ANÁLISIS DEL LIBRO DE LOS DELITOS Y DE LAS PENAS DE CESARE BECCARIA

ANÁLISIS DEL LIBRO DE LOS DELITOS Y DE LAS PENAS DE CESARE BECCARIA

El siguiente escrito tiene como finalidad hacer un breve análisis de los aspectos más importantes y relevantes del libro de Cesare Beccaria titulado de los delitos y de las penas, pues en él se presentan temas bases que han dado paso a entender la función del estado frente a los delitos y sus respectivas sanciones. Igualmente busca que dejar en claro que la intervención del Estado es constante y permanente, más en aquellos asuntos en donde se busca generar impacto social y garantías de no repetición delictiva.

“Tres son los manantiales de donde se derivan los principios morales y políticos reguladores de los hombres. La revelación, la ley natural y los pactos que establecen la sociedad” –Cesar Beccaria, De los delitos y de las penas.  

Es fácil comprender que las conductas humanas a través del tiempo se han visto condicionadas al cambio y que por tal motivo la forma de regulación de estas en la actualidad depende estrictamente del Estado. El Estado entre sus derechos y funciones tiene como fin establecer pactos con la sociedad para garantizar la seguridad jurídica y el bienestar del común. Es por ello que existen facultades que solamente el Estado puede ejercer, una de ellas es el Ius Puniendi, el cual radica en la potestad que tiene el Estado para sancionar y/o castigar a quienes después de un proceso, también contemplado en la ley, los establezca  como responsables de delitos.

Los delitos por su parte, son conductas prohibidas por la ley que se materializan al momento en que el Estado  ejerce la posibilidad de legislar, es decir, cuando se define en el ordenamiento jurídico  las conductas más graves que deben ser sancionadas y/o penalizadas, pues lamentablemente si no se penalizan destruyen de forma inmediata la sociedad o a quien la representa, es por ello que la pena y el delito son términos que se correlacionan, pues sin delitos no existiría penas. Beccaria en   este sentido nos sumerge en un sistema garantista ideal en donde el derecho procesal y penal se basa  en la minimización de la violencia punitiva, utilizando el derecho como última medida y creando parámetros que cumplan con la función especial de garantizar el respeto a los derechos fundamentales del ser humano.

Por tal motivo es que Beccaria hace énfasis en el Ius Puniendi (Derecho subjetivo)  pues este posee unos principios limitativos con la finalidad de que la protección de los bienes jurídicos no esté monopolizada por Estado y no se realice de forma arbitraria sino ajustada a unos fundamentos garantistas de los de derechos humanos y especialmente de la dignidad del ser humano. Por tanto, el derecho a castigar o sancionar del Estado (Ius Puniendi) debe realizarse conforme a unos principios que limiten este poder.

Al respecto conviene distinguir que tales límites se dividen en dos: limites formales y limites materiales. Los límites formales se dan como manifestación del Estado de derecho y a su vez se dividen en dos principios esenciales: 1) Principio de legalidad: De este principio Beccaria formula dos versiones, una formal y otra sustancial: el principio de mera legalidad, en virtud del cual: “solo las leyes pueden establecer las penas correspondientes a los delitos, y esta potestad no puede residir más que en el legislador” y el principio de estricta legalidad, el cual nos dice que: “la única y verdadera medida de los delitos es el daño hecho a la nación”. Con respecto al principio de mera legalidad, se puede decir  que: “Nadie puede ser castigado sino por un hecho previsto en la ley como delito”, esto quiere decir que la ley penal debe preceder a la acción delictiva para cumplir su función preventiva y sancionadora, pues la ley solo tiene derecho a prohibir los actos perjudiciales para la sociedad. 2) Principio de seguridad jurídica: Este principio  alega que los ciudadanos deben conocer con exactitud las conductas castigadas penalmente y sus  sanciones correspondientes.

Ahora bien, los límites materiales se relacionan con las bases de legitimación del Ius Puniendi, dentro ellos encontramos: El principio de proporcionalidad el cual radica en que la pena impuesta no puede ser mayor al bien jurídico tutelado, es decir al hecho cometido. En concordancia con tal principio la película expreso de medianoche nos muestra la historia de un joven que trata de pasar por el aeropuerto de Estambul dos kilos de hachís  a Estados Unidos con el fin de venderlo entre sus amigos y conocidos,  pero al momento de abarcar es detenido por las autoridades de tal país, lo que causa que sea sometido a un proceso penal en donde se le acusa por posesión de droga dándole 4 años, pero faltando 53 días para acabar con la pena se le imputan otros 30 años puesto que el fiscal alega que el delito cometido no era por posesión sino por contrabando.

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