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Para comprender y resumen del capítulo “Campo de poder, campo intelectual” en “Campo intelectual y de proyecto creador” de Pierre Bourdieu.

EscambutanywaysResumen3 de Octubre de 2022

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Para comprender y resumen del capítulo “Campo de poder, campo intelectual” en “Campo intelectual y de proyecto creador” de Pierre Bourdieu.

El autor se conecta a la sociedad a través de la estructura de un campo intelectual. No es neutro, es un sistema de relaciones en COMPETENCIA y CONFLICTO entre grupos, situaciones, como un sistema de posiciones sociales a las que se asocian posiciones intelectuales y artísticas.

“Las teorías y las escuelas, como los microbios y los glóbulos, se devoran entre sí, y con su lucha aseguran la continuidad de la vida”

Lo que dice el autor con esto es demostrar la violencia y fuerza que existe en el campo intelectual, como si fuese una lucha por la supervivencia, donde hay que devorar al otro…

♥¿Qué es la sociología? En primer lugar, la sociología es el estudio de las sociedades. La creación intelectual son las obras de cualquier tipo. ¿Cuál es el límite del objeto de estudio de la sociología de la creación intelectual? Primero es importante plantear la relación de la persona “creador” con su obra. Dice, ahora, que esta relación se ve afectada por las relaciones sociales en las que la obra hace “acto de comunicación”, osea, la posición que tiene en este sistema o estructura entre el autor, la sociedad y su obra, según la acogida de su obra pasada.

Dice entonces que este “campo intelectual”, es una estructura que NO se puede sumarizar como simples agentes apartados los unos de los otros, o que solo se posicionan unos sobre otros, es más acertado referirse a un campo magnético: fuerzas que se atraen, se oponen y son específicas de un momento dado del tiempo.

Cada agente tiene propiedades en su posición no solo propias, participan como un sistema de relaciones entre los temas y los problemas, su autoridad no se define solo por su posición en el campo, cada uno tiene un peso funcional con relación a los otros.

El fundamento lo tiene al aplicar el método estructural, tratando el CI como un sistema regido por sus propias leyes.

La “vida intelectual”, en su historia, se opondría a todos los que no fueran una autoridad no propiamente intelectual (poder: económico, político y religioso). Esto tiene que ver con que en toda la edad clásica fue dominada por una instancia de legitimidad “exterior”, a medida que los creadores se libraron de la tutela de la aristocracia, de los valores que imponía la Iglesia y hubo instancias específicas de la intelectualidad, que estaban en situaciones de competencia (todavía con restricciones económicas y sociales) se organizó progresivamente el campo intelectual.

Schücking muestra así que la dependencia de los escritores para con la aristocracia y sus cánones específicos se mantuvo más en la literatura que en el teatro, porque las obras narrativas se tenían que publicar con aprobación de un señor, la obra estaba limitada porque se dirigía a un público aristocrático al que tenía que complacer; en cambio los que hacían teatro dejaron de depender del patrocinio exclusivo de uno y pudieron deber su sinceridad a las demandas de los diferentes directores de teatro y un público cada vez más diversificado.

Mientras que las academias y salones se multiplican (instancias de consagración intelectual, es decir que se legitima la obra) [la burguesía y aristocracia se empiezan a juntar]; las casas editoras, los teatros, las asoc. culturales y científicas también (instancias de consagración y difusión cultural); el público se extiende y se diversifica y el CAMPO INTELECTUAL se hace más complejo y fuerte en sí mismo sin depender de las influencias externas; su lógica es la de COMPETENCIA por la legitimidad cultural.

Ya en el SXVIII Schücking observa, el editor sustituirá al mecenas. Los autores eran conscientes, burlando a los editores por forjar a los escritores como una mina de dinero (como dice Richard Graves).  Las editoriales se convierten en autoridades, en garantías, en gigantes.Los directores de teatro tendrían incluso más influencia, como Otto Brahm pudo orientar con sus elecciones el gusto de una época.

Todo conduce al pensamiento de que este campo intelectual relativamente autónomo tiene influencia, condiciona, la aparición del intelectual autónomo, que no se deja poner más restricciones que las exigencias que tiene en sí su proyecto creador. La independencia del campo intelectual genera la independencia del escritor.  

