Teoría pura del derecho

La Lección de Burópolis

Optopolis era un pueblo vasto, con todo lo necesario para vivir cómodamente. Grandes campiñas, campos repletos de cosechas, y una sociedad muy estructurada y responsable, los niños eran el recurso más codiciado de aquella tierra pues de ellos dependía la supervivencia y la continuidad de su pueblo, por lo que tenían que ser muy bien educados y capaces de enfrentar cualquier reto.

Optopolis producía todo lo que necesitaba, era autónomo e independiente de cualquier pueblo de los alrededores. No existía crimen alguno en aquél pueblo. Su gobierno estaba regido por el pueblo y aunque no era perfecto, la corrupción y la mala administración no era un gran problema, pues la educación de sus ciudadanos era tan avanzada que tenían una cultura participativa en las decisiones de su pueblo.

Pero no estaba exento de todo Optopolis, pues debía lidiar con la envidia de los pueblos aledaños, que deseaban y buscaban la decadencia del exitoso progreso logrado por esa sociedad.

Un día el presidente de Optopolis murió en su tercer año faltando tan sólo uno para que abandónase el cargo. Como la ley lo marcaba tuvieron que elegir nuevo gobernante por lo que 3 candidatos aparecieron oportunamente.

El de la continuidad, el de la renovación y el desconocido. Todos en el pueblo se preguntaban quién era el tercer candidato, el que nunca habían escuchado o percatado de su existencia, pero que importaba, que bien hablaba, que proyectos tenía, que determinación mostraba y que neutralidad de ideas reflejaba.

El tiempo transcurrió, el pueblo votó y pasó lo que nadie creía el primer día de la noticia pública de los 3 candidatos. Ganó el tercero, el desconocido, el visionario.

Los ciudadanos confiaron como toda persona al votar y esperaron el fruto de la confianza, pues por el simple hecho de ser el elegido un habitante de Optopolis no habría problema alguno de esperar malos resultados.

El primer año fue muy gratificante, se vieron muchas obras, seguridad, importantes programas sociales, la gente sólo hablaba de lo bien que habría resultado su opción en la elección anterior. Fotos del presidente en las casas, en las escuelas, en las instituciones y en las calles hacían enorgullecer el pueblo.

El pueblo se encontraba en absoluta confianza en el futuro. Su presidente les garantizaba el futuro y mencionó que si bien era importante la educación de su pueblo, era más importante construir obras pendientes que garantizaba aún más el progreso. Se redujo el presupuesto educativo, pero más sin embargo todo iba bien, al fin y al cabo era para el inevitable resplandecer del pueblo. El segundo año el presidente anunció medidas de “austeridad” y recortes a servicios públicos para afrontar una crisis financiera externa, pues ahora dependían de otros pueblos como Tartella que a finales del primer año se dejó de producir para importar productos de Tartella un pueblo vecino que producía lo mismo que Optopolis sólo que a menor costo. El Presidente anunció al pueblo en la plaza cívica que debido a la gravedad de la situación financiera de otros pueblos, era necesario enviar ayudas económicas regionales para combatir la crisis financiera externa. El pueblo votó unánime a la propuesta del ejecutivo, confiándose en la buena voluntad del presidente. A mediados del segundo año, como parte del proceso de modernización y colaboración conjunta con Oblivionipolis se logró crear un sistema de comunicación y entretenimiento, una caja que transmitiría y comunicaría a todo el pueblo. En cuanto se desarrolló, el presidente mando ordenar una de esas cajas de la modernización a cada individuo de su pueblo. El pueblo al recibirlo se sintió parte del progreso físico de sus vidas y la promesa del futuro era para ellos más cercana. Para el tercer año el presidente de Octopolis anunció un plebiscito para que se le otorgase la facultad de cambiar el nombre al pueblo por uno que representara su progreso, aunque la propuesta no fue unánime, pues existía oposición minoritaria, terminó por establecerse la voluntad del presidente. La palabra pueblo se cambió por ciudad y Octopolis, por Burópolis.

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