Siglo XIX, un período de crecimiento económico
fdeandreisDocumentos de Investigación4 de Noviembre de 2015
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Siglo XIX, un período de crecimiento económico.
Desde mediados del siglo XIX –continuando el ciclo iniciado por la Revolución Industrial- algunos países como Gran Bretaña, Francia, Alemania, Estados Unidos y Japón, iniciaron una etapa de gran crecimiento. Los adelantos tecnológicos aplicados a la industria permitieron un importante aumento de la producción (siderurgia, la química y la generación de energía eléctrica). Este crecimiento económico se vio estimulado por la modernización de los transportes y las comunicaciones. El ferrocarril, el barco de vapor y el telégrafo permitieron establecer relaciones comerciales con zonas muy alejadas. En ellas, los países industriales pudieron proveerse de productos primarios y vender sus productos industriales. Poco a poco, cómo resultado de estas necesidades de los países industrializados, la economía mundial se fue organizando de acuerdo con un sistema de división internacional del trabajo. Mientras los países de Europa Occidental, Estados Unidos y Japón se especializaban en la producción de bienes industriales, el resto se dedicó al producción primaria. El mundo quedó entonces dividido en dos áreas: la de los países industriales o centrales y la de los países de producción primaria o periféricos. Ambas áreas comerciaban activamente entre si.
Las relaciones que se establecieron entre las dos áreas productoras no se limitaron al intercambio de productos. Grandes empresarios, banqueros, y ricos comerciantes de los países industrializados colocaron parte de sus capitales en los países periféricos.
Por otra parte, entre 1850 y 1914, cerca de 40 millones de europeos dejaron sus países de origen para instalarse en otros que, como en Argentina, Canadá y Brasil, necesitaban trabajadores para desarrollar sus economías. Estos hombres y mujeres procedían de las zonas más pobres de Europa o de países industriales donde los salarios eran bajos y la tecnología comenzaba a desplazar la mano del hombre.
Ideologías del siglo XIX.
El triunfo del liberalismo, el conservadurismo; el socialismo y el crecimiento de los movimientos obreros.
¿Qué es una ideología?
Una ideología es un conjunto de ideas relacionadas entre sí. Una ideología es el conjunto de ideas sobre la realidad, sistema general o sistemas existentes en la práctica de la sociedad respecto a lo económico, lo social, lo científico-tecnológico, lo político, lo cultural, lo moral, lo religioso, etc. y que pretenden la conservación del sistema (ideologías conservadoras), su transformación (que puede ser radical y súbita, revolucionaria, o paulatina –ideologías reformistas–), o la restauración de un sistema previamente existente (ideologías reaccionarias).
Las ideologías suelen constar de dos componentes: una representación del sistema, y un programa de acción. La primera proporciona un punto de vista propio y particular sobre la realidad, vista desde un determinado ángulo, creencias, preconceptos o bases intelectuales, a partir del cual se analiza y enjuicia (crítica), habitualmente comparándolo con un sistema alternativo, real o ideal. El segundo tiene como objetivo acercar en lo posible el sistema real existente al sistema ideal pretendido.
Las ideologías caracterizan a diversos grupos, sean un grupo social, una institución, o un movimiento político, social, religioso o cultural.
Ahora que sabemos a que refiere ideología… ¿Cuáles fueron las ideologías del siglo XIX?
En la segunda mitad del siglo XIX, el pensamiento de los hombres y consecuentemente su accionar estuvo influenciada por diferentes corrientes ideológicas: el liberalismo y el conservadurismo. Lo que las hacía particulares a cada una de ellas, eran su diferente punto de vista con respecto al problema de la democracia política en las sociedades en las que se estaba gestando el capitalismo. Sin embargo no fueron las únicas corrientes ideológicas presentes en ese entonces, también lo hizo el socialismo y el nacionalismo.
El siglo XIX se caracterizó, entre otras cosas, por el triunfo del liberalismo.
