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Proyecto estado-nación en el Мéxico independiente del siglo xix


Enviado por   •  20 de Agosto de 2013  •  Tutoriales  •  2.045 Palabras (9 Páginas)  •  553 Visitas

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PROYECTO ESTADO-NACIÓN EN EL MÉXICO INDEPENDIENTE DEL SIGLO XIX

En estos días de serenidad popular, donde todos los compatriotas “debemos estar

contentos” por celebrar los aniversarios tan mencionados, es importante reconocer que los

mexicanos, somos el resultado no necesariamente de luchas emancipadoras, sino más bien de

un levantamiento armado que se cristalizó junto a ciertos tratados que le daban a la patria un

nuevo estatus, un nuevo matiz... “la misma gata pero más revolcada”; como sucede hasta nuestros días.

En el México recién liberado por el colonialismo, existía un clima de incertidumbre por

consolidar la nueva nación; era un “hueso” grandísimo que había que pelear, con demasiados

intereses de por medio. Pero no solo se confrontaban las fuerzas políticas internas, que recién se

consolidaban en ese tiempo, también el fantasma de Estados Unidos y las naciones europeas

que años atrás habían estado saqueando, como en el presente, a América Latina, se disputaban

el botín; en esa lucha se gestaron algunas propuestas para manejar políticamente a la naciente

nación, es en ese aspecto donde se dará énfasis en el presente artículo.

Este escrito no intenta describir el porqué se dio la independencia de México, ni tampoco

el martirizar al indio en su lucha por la emancipación, ni tratar de hacerlos héroes, ni tampoco

hacer ver a los extranjeros como los villanos. Es solo una forma de explicar el proceso de

independencia como uno de los factores para que se diera un proyecto de nación, con sus

propuestas y realidades, y algunas reflexiones sobre el hecho.

En Febrero de 1821, mientras Juan O` Donojù y Agustín Iturbide firmaban los tratados de

paz de la guerra de Independencia en Córdoba, parecía que comenzaba el nacimiento de una

nueva nación, con características que le permitieran valerse por sí misma. Sin embargo, para que México estableciera su independencia, tuvo que sortear muchos problemas; como el no

reconocimiento a los tratados de Juan O Donojù, que la junta de guerra de la Nueva España

tachaba de “ilegitimo y nulo en sus efectos para el gobierno español y sus súbditos”. Las

negociaciones que Guadalupe Victoria encabezaba ante los representantes de la corona y los

innumerables conflictos que Iturbide tenía con los funcionarios españoles que nunca cedieron,

como lo demuestra la invasión al puerto de Veracruz en 1823 por parte de las fuerzas armadas

españolas.

Todo esto demuestra que la guerra fue solo una etapa para lograr la independencia. El

conflicto bélico, por si mismo, no aseguraba para nada el nacimiento de la nueva nación, pero

era un hecho que el levantamiento pondría un alto a la arbitrariedad e intransigencia con que

España seguía tratando al actual territorio mexicano, que cada vez contaba con más fuerza en

todas sus líneas; población, territorio, lengua, etc.

Las masas populares, indios, negros y mulatos, que en un tiempo tuvieron patrones

criollos que los explotaban de cerca y no los amos que monárquicamente los explotaban desde

España, fueron acumulando un justo sentimiento de sublevación. Mientras los españoles

seguían cometiendo atropellos en las zonas aledañas a la capital de la Nueva España, los

insurrectos, cada vez en aumento, iban gestando sueños y promesas de reforma agraria,

igualdad social, abolición de la esclavitud y privilegios de las clases altas; fueron prácticamente

estos puntos los que originaron el levantamiento de independencia la noche del 15 de

septiembre de 1810.

La emancipación es una rebelión de grupos colonizadores de origen español contra los

gobiernos y las clases dominantes. Las insurrecciones se dan porque las clases populares

siguen siendo engañadas y las promesas que les hacen no son cumplidas; esto caracteriza a los movimientos de independencia suscitados en el continente. De hecho, los paises de América

Latina, al convertirse en repúblicas independientes, pierden la integridad político-administrativa

que tuvieran en la época colonial: México y Brasil, por mencionar un ejemplo, mantienen su

integridad después de conseguir su independencia, pero sostienen escasas relaciones

diplomáticas entre sí. El atraso económico, la perduración de estructuras arcaicas, el modo de

producción insuficiente, la dependencia externa en torno a las potencias y su acción deliberada,

contribuyen a una división entre los países Latinoamericanos; paradójicamente, después de su

progreso independentista, son algunas de esas características, entre otras, las que hacen que

Latinoamérica nuevamente se una, aunque sea en forma simbólica.

Pero centrémonos más en nuestro objeto de estudio; pretendemos saber más sobre la

formación de un Estado mexicano y las partes que lo conforman. Se suponía que con el

movimiento insurrecto de independencia, la posterior ascensión al poder de Iturbide -proclamado

por el congreso constituyente- otorgaría al país la necesidad de conformar un Estado

centralizado

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