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LA INVESTIGACION EDUCATIVA EN SOCIOLOGIA Carlos Lerena Alesón Y Mariano Fernández Enguita


Enviado por   •  10 de Octubre de 2014  •  1.945 Palabras (8 Páginas)  •  733 Visitas

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LA INVESTIGACION EDUCATIVA EN SOCIOLOGIA

Carlos Lerena Alesón Y Mariano Fernández Enguita

La sociología de la educación, como la sociología en su conjunto, tiene por objeto el

análisis de la realidad. Pero la realidad presenta figuras distintas según el esquema conceptual

desde el que la abordemos.

Las principales corrientes de la sociología de la educación

La escuela que, en lo fundamental, es la educación tiene múltiples funciones. Por ejemplo la descomposición de su función de socialización, en socialización política, socialización para el trabajo, socialización para el desempeño de papeles familiares adultos, etc. Como mecanismo de producción, la institución escolar recibe un "material semielaborado", los niños y jóvenes, y los transforma, para bien o para mal, en la medida de sus posibilidades y su eficacia. Como mecanismo de distribución, contribuye a asignarlos a distintas posiciones sociales, particularmente en lo que concierne al mundo desempleo. Como mecanismo de producción, nos interesa esencialmente saber qué ocurre dentro dela escuela, aunque luego lo expliquemos en todo o en parte en virtud de fuerzas que se sitúan fuera de ella. Como mecanismo de distribución, lo que nos interesa son, sobre todo, los flujos dela escuela hacia las distintas posiciones de la vida adulta. Hay que añadir que la escuela produce otras cosas que modificaciones en su público --por ejemplo, conocimiento, si tomamos el término "escuela" en su sentido más amplio, como equivalente del sistema educativo-- y también distribuye otras --por ejemplo, el conocimiento entre los alumnos.

Podemos distinguir las interpretaciones sociológicas de la escuela como mecanismo de

producción en virtud de su posición ante los binomios estructura/acción social y

armonía/conflicto.

La idea de estructura social, de las relaciones y las instituciones sociales, y la sociología

misma, surgen de la constatación elemental de que la sociedad es algo más que un agregado de

individuos y los procesos sociales algo distinto de una suma de actividades individuales. Esto es

algo en lo que estará de acuerdo cualquier sociólogo. Sin embargo, a partir de aquí se puede

poner el énfasis en el poder de la sociedad sobre los individuos o en la capacidad de éstos para

dar forma a aquélla, en la estructura o en la acción social, en las instituciones o en la actividad

humana, oscilandose así entre una posición determinista y otra voluntarista. En principio,

podemos ubicar a las distintas corrientes sociológicas a lo largo de un contínuo que va del

determinismo al voluntarismo extremos, del estructuralismo al individualismo metodológicos.

Tomando como referencia este binomio encontramos enfoques deterministas, como el

funcionalismo y las teorías de la reproducción, que asignan la máxima importancia al análisis

estructural pero no prestan apenas atención al papel de los agentes en el mantenimiento, la

mediación o el cambio de las relaciones estructurales. Son teorías deterministas. En el extremo

opuesto, y siempre dentro del campo de la sociología de la educación, encontramos el enfoque

interaccionista y las teorías de la resistencia, que ponen más énfasis en la actividad humana y

menos en el papel de las estructuras sociales, o que se limitan a analizar éstas a través de sus

manifestaciones superficiales, de su dimensión cultural o de la interacción directa entre sus

agentes. Son teorías voluntaristas.

Nuestra visión de la sociedad, por otro lado, puede presentarla como un todo armónico

en el que cada parte se integra perfectamente en el todo dando vida a una serie de relaciones de

complementariedad --al estilo de la "solidaridad orgánica" durkheimiana-- o, por el contrario,

como un escenario de conflictos y contradicciones que enfrentan a las partes entre sí y/o a algunas

o la totalidad de ellas con el todo. También en este caso podemos ubicar las teorías sociológicas

a lo largo de una escala contínua que discurra desde la armonía total hasta el conflicto irreductible.

Si atendemos a la escuela como mecanismo de distribución podemos ubicar también a las

corrientes citadas dentro de las mismas coordenadas, pero con ello no agotaríamos los grandes

enfoques existentes. La distinción más importante a este respecto, y siempre entre las teorías

aludidas, sería la que separa a las armonicistas de las conflictuales. Para las primeras, el

funcionalismo y el interaccionismo, la función distribuidora de la escuela, o no es problemática

en sí misma puesto que es esencialmente justa y necesaria --en el caso del funcionalismo--, y lo

único que queda por hacer es constatarla, o cae fuera de la problemática elegida por ser éstafundamentalmente micro, centrada en las relaciones interindividuales --en el caso del

interaccionismo--. Para las segundas, las teorías de la reproducción y de la resistencia, la función

distribuidora es sustancialmente una función reproductora, pero ampliándose el concepto de

reproducción del simple mantenimiento del sistema global a la perpetuación de las posiciones y

las diferencias dentro del mismo --en el caso de las teorías de la reproducción--, o bien sólo está

presente como telón de fondo o corolario de los procesos culturales seguidos por individuos y

grupos

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