a la hostilidad de los indígenas. Una vez niás retornó al continente latinoamericano Para intentar nuevos esfuerzos misioneros en Chile y Bolivia, pero otra vez si n resultados positivos. En 1846, Gardiner llegó a Bolivia, donde procuró alcanzar a los indígenas. En La Paz obtuvo permiso oficial para evangelizarlos, pero absteniéndose de hacer proselitismo entre los católicos. En 1850 Gardiner llegó a Tierra del Fuego acompañado por otros seis ayudantes: Juan Maidment{catequista), Ricardo Williams (médico metodista), José Erwin (carpintero), y los marineros Badcock, Bryanty Pearce. Desembarcaron en la ensenada Banner. Llevaban provisiones para seis meses, luego de los cuales un barco pasaría a recogerlos. Pero este barco no llegó a tiempo. Cuando en octubre de 1851 una expedición salió en busca de los misioneros, sólo encontró sus cadáveres. El escorbuto y el hambre habían terminado con ellos y con los planes misioneros de Gardiner. David Trumbull. El segundo pionero fue el norteamericano David Trumbull (m. 1889), a quien se lo puede considerar como el verdadero fundador de la obra protestante chilena en lengua

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