El hombre en busca de sentido. Victor Frankl

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Ensayo: “El hombre en busca de sentido” de Viktor Frankl

Psic. Delia Isaura Rivas Gómez

Desarrollo Humano

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Mexicali, B.C., a 26 de abril del 2020

INTRODUCCIÓN

Viktor Frankl (1905-1997) fue, entre muchas cosas, un escritor de origen austríaco que sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en varios campos de concentración nazis, y que, a partir de esa experiencia, decidió escribir su historia en este libro best seller titulado: “El hombre en busca de sentido”.

Esta historia fue escrita con el objetivo de tener un cierto enfoque psicológico a partir de los acontecimientos experimentados por el propio Frankl y de la gran mayoría de los prisioneros en campos de concentración que pudieron, desafortunadamente, vivir lo mismo o peor que él y no pudieron contar sus propias vivencias.

En este relato, Frankl (neurólogo, psiquiatra y filósofo, fundador de la logoterapia y análisis existencial) nos cuenta de una manera cruda y concreta todos los sucesos que pudo vivir a lo largo de la segunda guerra mundial siendo prisionero en campos de concentración.

El autor hace hincapié que, a diferencia de lo que se cree, los campos de concentración grandes y mas reconocidos, así como Auschwitz (fue el campo de concentración con mayor concentración de judíos. Tenía capacidad para 400.000 prisioneros), no fueron en donde sucedieron las tragedias mas grandes y grotescas, sino que esto sucedía en los campos pequeños.

Por todo esto, Frankl decidió fundar la logoterapia, la cual es un tipo de terapia psicológica que tiene como meta principal el ayudar a las personas a poder encontrar su sentido de vida. Además, propone que la voluntad de sentido es la motivación más importante del ser humano. Así pues, en esta historia se cuenta como Viktor y algunos otros prisioneros no se dejaron caer frente a la situación que vivían, debido a que encontraban su sentido de vida.

En este ensayo se trata de describir toda la información aprendida y procesada después de leer este libro, el cuál a grandes rasgos, habla de la importancia de encontrar el sentido de la vida de ti mismo y de lo que pasa cuando se encuentra y cuando no se encuentra (personas que pierden el deseo de vivir y se dejan derrumbar por una mala situación).

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DESARROLLO

Este libro escrito en base a las vivencias del propio autor está dividido en dos partes:

Primera parte: psicólogo en un campo de concentración. Esta parte, dividida a su vez en tres fases, empieza relatando la dura batalla que se llevaba para sobrevivir en estos lugares, cómo tenían que luchar arduamente por conseguir el pan de cada día y, definitivamente, por la propia vida, aunque era sumamente difícil pensar mucho a futuro teniendo tan cerca las cámaras de gas. Al ser ingresados en un campo de concentración se les quitaba todo documento y objeto personal y a cambio se les daba un número que llevaban impreso en su vestimenta. Este número era el único método para reconocer a uno entre tantos prisioneros y era por el que llamaban a quien sea.

Este relato habla de la experiencia del autor como un prisionero más del montón, pues no trabajó ni como psicólogo ni como médico a lo largo de su estadía en estos campos, hasta sus últimas semanas. Frankl explica que su labor consistía en trabajos de fuerza en donde se podían obtener “cupones de premio”, los cuales podían ser cambiados por cigarros o sopa. Sin embargo, los “capos” (elegidos de manera activa por la SS y de manera pasiva, donde solo sobrevivían aquellos que hiciesen lo que fuese necesario para salvarse), eran los únicos con el privilegio de fumar, ya que contaban con una cuota semanal de cupones. Por esto mismo, aquel que se viera eligiendo cigarros en lugar de sopa sin ser capo, prácticamente les daba el mensaje de que había renunciado a sus ganas de vivir.

En la primera fase trata de definir las reacciones mentales de los prisioneros. El signo que caracteriza esta fase es el shock. El cual es totalmente compresible por el hecho de entrar, en contra de la propia voluntad, a un campo de concentración el cual se sabe perfectamente lo que es y lo que le pasa a los que son llevados ahí. El autor fue llevado junto con otros 1500 prisioneros en un tren totalmente lleno, sin que nadie supiera si quiera cual era el destino, finalmente llegaron al campo de concentración de Auschwitz, que es de los más famosos y el que tuvo mayor concentración de prisioneros durante la segunda guerra mundial. Al llegar al destino, entró al tren un grupo de prisioneros aparentemente bien, lo cual inspiró en Frankl algo de optimismo debido a que este grupo de prisioneros le hizo pensar de alguna forma que serían indultados y dejados en libertad, a esto se le conoce como “ilusión de indulto”, lo que se le quitó inmediatamente al darse cuenta que el grupo de prisioneros no era más que un grupo especialmente seleccionado para recibir nuevos prisioneros.

Al llegar, se mantuvo a alrededor de 1000 prisioneros a espera de campos de concentración más pequeños, haciéndolos aguardar bajo condiciones inhumanas de hambre y frío.

Estando ya en la estación de Auschwitz, los oficiales empezaron a formar a los prisioneros en filas para posteriormente, bajo las ordenes de otro oficial, dividirlos, mandando a unos hacia la derecha y otros hacia la izquierda. Afortunadamente, Frankl fue enviado hacia la derecha. El autor, curioso e inocente, preguntó, a prisioneros que tenían más tiempo ahí, sobre el paradero de un colega suyo que fue enviado a la izquierda, a lo que le responden apuntando a una gran nube de humo y diciendo “Allí es donde está tu amigo, elevándose hacia el cielo”. Fue entonces que Frankl se dio cuenta que justo habían pasado por una primera selección, en la que se mandó a más de la mitad de los prisioneros recién llegados inmediatamente a la cámara de gas,

Después de esta selección, todos fueron escoltados hacia el pabellón de desinfección, lo que para algunos daba esperanzas y aumentaba la ilusión de la indulsión. Mientras oficiales indicaban a los prisioneros que debían despojarse de toda su ropa, el autor, que se había escondido un escrito de un libro científico, quiso obtener ayuda de otro prisionero, recibiendo a cambio burlas, este acontecimiento que el autor se percatara de que toda su vida, antes del ingreso al campo, ya no valía nada.

En este punto empezó el maltrato físico hacia los prisioneros que, tal vez por nerviosismo o simple torpeza, no cumplían al pie de la letra las instrucciones dadas previamente, lo que se castigaba con latigazos. Al estar desnudos, expuestos y totalmente vulnerables, los prisioneros podían empezar a sentir como dejaban de lado toda su vida anterior y se convertían en simples prisioneros, sin nada por qué vivir más que sus recuerdos y esas ganas infinitas de que todo acabe y vuelva a la normalidad.

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