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DOLORES, UNA ESCRITORA EN EL SIGLO XIX1


Enviado por   •  9 de Diciembre de 2012  •  3.693 Palabras (15 Páginas)  •  424 Visitas

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DOLORES, UNA ESCRITORA EN EL SIGLO XIX1

El tema de la escritura

El tema de la escritura no es en primer plano el asunto de la

novela Dolores (1869) de Soledad Acosta de Samper, pero sí

uno de los más importantes. Para empezar, la narración misma

se presenta como un trabajo de escritura que realiza Pedro, el

primo de la protagonista. Además, casi todos los personajes

escriben, unos sólo cartas, otros poemas, artículos periodísticos

y, también, composiciones en prosa -entre las que figura el

diario íntimo de Dolores-. Los móviles de escritura son revelados,

lo cual permite establecer diferencias y contribuye a la

caracterización de los personajes, incluso algunas de las

composiciones son criticadas dentro de la misma obra, de modo

que se dejan sentir los gustos estéticos de la autora. Otra

situación que revela el lugar destacado de La Literatura dentro

de la temática de la historia, lo constituye la lectura, los

personajes principales leen diversos tipos de textos y en ellos

apoyan varias de sus concepciones existenciales, es decir, que

la literatura se convierte en un medio para interpretar el mundo.

Conviene señalar que, por encima de los demás personajes,

Dolores, la protagonista, es la verdadera escritora, no de profesión pero sí en virtud de su talento; este hecho, sumado a que

la novela es creada por una mujer, revela aproximaciones entre

protagonista y autora y hace de la literatura femenina uno de

los asuntos determinantes de la novela. Con el presente ensayo

1

Del presente capítulo, comprendido en tres unidades en su desarrollo, se

publicó una breve sección en Valcke (2004b: 61-77)14 Cristina Eugenia Valcke Valbuena

me propongo develar algunas de las ideas principales que

subyacen en el texto acerca del lugar de la mujer escritora en

la sociedad de la época.

La identidad oculta

Dolores de Soledad Acosta de Samper, fue publicada en 1867,

en unos folletines que acompañaban el diario El Mensajero,

aún la escritora no era conocida por su trabajo, hasta el

momento se había valido de seudónimos y esta vez, no fue la

excepción. Firmó su obra con el nombre Aldebarán

2

-años más

tarde la escritora definiría a este personaje ficticio como un

pensador, un comentador de ideas que no alcanzaba a ser

escritor-.

¿Por qué una autora se encubre bajo un nombre falso y por

qué ese nombre es masculino? Sandra Gilbert y Susan Gubar

(1998), al analizar la literatura femenina del siglo XIX, observan que muchas escritoras enmascaran su identidad tras seudó-

nimos y que, algunos de estos son masculinos como George

Sand, nombre artístico de Aurora Daupin, o George Eliot para

el caso de Mary Ann Evans. A esto se suma, la creación de

obras narradas por personajes masculinos, con el fin de acentuar

el camuflaje de su identidad sexual. En su estudio, las teóricas

feministas han explicado como causas de este comportamiento,

por un lado, el rechazo que la sociedad de la época siente hacia

las mujeres que se atreven a escribir y más aún, a dejar conocer

lo que escriben, y por otro, en estrecha relación con el anterior,

el temor que estas escritoras experimentan ante la idea de no

poder crear por falta de una tradición que les demuestre lo

contrario, y de que, en consecuencia, el acto de escribir las aísle,

las destruya; tal temor ha sido denominado por Gilbert y Gubar

como ansiedad hacia la autoría, en alusión directa a la ansiedad

hacia la influencia que Harold Bloom reconoce en todo escritor,

2

Resulta curioso saber que Aldebarán ( o Alpha Tauri), es la estrella más

brillante de la constelación Tauro. El nombre deriva del árabe al-Dabaran, que

significa ‘el seguidor’, y refiere al hecho de que esta estrella “persigue” alrededor

del cielo a las Pléyades, un famoso cúmulo de estrellas.Perspectiva de género en la literatura latinoamericana 15

sin aparente distinción de género. Según Bloom, cada autor

tiene tras de sí una tradición tan extensa que su palabra tiende

a silenciarse, así que para poder dominar la afasia se hace

necesario matar al padre, superar el temor a las influencias.

Como vemos, la explicación que Gilbert y Gubar hacen de la

ansiedad hacia la autoría presenta una situación muy distinta

para las autoras de la que plantea Bloom. Cierto es que las

autoras, al igual que los autores, cuentan con siglos

...

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