El liberalismo es una doctrina política y económica que defiende la libertad de religión, de asociación y de comercio. Considera que el Estado, como representante del interés de la mayoría de los ciudadanos, tiene que asegurar el pleno ejercicio de todas esas libertades. Por ejemplo, el Estado no debe intervenir directamente en la economía; sólo garantizar el libre juego de la oferta y la demanda.
Los liberales sostienen, además, que todos los hombres son iguales ante la ley pero acepta las diferencias económicas y la existencia de clases sociales.
El liberalismo se difundió por todo el mundo aunque de distinto modo. En Inglaterra y en Francia, entre otros países, se construyeron Estados liberales en los que sólo podía votar un sector de la sociedad, el de los ricos. En otros países como Alemania, Japón, Austria-Hungría y Rusia, se introdujeron algunas reformas económicas y sociales de carácter liberal, aunque mantenían gobiernos conservadores y autoritarios. Eran monarquías que no permitían el ejercicio de las libertades a otros grupos que no fueran el sector tradicional de la sociedad. Tanto en unos como en otros, la exclusión política de la mayor parte de la población generó distintos movimientos de protesta. A fines de siglo, se comenzó a producir una serie de reformas políticas que permitieron la participación progresiva de los sectores medios y trabajadores.
Es así como podemos afirmar que el liberalismo, es la ideología representativa y adoptada por los grupos burgueses, cuyo poder social y económico crecía junto al desarrollo del capitalismo industrial. Consiguiendo difundir y en algunos casos imponer la vigencia de los derechos civiles y de valores.
Sin embargo, comenzó a desplegarse entre los liberales pero sin dejar de lado sus principios, un movimiento democrático que tuvo como propuesta avanzar hacia un grado de igualitarismo en la organización política de las sociedades. Ello fue así desde mediados del siglo XIX. Consecuentemente, se propusieron en manos de liberales reformistas transformaciones con el objetivo de permitir una mayor participación del conjunto de la población en la elección y en el ejercicio del gobierno a través del sufragio universal. Estas reformas fueron realizadas en la organización política de sus propias sociedades.
Debido a ello, es que comienza a afirmarse el conservadurismo en la segunda mitad del siglo XIX, frente al movimiento democrático liberal. No obstante, sus características no eran similares, ya que los conservadores en las primeras del décadas del siglo, afirmaban que las instituciones divinas eran la monarquía, la organización eclesiástica, la familia, la propiedad privada, el sistema de privilegios y las organizaciones; todas ellas defendidas por la autoridad del Estado. Ideología ella en contraposición al liberalismo, ya que las mismas en esa época expresaban aquellos intereses de los grupos privilegiados del antiguo régimen.
El crecimiento económico que se operó en este período benefició sobre todo a un grupo minoritario de la sociedad: la burguesía. Este grupo establecido constituido por industriales, comerciantes y terratenientes que lograron además el control político de los Estados.
La situación de desigualdad entre la burguesía y el resto de la sociedad generó movimientos opositores que cuestionaban las reglas de juego del liberalismo y la sociedad capitalista. Uno de ellos fue el socialismo.
Los socialistas planteaban que la historia de la humanidad era una historia de lucha de clases entre explotadores y explotados, dominadores y dominados, y que había llegado la hora en que el proletariado (la clase obrera) se liberara, conquistara el poder y construyera una sociedad justa. Los principales representantes de este movimiento fueron Carlos Marx y Federico Engels. El socialismo marxista extendió su influencia primero en Europa y luego en todo el mundo. Bajo la influencia de las ideas socialistas y de otras corrientes revolucionarias, los trabajadores se fueron organizando en sindicatos y partidos políticos. El más importante fue el Partido Socialdemócrata Alemán fundado en 1875. A fines de siglo, se produjo un aumento de las luchas trabajadoras. Reclamaban mejores condiciones de trabajo (jornada laboral de 8 horas y descanso dominical) y mayor participación política a través del sufragio universal.
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