CÁTEDRA SOCIEDAD Y AMBIENTE

UNIVERSIDAD ESTATAL A DISTANCIA

VICERRECTORÍA ACADÉMICA

ESCUELA DE CIENCIAS EXACTAS Y NATURALES

CÁTEDRA SOCIEDAD Y AMBIENTE

CENTRO UNIVERSITARIO
HEREDIA

ENSAYO #1

Semillas criollas, personas libres

Curso: El Ser Humano en su Entorno
Código: 073

NOMBRE DEL O LA ESTUDIANTE:
Luis Alejandro Ramos Cascante

NÚMERO DE CÉDULA:
01-1531-0459

GRUPO: 02

II CUATRIMESTRE 2015

El propósito de este ensayo es conocer e informarse acerca de que son las semillas criollas y de su importancia histórica, social como medio cultural y de subsistencia para todos los seres humanos en un contraste con la industrialización de los alimentos y el avance del capitalismo en el sector agrícola que empuja y perjudica al pequeño campesino.

La gente de hoy no se preocupa por lo que consume, se informa muy poco al respecto. El ancestral conocimiento de cultivar con semillas naturales se ha perdido en la mayor parte del mundo y con ello, la posibilidad de solucionar una de las principales necesidades básicas, el alimento, parte importante de ese conocimiento es el tema de las semillas criollas.

Para comenzar a remediar el hambre del mundo, primero debemos aprender a maravillarnos con el grandioso potencial oculto en las semillas.

En el presente escrito se analizaran temas como el origen y del como surgieron las semillas criollas y su importancia para la humanidad así como su legado como patrimonio histórico de muchas personas que todavía hoy en día siembran sus propias semillas heredadas de sus antepasados o que adquirieron por medio del importante intercambio de semillas. También el vínculo sentimental del agricultor con sus cultivos criollos y del como día a día se van perdiendo todos sus conocimiento ancestrales en avance con la industria que se ha apoderado del sector agrícola buscado nada mas sus intereses económicos.

Este ensayo también pretende hacer que las personas se informen más acerca de las semillas criollas, ya que el desinterés es la principal razón por la cual hoy en día se están perdiendo todas estas prácticas saludables y ecológicas, no sabiendo que el daño nos lo hacemos a nosotros mismos ya que si nadie muestra algo de preocupación en este tema un día los veremos atados de manos ya que las semillas no serán nuestras sino que la industria y será ya muy tarde para revertir el proceso por hoy debemos de actuar hoy.

Antes que nada todo este proceso de las semillas empezó con el descubrimiento de la agricultura. Los seres humanos siempre han consumido frutos y semillas durante la mayor parte de la historia, hasta que hubo un cambio cuando se pasó de una vida nómada a una sedentaria donde desde ese momento nace la domesticación de las platas. (Evadir José Albarello, 2009)

Las semillas criollas forman parte de la vida de los pueblos desde el descubrimiento de la siembra. De forma colectiva, campesinas y campesinos descubrieron técnicas y prácticas agrícolas que fueron evolucionando, entre ellas está el manejo de sus propias semillas. En la historia de las semillas está también la historia de la humanidad. (Evadir José Albarello, 2009)

Para nuestros antepasados las semillas representan su legado como pueblo y su soberanía individual. Hoy en día las presiones externas de empresas trasnacionales u otros monopolios alimentarios buscan cumplir sus deseos capitalistas a coste los pequeños agricultores y sus productos naturales destruyendo su gran legado. (Zacune, 2012)

Cada país o nación tiene el  derecho a mantener y desarrollar sus alimentos, teniendo en cuenta la diversidad cultural y productiva de su región. En otras palabras tener la facultad plena para decidir qué se cultiva y qué se come. Las políticas agrícolas y alimentarias actuales lo permiten pero se corre el peligro de que con el tiempo esto se pierda debido al avance tecnológico e industrial del sistema agrícola. (Zacune, 2012)

En cuanto a la producción, muchos países se han visto obligados a abandonar su diversidad agrícola a favor de monocultivos, que sólo benefician a un puñado de empresas. (Zacune, 2012)

Por eso tener una red de semillas criollas es muy importante e informarnos a la vez de todos los procesos que se involucran en ello y mostrar un poco de interés.

En Costa Rica se produce yuca, palmito, maderables, maíz y tallos por ejemplo, estas semillas son nuestras por eso las llamamos criollas porque se conserva de generación en generación desde nuestros antepasados “comiendo y sembrando” por  eso se le llama criollo porque nosotros seleccionamos las mejores semillas y del cómo mantenerlas o cuidarlas para esto se tiene un historial hacia atrás en el que podemos ver su gran calidad y veracidad nutritiva, las trasnacionales ofrecen semillas muy caras de pobre calidad y de dudosa procedencia las semillas  criollas tienen gran ventaja por su resistencia  y taza de éxito que las comerciales. (Lucía Osorio, 2013)

Los indígenas se alimentan de muchos productos ticos como yuca tiquizque malanga, ñampi, mucho de los que se come hoy en día es originario de Costa Rica pero la gente olvida lo criollo y se pasa a una agricultura más comercial abandonando una sana alimentación. (Lucía Osorio, 2013)

En la actualidad es ampliamente aceptado el hecho de que el conocimiento indígena es un recurso poderoso por derecho propio y es complementario al conocimiento disponible de las fuentes científicas que se poseen hoy en día. (Altieri, 1996)

Todo este conocimiento parece perderse debido a gran parte al desinterés de la gente y del estado, en mi opinión las personas rara vez se pregunta la procedencia de los que están comiendo y optan por los cultivos transgénicos o de prácticas poco amigables con el ambiente a productos enteramente naturales de origen autóctono.

A pesar de la creciente industrialización de la agricultura, la gran mayoría de agricultores que son solo campesinos o productores a pequeña escala, aún cultivan los valles y laderas con métodos tradicionales y de subsistencia. Después de siglos de evolución cultural y biológica, los agricultores tradicionales han desarrollado y heredado sistemas agrícolas complejos, adaptados a las condiciones locales en armonía con su entorno y de forma completamente natural. (Altieri, 1996)

 Nuestros antepasados conocían muy bien su suelo y estaban en un perfecto equilibrio biológico con sus entorno en contraste con una actividad agrícola tan agresiva como lo es hoy en día, todo el conocimiento de sus antepasados lo es todo para ellos, todo esto los hizo tener una mayor conciencia ambiental y sé que se fomenten actividades que vayan de la mano con la naturaleza, sembrar monocultivos crea problemas y desbalances, en cambio la diversidad asegura la sustentabilidad. En un pasado la herencia de una familia eran las semillas para que pudieran empezar por ellos mismo, era su materia prima para formar su propio huerto. (Lucía Osorio, 2013)

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