GESTIÓN ESCOLAR

LA EDUCACIÓN ESCOLAR SE DESARROLLA EN EL SENO DE UNA ORGANIZACIÓN

La labor que se realiza en cada uno de los centros escolares no es fácil, pero tampoco imposible de llevarse a cabo, todo depende de la organización (comprende la administración, gestión, normatividad, estructura, entre otras), que en ella se tenga para el logro de propósitos y metas previstas, de esta depende el beneficio para los actores escolares.

Así se observa que la labor es dependiente de cada proceso y de cada una de sus etapas como en el andamiaje al que en su momento hacía referencia Owens, o al trabajo colaborativo, que de forma inmersa conlleva de forma gradual y con apoyo al desarrollo de las diferentes capacidades en el individuo capacidades, que más tarde se reflejaran en la adquisición de una competencia.

En una institución escolar las formas de convivencia se agrupan por culturas y subculturas, de las cuales es vital que dentro de la organización, cada grupo comulgue con un fin en común para evitar conflictos, o en su defecto que cada uno actúe de manera aislada, siendo este el mayor de los retos en una institución lograr el verdadero trabajo colaborativo no Individualista con eficiencia y eficacia.

Para llegar a este fin antes de que inicie cualquier proceso debe haber comunicación constante entre los implicados (directivos, profesores, alumnos, padres de familia), toda vez de que esta es punto de partida de cualquier acción.

A partir de lo anterior quizá sea este el talón de Aquiles de la calidad educativa en el país, es decir, evitar que cada miembro de la escuela actúe de manera separada e individualista de toda actividad colectiva o colaborativa.

Punto importante es la actitud que asume el líder, docentes, alumnos y padres de familia en la institución, en el momento en que consideran que cada actividad a desarrollar gira entorno a un solo miembro, en una esfera netamente individual y no de una comunidad, puesto que no se logra desapegar las expectativas particulares que tiene entre una labor autónoma, respecto de un trabajo en conjunto, sea porque no se ha enseñado o no se ha aprendido, esta parte debe trabajarse acrecentando las relaciones interpersonales y fomentando el quehacer colectivo, profesando fines comunes.

Evidentemente que cuando existen conflictos en la escuela se dice que no hay buenas relaciones interpersonales entre los que compone la misma, por tanto consiguiente no existe una buena organización por parte del líder o dirigente, pero no vemos aquello que hay de tras del conflicto, las actitudes pasivas de los miembros, la poca o nula disponibilidad de participar para evitar el conflicto; en cambio cuando hay consenso por los actores escolares en cada institución para cada actividad se muestra una organización eficaz, un ambiente de trabajo favorecedor y armónico. Por tanto, es menester visualizar en qué medida es importante incentivar o estimular al docente y al alumno para lograr el trabajo colaborativo.

Reflexionando lo anterior cómo se pretende obtener un resultado de calidad, cuando no hay un compromiso, cuando no hay maestros formados para este tipo de situaciones, ante ello qué tipo de calidad se pretende obtener cuando cada escuela es un mundo y cada una vive con sus distintas situaciones de vida, cuando el contexto esta subrogado a la tecnología y a la globalización estereotipada, esto es una contradicción dónde se compite entre una necesidad y una prioridad.

Sacar concepciones de escuela hace que emerjan situaciones contextuales desde rostro y corazón, entrega y conocimiento, al hacer que la formación de los educandos en los establecimientos escolares cuando no sabe cómo formar al educando ante las diversas informaciones en las que vive y convive.

En la sociedad actual en la que interactuamos, necesitamos actuar en la escuela por una mejor formación de educandos haciendo que aprendan a trabajar

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