La Revolucion Cubana

La Revolución Cubana

Hacia fines de la década del 60 tuvo lugar el fin de la aparente ola democratizadora y reformista que se había abierto en América Latina con el triunfo de los Aliados en la Segunda Guerra Mundial.

Mientras estos hechos tenían lugar, Cuba se convertía en el escenario del único hecho revolucionario que sobreviviría a todo tipo de intervención. El 8 de enero de 1959, el Ejercito Rebelde entraba a la ciudad de La Habana aclamando y vitoreando por una multitud. La Revolución había triunfado y encabezaba la Caravana de la Libertad, ésta fue un punto de inflexión en el devenir de la historia de toda América Latina. Implico una transformación profunda y se constituyo en el ejemplo a seguir por sectores de las sociedades latinoamericanas, que apostaban a terminar con la pobreza, el atraso, las desigualdades sociales y la dependencia económica presentes en la región.

Gestión de la Revolución de 1959

Desde 1930, Cuba se encontraba entrelazada con la figura del militar Fulgencio Batista, quien en 1940 asumió la presidencia cubana. El 10 de marzo de 1952 dio un golpe militar y se hizo cargo del gobierno, suspendió las garantías constitucionales, derogo la Constitución y clausuro el Congreso. Además, reprimió con dureza cualquier manifestación opositora y la persistente injerencia norteamericana en la vida de la isla despertaron en un grupo de estudiantes universitarios la decisión de formar una vanguardia que iniciara la lucha armada para derrocar a Batista. El liderazgo de este agrupamiento recayó en Fidel Castro Ruz.

El 26 de julio de 1953, un grupo de 170 hombres asalto el Cuartel de Moncada con la intención de apropiarse de las armas allí existentes y convocar al pueblo a derrocar al dictador Batista. La toma del Cuarteto fracaso y concluyo con el fusilamiento de algunos de los insurrectos y con la detención y el enjuiciamiento de otros. Este último fue el caso de los hermanos Castro.

Durante su juicio Fidel asumió su propia defensa, en ella realizo un agudo análisis de la realidad cubana y expuso un programa reformista para modificarla.

Ya en libertad se exiliaron en México y antes de su partida fundaron el Movimiento 26 de julio (M26), una vanguardia armada organizada bajo principios nacionalistas y antiimperialistas, y dispuesta a luchar para lograr el derrocamiento de Batista.

Durante su estadía en México, los integrantes del M26 se entrenaron en la táctica de la guerra de guerrillas y sumaron a sus filas a otros jóvenes latinoamericanos como Ernesto “Che” Guevara.

Finalmente el 30 de noviembre de 1956, se fijo como la fecha para el regreso a su país. Sin embargo, el Granma se demoro más de lo previsto y las acciones no pudieron realizarse como fueron planeadas. Con el apoyo de los Estados Unidos las fuerzas Batistas desbarataron el levantamiento civil y luego atacaron al Granma.

Los guerrilleros de la Sierra Maestra

Castro, Guevara y Cienfuegos lograron huir y se instalaron en la Sierra Maestra.

Durante el comienzo de 1957 y hasta fines de 1958, el Ejército Rebelde libro varios combates contra los ejércitos oficiales, entablo relación con las poblaciones campesinas y además, en las ciudades contaba con el apoyo de estudiantes y trabajadores militantes del M26, quienes llevaron adelante actos de sabotaje y movimientos de resistencia cívica.

Durante 1958 comenzó una guerra contra la propiedad y la producción agrícola con la intención de que las elites económicas retirasen su apoyo al régimen dictatorial. Así, bajo el lema “O Batista sin la zafra o la zafra sin Batista”, llevaron adelante la destrucción de varios campos cosechados.

Estados Unidos había enviado armas a la isla, opto por dejar de hacerlo ya que consideraba que Batista era incapaz de manejar la situación y que esa impericia ponía en peligro la vida social de la isla.

A fines de 1958 lograron aislar a las fuerzas gubernamentales y el 30 de diciembre de 1958 el Ejército de Batista se rindió ante el Ejercito del Che Guevara. Ese mismo día el M26 y el Partido Socialista Popular declararon la huelga general. Batista huyo de la isla y el 8 de enero de 1959 Fidel Castro y los revolucionarios entraron en La Habana aclamados.

La Revolución define su rumbo

El pueblo exigía al líder una profunda depuración de todos aquellos que habían participado de un pasado humillante. Así, una de las primeras medidas tomadas fue una ley de confiscación de bienes “mal habidos” y el enjuiciamiento de aquellos acusados de ser responsables de torturas y asesinatos durante la dictadura de Batista. Centenares de los acusados en estos juicios revolucionarios, fueron hallados culpables y luego fusilados.