Viendo en este punto a lo relacionado a las dependencias del escritor, tenemos un ejemplo de Alexandre Pope, notable poeta, que al leerle a su patrón su poema frente a mucha gente, aceptó las correcciones hechas por él sin protestas. Esto no era excepcional. Los protectores, duques, mecenas tenían el poder de que su opinión fuese más bien como una ley, sin importar tanto si ellos tenían alguna potestad intelectual. En Hamlet, el príncipe da lecciones de arte teatral a actores expertos, el profesional y aclamado recibe las críticas de un amateur ya que este tiene un poder sobre él.

Es así que, a medida que el campo intelectual gana su autonomía, el artista obtiene la capacidad de proclamar su indiferencia al público. En el SXIX, con el movimiento romántico, se hace todo este movimiento de libertad para tener en la creación la intención de su creador (el arte por el arte se hallaría aquí).Es REVOLUCIONARIA esta nueva definición del intelectual y su VOCACIÓN, que no siempre se percibió como tal, sino que en tiempos recientes era algo considerado obvio, cuando la sociedad ya tenía su definición del intelectual integrada.

Según Raymond Williams el cambio de la idea del arte, el artista y su lugar en la sociedad tiene cinco características fundamentales:

1 , cambia de forma profunda la relación entre el escritor y sus lectores.

2, se hace costumbre una actitud diferente respecto al “público”.

3, la producción artística se vuelve un tipo de producción *especializada* entre otros tipos generales.

4, tiene que ver una teoría, de importancia que aumentaba, del arte como superior, sede de la imaginación.

5, el escritor se representa como un genio autónomo.

Dice Bourdieu que cabe preguntarse si hay que considerar estas revoluciones (puntos 4 y 5) son simples ideologías nacidas de la amenaza de la industrialización para compensarla, yse hace pesar sobre el concepto de la autonomía de la creación artística y la singularidad irremplazable del hombre cultivado. Esto implicaría que se explique toda la realidad según la parte pequeña de la realidad que es preciso explicar…

El artista estaba acostumbrado a admitir consejos y críticas de su círculo, y termina sustituyendo este círculo por un gran público de lectores impersonales, sin cara, que pagan y pueden dar independencia económica e intelectual al artista. Se hace posible, por el MERCADO LITERARIO Y ARTÍSTICO la formación de un conjunto de profesiones propiamente intelectuales; así se establece el verdadero campo intelectual.

La especificidad de este sistema de producción, vinculada a la especificidad de su producto, realidad de doble faz, mercancía y significación, cuyo valor estético sigue siendo irreductible al valor económico, aun cuando la sanción económica viene a redoblar la consagración intelectual, entraña la especificidad de las relaciones que ahí se establecen: las relaciones entre cada uno de los agentes del sistema y los agentes o las instituciones total o parcialmente externas al sistema, siempre están mediatizadas por las relaciones que se establecen en el seno mismo del sistema, es decir, en el interior del campo intelectual, y la competencia por la legitimidad cultural, cuya apuesta y, al menos en apariencia, cuyo arbitro, es el público, nunca se identifica completamente con la competencia por el éxito en el mercado.

Este mercado, se puede decir “sistema de producción” es específico, como su producto, tiene dos realidades, mercantil y estética, estos tienen lugar como agentes en el campo intelectual, la competencia por la legitimidad cultural sería decidida por el público, así como la competencia por el éxito en el mercado. Es significativo, dice, que el ingreso de métodos más comerciales del orden económico, como la publicidad comercial a los productos intelectuales, tenga lugar al mismo tiempo que la glorificación del artista con una misión “profética”, en un esfuerzo por separar al intelectual del mundo común, solo reconociendo al lector casi idealizado capaz de seguir la misma cantidad de pensamientos intelectuales del artista, sin haber más legitimidad que la intelectual.

Cuando se afirma la autonomía de la intención del artista, se genera una moral que juzga a las obras con base en la pureza de la intención del artista. Así surge la ambición de la autonomía como tendencia en el “cuerpo intelectual”.Schücking (citado por Bourdieu) habla entonces sobre el alejamiento del público, y el rechazo de las que fomentan el culto del “arte por el arte”, ahora vistas como vulgares, vienen acompañados por una intensificación de las relaciones entre los miembros de la sociedad artística. Se forman “sectas” encerradas en su esoterismo (impenetrable o de difícil acceso); al mismo tiempo que hay una nueva “solidaridad” entre el artista y el periodista o crítico por ej.

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