La historia Argentina
nicoruschTutorial20 de Abril de 2013
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¿Por Qué Cayó Yrigoyen?
Enviado por LAAUTORA, enero 2013 | 56 Páginas (13766 Palabras) | 19 Visitas
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Introducción
Analizar los elementos que hacen a la crisis argentina de 1930 es una tarea no sólo interesante sino también desafiante. Sus consecuencias impregnan todavía a la historia argentina porque allí empezaron los golpes militares que siguieron a lo largo de todo el siglo XX, tiñéndolo de penurias de todo tipo.
Pensar en estos hechos es importante para tomar conciencia. No importa que hayan sido en el pasado, porque se proyectan hacia el presente y su interpretación afectara nuestro futuro. Es más, tenerlo allí, nos despoja de las afectaciones propias del momento y su distancia nos permite analizarlos con otra visión.
La toma de conciencia puede conducirnos a ejecutar determinadas acciones que contribuyan para el bien o para el mal del país.
Pero antes, necesitamos saber el por qué. No pensemos en cualquier golpe o en todos los golpes, ni en cualquier revolución cívico-militar que apoyo la instalación de un gobierno de facto. Empecemos analizando el primer golpe militar de la historia de la República Argentina.
Factores de la crisis
a.Contexto internacional.
Nuestro mundo fue muy complicado por aquellos tiempos, pero hubo algo verdaderamente determinante:
"…1929 fue, no el año de una mera crisis económica, sino centro cronológico de una crisis política y de civilización, que abrieron las armas en 1914 y cerraron también las armas en 1945. 1929 no fue sólo un año de crisis sino momento central de un tiempo de crisis"[1].
El 24 de octubre de 1929 es conocido como el "jueves negro" de la historia económica mundial. Ese
la oferta superó a la demanda que fue prácticamente nula en el movimiento bursátil. A los 13 millones de dólares que se pusieron en juego ese día, se sumaron otros casi 10 millones y luego 16 millones en los días siguientes. Y no había compradores. La Bolsa de Nueva York cayó y de allí, la crisis se propagó a la banca, a la industria y a toda la economía.
El crack de Wall Street inició la famosa Gran Depresión. La crisis económica norteamericana, oculta detrás de una aparente prosperidad, se hizo extensiva no sólo a América, sino también al continente europeo y al Extremo Oriente. Su faz crítica se dio entre 1929 y 1932, pero no cedió hasta promediar la década. De la crisis bursátil se pasó a la crisis bancaria porque quienes no pudieron vender sus títulos, retiraban su dinero de los bancos. El resultado fue la quiebra de muchos y la crisis económica global. La tensión reinante, elevó en número de suicidios a lo inimaginable.
Los orígenes de esta profunda crisis se hallan en la importante expansión estadounidense de los años veinte y su posterior estancamiento, en la dislocación del comercio internacional y de las economías nacionales originadas por la guerra, por la caída del sistema de crédito y un desmedido afán especulativo.
Estados Unidos contaba con un amplio mercado de masas (afectado por la publicidad, porque cambiaron los sistemas de distribución de bienes de consumo y por el surgimiento de un sistema crediticio a largo plazo para aumentarlo). Además se habían instalado nuevos sistemas gerenciales para acelerar la producc
ión y abaratar los costos. Pero esta prosperidad no fue duradera.
El comercio mundial descansaba en un complicado sistema de crédito internacional, relacionado con los problemas de deudas de guerra y con los pagos de las indemnizaciones que ella provocó. Las deudas de guerra interaliadas se vinculaban íntimamente con el plan de reparaciones de guerra. Estados Unidos era el principal acreedor. Al pagársele en oro, la mayoría de los países europeos se despojó de él, originando la depreciación del papel moneda y entonces la prosperidad económica de Europa estuvo condicionada a que Estados Unidos no cesara el envío de dólares. Pero cuando en 1928 cesó la ayuda norteamericana, se desencadenaron una serie de situaciones que derivaron en la crisis de 1929.
La gran especulación reinante, no estaba sólo en la bolsa de valores sino en los llamados "capitales flotantes", que solían depositarse a corto plazo en los bancos más seguros como lo eran los estadounidenses, pero que si se retiraban rápidamente, colocaban en peligro económico al país.