Fidel Castro designo presidente a Manuel Urrutia Lleó y en 1959 Castro asume en su lugar. Mientras las medidas revolucionarias avanzaban alterando profundamente la realidad socioeconómica cubana, los sectores moderados comenzaron a retirar su apoyo.

La Revolución había definido su rumbo y afianzaba su pertenencia socialista. El 28 de septiembre de 1960 quedaron confirmados los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), quienes debían asumir tareas de vigilancia en sus barrios con el fin de detectar y denunciar posibles acciones contrarrevolucionarias que pusieran en riesgo el proceso iniciado en enero de 1959. También desarrollaron actividades comunitarias como campañas de vacunación, promoción de trabajos voluntarios y acciones de solidaridad internacional.

Los cambios en la vida política de la isla culminaron en 1961, con la fundación de un nuevo partido comunista, conocido como el Partido Comunista Cubano (1965).

Una relación conflictiva

El gobierno revolucionario tomo medidas radicales que provocaron la desconfianza y el malestar de los Estados Unidos. Dicho malestar se agudizo a medida que las autoridades cubanas estrechaban lazos económicos y políticos con la URSS y profundizaban el proceso de nacionalización de la economía de la isla.

La tensión entre Cuba y Estados Unidos creció en 1960 cuando Cuba llevo adelante acciones tales como la firma del primer acuerdo económico con la URSS, la confiscación de las refinerías norteamericanas por su negativa a procesar crudo soviético y la expropiación y confiscación de las propiedades, empresas industriales y entidades bancarias estadounidenses.

Estados Unidos suspendió la importación de azúcar cubana y prohibieron la mayoría de sus exportaciones a la isla.

En 1961, rompieron relaciones con cuba, a partir de entonces el país norteamericano intentaría desestabilizar al gobierno cubano. Para ello conto con la colaboración de un importante número de emigrados cubanos, quienes apoyados por el gobierno que los alojo, lograron un nivel significativo de organización y unidad y se mostraron dispuestos a participar de cualquier iniciativa que propiciara el derrocamiento de Castro y sus aliados. El presidente Eisenhower sumo a sus planes la invasión de la isla.

De Bahía de Cochinos a la crisis de 1962

En enero de 1961 asumió la presidencia Kennedy, si bien no freno la iniciativa de invasión estableció como condición que no participaran de ella soldados norteamericanos. El plan de exiliados era desembarcar con un Consejo Revolucionario, luego hacerse fuerte en la isla y solicitar ayuda a los Estados Unidos con el objetivo de derrocar a castro.

En abril de 1961 la expedición invasora ingreso a la isla por la Bahía de Cochinos, pero rápidamente fueron aplastados por las fuerzas revolucionarias.

A comienzos de 1962, el carácter socialista de la revolución no solo se había afianzado, si no que la presencia soviética en la isla se manifestaba de diversas maneras. Efectivamente, el mundo se entero de la instalación en la tierra cubana de 42 misiles soviéticos de medio alcance, que provoco una crisis política que combino un bloqueo marítimo a Cuba y negociaciones secretas con la URSS. Durante los trece días que duro el conflicto, el gobierno cubano se mantuvo alejado de las negociaciones. Finalmente Kruschev, opto por retirar los misiles a cambio de la promesa norteamericana de no invadir Cuba.

La crisis de los misiles dio por terminada la pretensión norteamericana de intervenir en la política de Cuba y permitió que esta continuase su proceso revolucionario. Esta crisis permitió ver los límites del apoyo soviético a Cuba, a partir de entonces Cuba debió practicar una conducta muy cuidada si pretendía recibir la ayuda soviética.

Construyendo una Cuba socialista

La Revolución de 1959 transformo el orden económico y social del país. El agente fundamental del cambio fue el Estado, quien asumió el papel de propietario y administrador directo de las actividades productivas. Las primeras acciones tomadas por el gobierno revolucionario buscaron disminuir la desocupación, aumentar los salarios y bajar el costo de los alquileres y servicios públicos. Sin embargo, la medida más trascendental fue la firma del decreto de Reforma Agraria. Además, el Estado intento modificar su perfil de país monoproductor y exportador de azúcar. Para alcanzar el pretendido desarrollo industrial y la diversificación agrícola, eran necesarios recursos materiales, dinero y experiencia, todo lo cual escaseaba en la isla y era agravado por el bloqueo comercial impuesto por EE UU. En estas circunstancias, Cuba se volvió cada vez más independiente de los aportes económicos de la URSS. En 1962 la producción de azúcar entro en crisis. Ante estas dificultades, el gobierno comenzó a revisar sus prioridades.

La revolución produjo grandes cambios en las condiciones y nivel de vida de las clases trabajadoras, que

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