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Madame Edwarda Y Santa- Análisis


Enviado por   •  8 de Mayo de 2012  •  2.223 Palabras (9 Páginas)  •  787 Visitas

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Vida y obra de dos prostitutas.

Una puta que es Dios y una puta que alcanzó las mieles del derroche, la extravagancia, el placer, así es como Georges Bataille y Federico Gamboa, imprimen su tan peculiar y exquisita manera de pensar, plasmándolo en libros que marcaron huella en la literatura; “Madame Edwarda” y “Santa” respectivamente, dos libros maquinados a principios del siglo XX, en una época fastuosa, citadita, tumultuosa.

Federico Gamboa publica su libro: Santa en el año 1903, retratando a México en apogeo, lleno de vida, con nuevos aires de grandeza, eso se puede notar en tan descriptivo libro, el cual narra con detalle como vivían las personas de aquella época, recién conquistados por el dinero y la extravagancia una vida llena de lujos, placeres, riqueza era lo que se podía ver día a día en las calles de México, la opulencia era el pan de cada día ya no sabían en que gastar su fortuna, por ello que las casa de “citas” tuvieron un auge impresionante.

Mientras que Georges Bataille publica Madame Edwarda bajo el seudónimo de “Pierre Angélique” entre 1941 y 1945 de manera anónima, más tarde sale el libro con el nombre real del autor. Es digno de extrañeza, pues resulto ser un autor perseguido y difamado, debido al pensamiento tan elevado con el cual contaba, la filosofía que plasma resulta diferente y superior comparada con la literatura simple y rebuscada de muchos escritores, podría considerarse un genio adelantado a su época tan llena de prejuicios.

De primera vista, daría bien la impresión de ser Madame Edwarda la continuación de Santa, bien podría ser, pues hay una brecha importante de tiempo que probablemente pudo permitirle al autor empaparse de ésta prostituta mexicana para después crear una versión personal e inalcanzable de un personaje tan peculiar que se sentía Dios encarnado en el cuerpo de una mujer, prostituta que vendía su cuerpo al placer regodeado de una simulación de muerte implícita en el sexo y en el orgasmo.

Podría considerarse a éstas dos mujeres como muertas en vida, ya que ahora están día a día relacionadas con la simulación de la muerte, muertas para su familia, muertas para la sociedad, pero vivas, exageradamente vivas para los placeres y el apetito sexual. No tienen otra solución tangible pues para vencer esa muerte tan cercana y rodante, deben trabajar, sólo así vencerán por solo un momento esa muerte que las acecha.

Un par de mujeres que alejadas del seno familiar, se dedican ahora a las artes amatorias, su principal objetivo es conquistar a los hombres deseosos de placer, el hedonismo las llama, y es que en primera instancia se reflejan como damas llenas de poder, fortaleza ,entereza , sensualidad , son esplendorosas e irremediablemente hermosas, cuentan con el don de convencer y engatusar a cuanto hombre las mire, extravagantes, bellas.

Sin embargo esto queda muy atrás conforme transcurre la historia, de ser mujeres llenas de vivacidad, con curvas esplendorosas y facciones perfectas, representan después una decadencia increíble, pues rodeadas de muerte y placer, les llega la muerte corpórea porque como se dijo al principio ellas hicieron uso de la mimétesis, pues en vida imitaban a la muerte, desde el primer momento que entraron al mundo de los cabarets.

Son dos mujeres que exploran su lado oscuro en la simulación, desplazando su realidad, dejan de ser una persona real para fingir ser alguien mas, están fuera de si, ya no son las mismas mujeres que no conocía la vida sin simulacros de la vida y de la muerte, llegan al punto de no saber diferenciar entre cada uno de los estados, lo ilusorio, se han perdido en el deseo por la trascendencia.

Seductoras profesionales, pues generaban el deseo de necesidad, es por ellos que los hombres las buscaban para saciarse de su esplendor y misticismo, esto las hacia superiores e inalcanzables, sin embargo como mencionaba Bataille: “Carecía de deseos, pero no deseaba, si pierdas el deseo es la muerte”, es precisamente este fenómeno el que ocurre en estas prostitutas pues han perdido el deseo de vida y tan solo les queda el deseo de satisfacer el placer.

Es por ello que hay que considerar nunca dejarse arrastrar por las pasiones, pues son estas el peor motivo y el que daña con mayor fuerza, los vicios corrompen el alma,corrompen al ser, es por ello que se debe buscar siempre la trascendencia sin dejarse dominar por deseos vanos o simples que no lleven a ningún beneficio propio.

En el caso de Santa, tiene valores arraigados y pareciera que bien cimentados gracias a la familia en la que se crió, sin embargo aquí está el ejemplo, las pasiones corrompieron sus valores, ahora paso de ser una chica de familia a ser una mujer exhibiéndose al mejor postor, al que mas le convenga, dejando de lado sus sentimientos, arrastrada por el rencor de una mor mal correspondido y el rechazo de un sociedad tan envenenada.

En el caso de Madame Edwarda no hay un antecedente que deje muy en claro el pasado, sin embargo su historia podría ser no muy diferente a la de Santa, bien dicen que ese dejo de superioridad y considerarse una deidad, solo puede ser un indicador de cuan abatida se encuentra internamente, pues ella debido a su enfermedad y ataques de epilepsia “observa a la vida desde la misma muerte”.

La sociedad es un pilar importante dentro de las historias, pues tal parece que las prostitutas son admiradas y no segregadas del círculo social, al contrario da la impresión de que son modelos a seguir, si bien existían los prejuicios no parecían estar reflejados dentro de las historias, tenían consideraciones hasta privilegios, no pretendía mostrarse de una manera tan descarada, sin embargo probablemente esto era lo que les permitía no ser juzgadas ni linchadas por una sociedad que pareciera acepta la “modernidad”.

No hay una separación tangible entre estos seres y la muerte, pues siempre van de la mano sin esperar algún tremendo suceso, saben que al ejercer el oficio de la prostitución se encuentran expuestas a todo lo bueno y a todo lo malo, el placer para ellas es la unión entre vida y muerte, trasladan su sentir a un estado de catarsis, trasgreden su persona, pues entienden la vida desde la muerte.

No en vano la referencia a sentirse Dios, la omnipotencia y superioridad evidente, enfatiza en los estigmas que Madame Edwarda cree tener, la raja, su vagina que tanto invita a dar pie a fantasías y la dulce miel del orgasmo pero que también implica el dolor interno que lleva consigo, el simulacro de la realidad, una desviación de las heridas psicológicas y físicas a través del sexo estimulando los sentidos.

Cortesanas que pretenden vivir, sin darse cuenta que en realidad

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