Alfabetización inicial: la imposible simplificación, por María del Pilar Gaspar*
santiagosahirPráctica o problema19 de Octubre de 2017
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Alfabetización inicial: la imposible simplificación, por María del Pilar Gaspar*
*Licenciada en Letras (Universidad de Buenos Aires) y Profesora para la enseñanza primaria. Ha trabajado como docente del nivel primario, secundario, terciario y universitario, y ha sido profesora capacitadora y conferencista en varias provincias del país. Ha realizado trabajos de investigación en lingüística (con temáticas relativas a la comunicación científica en contexto escolar y de psicolingüística) y en enseñanza de la Lengua (con énfasis en temáticas relativas a la lectura y a la didáctica de la gramática). Cuenta con publicaciones en revistas especializadas y actas de Congresos. Es autora de diversos materiales para alumnos y docentes. Además, es coautora de dos libros para la enseñanza del español como segunda lengua (publicados en Boston, USA) y ha asesorado en la producción de programas televisivos relativos a temáticas de su campo. Actualmente se desempeña como profesora en la carrera de Letras de la Universidad de Buenos Aires, como especialista del área de Lengua en el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación y como Profesora del “Diploma Superior en Lectura, escritura y educación”, de modalidad virtual, de FLACSO-Argentina desde el 2005.
- Algunas voces en el debate
En esta clase nos centramos en lo específico de la escena de aula.
Y es que esa veta romantizada que tiene la enseñanza de “las primeras letras”, asociada a la imagen de una maestra inclinada sobre un alumno que garabatea en su cuaderno, no está exenta de debates y disputas ni tampoco de problemas y preguntas.
Pensar sobre los caminos pedagógicos y didácticos para enseñar a leer y a escribir en los primeros años de la escolaridad resulta un tema complejo, atravesado por polémicas que han recorrido la historia de la escolarización y que aún hoy caracterizan el campo educativo.
Un punto de encuentro, y de desencuentro, atraviesa ese mapa: la relación entre el campo de los especialistas en el tema y los maestros, encargados en las aulas de la tarea de enseñanza. Un tema de difícil acuerdo sobrevuela sus contornos: qué es alfabetizar hoy. Y un público particular protagoniza el debate: los niños y las niñas que comienzan a leer y a escribir.
La alfabetización es un campo de debates. Esta afirmación (que puede generalizarse a cualquier tema relativo a la enseñanza) cobra fervores de alto voltaje cuando se refiere a la alfabetización inicial. Por poner algunos ejemplos, y restringiéndonos al tema de los métodos, Anne Marie Chartier (Ref: Chartier, A-M., 2004, Enseñar a leer y escribir. Una aproximación histórica. México: Fondo de Cultura Económica, pág. 90.) reseña algunas de esas polémicas en Estados Unidos y en Francia. La primera, derivada de la discusión entre los métodos silábicos y los métodos globales:
“el debate entre el método silábico y el método global normalmente se relaciona con dos teorías antitéticas. El primer método, que combina unidades simples (letras en sílabas) para ir por etapas hacia la complejidad (las sílabas en palabras y las palabras en frases), casi siempre se remite a Descartes y a las reglas metódicas del análisis de dificultades, que recomienda ir de lo simple a lo complejo; el segundo se apoya en la psicología de la percepción global de ls formas (la teoría de la “Gestalt”) creada a fines del siglo XIX. Según dicha teoría, lo primero en la experiencia es la forma global del objeto o situación, y los elementos que componen dicha forma solo son descubiertos después.”
La segunda disputa en relación con los métodos que presenta Chartier (Ref: Chartier, A-M., Ob. cit, pp. 115-116.) es la que tuvo lugar entre los defensores whole-word (palabra total, método global) y el método fonético, en Estados Unidos y en Francia, lo que da cuenta de posiciones pendulares:
“En los años sesenta, en Estados Unidos e Inglaterra, se puso en tela de juicio al método whole – word y, tras una serie de violentas polémicas, se rehabilitó el trabajo fonético. En Francia, las cosas sucedieron en dos tiempos: en los años sesenta, mientras los fracasos en la lectura fueron imputados a la dislexia, “enfermedad del siglo”, el método global jugó el papel de chivo expiatorio (fue violentamente condenado por el padre Debray-Ritzen, neurólogo especialista en dislexia). (....) Diez años más tarde, una vez que se conocieron mejor las correlaciones entre los fallos escolares en el curso preparatorio y los orígenes sociales, los métodos silábicos o mixtos, centrados en el código, fueron responsabilizados del fracaso en la lectura.”
