ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

ANALISIS DE CASO International Electric S.A.,


Enviado por   •  4 de Diciembre de 2018  •  Trabajos  •  1.012 Palabras (5 Páginas)  •  240 Visitas

Página 1 de 5

TRABAJO PRÁCTICO INTEGRADOR

Alumno:

Escuela: Florentino Ameghino

Curso: 4to. Año

1-LEER ATENTAMENTE EL SIGUIENTE TEXTO

La organización que nos ocupa, International Electric S.A., se encuentra actualmente entre las 50 empresas más grandes del mundo, vendiendo sus productos bajo marcas de reconocido prestigio.

La empresa se crea por la obra de un aprendiz de una fábrica de bicicletas de apellido Márquez. Este, enterado de los extraordinarios inventos de EDISON y usando métodos similares, diseña un nuevo tomacorriente de doble entrada, ideado en su sala de estar. Al intuir la posibilidad de producirlo en gran escala y ayudar a construir una nueva industria, abandona su antiguo empleo y se establece por su cuenta. Corría el año 1930 y Márquez tenía menos de 20 años. Montó su propio taller y comenzó a organizar su empresa, combinando unos pocos recursos financieros y el trabajo de un puñado de amigos con los que ocasionalmente se reunía para compartir las pausas laborales, todos ellos especialistas en algún aspecto clave del negocio, asumiendo en el taller tareas similares a las que acostumbraban a llevar a cabo en la fábrica de bicicletas: diseño de pequeñas piezas, acoplado, soldaduras, pintado, etc. A los que consideró con mayor experiencia, Conde y Cáceres, los designó jefes de grupo, dependiendo directamente de él.

Acordó con ellos el modo en que él dirigiría el taller, supervisaría el trabajo y tomaría conocimiento de todos los aspectos relevantes. Su esposa Graciela se encargó de todas las tareas administrativas, y luego de su fallecimiento, contrató a una joven estudiante de la universidad local, con experiencia comercial, de muy buena presencia y mejores antecedentes.

Márquez siempre deseó ganar dinero, pero también consideró que, en todo negocio, y más aún, en toda organización, hay que imbuirse de la cultura y valores de la sociedad en que se desenvuelve y tener una clara consigna: satisfacer las necesidades de la sociedad personificada en los clientes y posibilitar el desarrollo de los empleados, y –al mismo tiempo –tener capacidad de adaptación a los cambios que se producen en el contexto a medida que sea necesario. Así, la empresa podrá sobrevivir y Márquez, incrementar su capital.

Obviamente, estos deseos no pueden alcanzarse en pocos años si se definen objetivos a corto plazo que signifiquen sólo ganancia. Se le escuchó decir a Márquez: “En todo el mundo, construir una empresa requiere mucho tiempo e implica objetivos complejos que atiendan las necesidades de numerosos grupos humanos al mismo tiempo que concuerden con los valores de nuestra cultura”.

Antes de lanzar el producto al mercado, Márquez obtuvo la licencia de fabricación del tomacorriente en el Departamento de Marcas y Patentes del organismo gubernamental correspondiente y un préstamo del Banco de Comercio de la Ciudad que le permitió financiar el proyecto. Asimismo, firmó un contrato con Materprim S.A. para asegurarse una provisión continua de las principales materias primas.

Márquez y sus amigos, confiaban en el rápido crecimiento de la organización. Al cabo de tres años, la misma se componía de 90 empleados distribuidos en dos áreas básicas (Fabricación y Ventas) y un sector administrativo de apoyo. Sus empleados trabajaban siguiendo precisas instrucciones incluidas en los  manuales de operación por él mismo diseñados, de acuerdo a la moda de la época.

Al cabo del cuarto año, son tres las empresas que fabrican el producto; sin embargo, sólo Márquez lo vende al exterior debido a que es la única que reúne las condiciones de calidad exigidas. A pesar del comienzo de las hostilidades que desembocarían en la Segunda Guerra Mundial, Márquez, por los datos que obtuvo y que le sirvieron para firmar acuerdos con proveedores y clientes, y dados los contactos con importantes grupos de poder internacional y miembros de la “fallida” Sociedad de Naciones, no interrumpió sus exportaciones e incluso invirtió sus excedentes por partes iguales en las bancas nacionales alemana y norteamericana que, muchos años más tarde, le darían sus frutos.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (6.8 Kb)   pdf (83 Kb)   docx (13.7 Kb)  
Leer 4 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com