La agricultura también tenía problemas y la producción agraria entró en crisis. La guerra había reducido la producción de trigo en casi toda Europa. Esto ocasionó el aumento de su precio. Estados Unidos y Canadá aprovecharon esto. Sin embargo, terminada la guerra y valiéndose de los nuevos avances tecnológicos, Europa se recuperó y la producción de trigo comenzó a exceder la demanda. Entonces sobrevino la caída de su precio, también se desvalorizaron los campos y otros cultivos. Muchos campesinos malvend
ieron sus tierras y emigraron a las ciudades.
El sector industrial tampoco fue ajeno a los problemas de la época: mientras que las industrias eléctricas, automotrices y química crecían, otras no podían seguir su ritmo (las industrias textiles competían con las fibras sintéticas, las metalúrgicas competían con numerosas explotaciones mineras que trataban de quitarse mercado en sí y las ferroviarias competían con el automóvil).
Ambos sectores tenían problemas de precios. Mientras que los del campo, tendían a fluctuar hacia abajo, los industriales lo hacían hacia arriba. Pero además, en ambos sectores, había un conflicto entre dos sistemas de valores. Los medios de difusión colocaron algunos valores de la gente de la ciudad, al alcance de la gente del campo: Dios, la "americanidad", la moralidad, el uso y abuso del alcohol, las cuestiones sexuales, los nuevos bailes, el "puritanismo victoriano", el libertinaje y otros temas parecidos, eran de discusión diaria.
El afán consumista fue contrario a la política de austeridad y control que trato de instalar el presidente norteamericano Herbert Hoover (1929-1933).
Se pretendía desvincular los medios de pago y el nivel de actividad económica interno, de las fluctuaciones del balance de pagos, posibilitando la adopción de medidas compensatorias a nivel de políticas monetarias y fiscales, que palearan la crisis. Y estas mayores trabas a las importaciones, disminuyeron aún más el comercio mundial, agudizando así el impacto de la presión generalizada. También se contrajo la corriente internacion
al de capitales. Las inversiones se reorientaron.
Se concretó el triunfo del nacionalismo económico, el pragmatismo proteccionista exigido por la presión de empresariado y organizaciones obreras y los lineamientos de formas de economía dirigida, recién cuando Estados Unidos ejecutó el New Deal del presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt (1933-1945).
A esto debemos agregar que se sumó:
"el relieve militante de ideologías antiliberales pesimistas que ponían en cuestión la capacidad de los sistemas políticos democráticos y parlamentarios para imponerse a la crisis y dominarla. Según algunos se había llegado al apogeo de la edad de las ideologías"[2].
Se revalorizó el comunismo, surgió el fascismo, el nacional-socialismo, el falangismo y otras corrientes de diferentes tendencias y matices; no sólo afectaron el desarrollo político del mundo, sino también el de los otros ámbitos, como el económico, social, cultural, religioso, etc.
Estas diferentes ideologías conformarán organizaciones partidarias que captarán en seguida a las masas populares.
El desenvolvimiento de este "nuevo orden mundial" será el detonante de crisis políticas y sociales. A nivel latinoamericano éstas, tendrán como características preponderantes, la intervención de las fuerzas armadas en el proceso.
De este modo, estado, economía y política se vincularán de una manera diferente. Surgía la necesidad de una intervención estatal en la regulación de la economía y la vida social en general, puesto que había quedado una gran masa de desempleados que hacían urgen
te la presencia estatal.
Es interesante tener en cuenta que a pesar de las evidencias, no solo el presidente argentino Hipólito Yrigoyen no se dio cuenta de esta crisis:
"Economistas de la talla de Fisher, Hawtrey y Cassel –e incluso Keynes- no advirtieron esta situación crítica, ya que, adeptos a una teoría coyuntural fundamentalmente monetaria, no creían, según Akerman, que fuera de temer ninguna crisis mientras no se elevara el nivel de precios. Sintomático de la desorientación de los economistas fue el fracaso de los famosos barómetros de Harvard"[3].
Sin demanda exterior ni interior, aparecía un nuevo fenómeno que nadie quería: el subconsumo, abiertamente contrastante con la etapa anterior y un nuevo capitalismo, en donde el Estado desempeñaría un papel importante en la planificación de la economía. Hubo que revisar el sistema financiero, realizar un efectivo plan de obras públicas para controlar el desempleo, subsidiar a la agricultura y controlar a la industria. Es decir, aparecerá el estado intervencionista. Y a pesar de todo, la mejora fue lenta.
b.Contexto nacional.
Entre 1916 y 1930 se desarrolló la primera experiencia democrática participativa y amplia a nivel político en la República Argentina: Juan Hipólito del Sagrado Corazón
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