En nuestro país, el ya clásico trabajo de Berta Braslavsky* La querella de los métodos (1962) da cuenta también de las apasionadas discusiones desarrolladas entre los partidarios del método global y los defensores de los métodos sintéticos, sobre las que ella misma toma posición. Sin embargo, más de veinte años después, con una perspectiva ciertamente más integral y en un gesto de profunda honestidad intelectual, la misma Braslavsky presenta en la introducción al capítulo “Una revisión crítica a La querella de los métodos ... por su autora (Ref: Braslavsky, B., 2003, Primeras letras o primeras lecturas. Una introducción a la alfabetización temprana. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica., pág. 19.)".
“Como autora de La querella de los métodos en la enseñanza de la lectura, publicada en 1962, realizo su crítica considerando el contexto de las disputas académicas e ideológicas de la época, y documento la evolución de mi postura en las décadas que siguieron.”
En esa autorrevisión crítica, Braslavsky mostraba cómo en sus propios desarrollos posteriores había incluido algunas propuestas (y en particular, estrategias de enseñanza) propias del método global que, cierto es, solo son comprensibles como concesiones para quienes ya conocían las disputas. Porque como toda controversia, las referidas a la alfabetización inicial toman cuerpo bajo nombres propios, herencias, grupos de adhesión más o menos explícita, que suelen ser discernibles casi exclusivamente para quienes se hallan dentro del debate. Tan es así que cuando un capacitador o especialista en el tema se enfrenta a otros que no están en el campo (o en el ojo de la tormenta), suele recibir la pregunta por la diferencia, por el meollo de la discusión, por lo que “distingue” a aquello que propone frente a las propuestas de...
Desde hace tiempo ese debate requiere ser reconstruido a partir de la lectura de libros o artículos, o en presentaciones a través de las voces que, en sucesión, van exponiendo sus propias perspectivas, señalando sus adhesiones a nombres propios o a marcos teóricos, y sobre todo presentando experiencias (exitosas) de lo que han ido desarrollando en diferentes lugares.
Como muestra de ello podríamos analizar una experiencia del Ministerio de Educación de la Nación. Durante los años 2009 y 2010, se llevó adelante un espacio denominado “Cátedra abierta de alfabetización inicial”, en el que diversos especialistas tuvieron la oportunidad de dar a conocer sus ideas acerca del tema, a través de una serie de conferencias a distancia*. En ese espacio, destinado a todos los que quisieran participar (maestros, supervisores, directivos, profesores de Institutos de Formación docente, etc.), hubo relatos, propuestas didácticas, reflexiones de orden político, divulgación de investigaciones, entre otros focos o estrategias retóricas que cada uno de los participantes puso sobre la mesa de la discusión. Algunos de ellos plantearon desde el vamos desde dónde estaban hablando:
“Como ustedes saben, nosotros representamos a un enfoque, dentro de los que están vigentes, respecto de la alfabetización inicial, nosotros representamos a un enfoque que no tiene un nombre propio demasiado definido a pesar de que se habla mucho de él. Podríamos decir constructivista. Podríamos decir de Emilia Ferreiro. Podríamos decir psicogénesis, tiene diversos nombres, nosotros representamos a ese enfoque y nos gustaría emplear este momento para mostrar una pequeña partecita de lo que nos parece más importante de compartir que tiene que ver con el gran desarrollo didáctico que este enfoque” (Mirta Torres, 30/09/2009, Clase 1)
“La vida nos regaló la fortuna de tener a una gran maestra que nos ayudó a pensar en este tema: Berta Braslavsky. Ustedes saben que esta profesora, pedagoga que recibió innumerables reconocimientos en el ámbito académico educativo nos dejó hace casi 2 años a los 95 años de edad. Pero no nos abandonan sus principios y confianza en el docente, en la apuesta en que todos los niños pueden aprender, más allá de sus diferencias culturales o del orden de lo natural. (...)De estas orientaciones que responden a paradigmas diferentes. corresponde aclarar que nuestro equipo toma la visión socio- constructivista ,cuyas raíces psicológicas se encuentran en las teorías de Vigostky desarrolladas y modificadas por Bruner, Cole y Rogoff” (Betina Motta, 07/06/2010, Clase 6)
“Yo sólo represento a un equipo, del que, como dijo Mercedes, lamentablemente sus integrantes no han podido venir, por lo tanto son muchas investigaciones las que confluyen en esta presentación, hay aportes de todo el equipo en su mayoría investigadores y becarios del CONICET; también un subgrupo en la Universidad de Córdoba, y trabajamos con algunos colegas de la Universidad de La Plata” (presentación de una transparencia con los nombres de todos los investigadores que trabajan en esta línea). (Ana María Borzone, 01/09/2010, Clase 8)
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