Aplicación y utilidad del design thinking

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Rev. Febrero  2021

Autor:

Elena Fernandez Gascueña

APLICACIÓN Y UTILIDAD DEL DESIGN THINKING

Introducción 100 PALABRAS

La filosofía del Design Thinking ha emergido como un enfoque dinámico y multidisciplinario para la resolución de problemas que trasciende los límites tradicionales, extendiéndose más allá del ámbito empresarial. Su impacto va más allá de ser una herramienta puntual y se ha convertido en una parte integral de la cultura organizativa para empresas y startups.

 Desde la destacada influencia de IDEO hasta su integración en campos como la ciencia y la arquitectura, el Design Thinking no solo ofrece soluciones prácticas y creativas, sino que también transforma la manera en que las organizaciones abordan los desafíos, haciendo hincapié en la reinvención empresarial y la creación centrada en el usuario. Este enfoque no solo busca soluciones efectivas, sino que también remodela la mentalidad y los procesos organizativos para adaptarse a entornos en constante cambio.

Contenido  

 Aplicación

El Design Thinking es un enfoque de resolución de problemas que supera las fronteras de la industria o empresa y ha demostrado ser exitoso en diversos campos. Su aplicabilidad no se restringe al mundo empresarial, sino que se extiende a la ciencia, la arquitectura y prácticamente a todos los aspectos de la vida. En esta ocasión, exploraremos ejemplos de su implementación en diversas áreas.

Empresas y Startups

 IDEO, una consultora de diseño de renombre, desempeñó un papel crucial en la introducción del Design Thinking en el mundo empresarial. Empresas de todas las industrias han aplicado este enfoque para desarrollar productos y servicios innovadores. No obstante, más allá de su aplicación específica, el Design Thinking se ha convertido en la identidad de muchos startups, donde no es tan solo el uso de una estrategia esporádica, sino una parte integral de su cultura organizativa. Se trata de integrar la mentalidad de Design Thinkers en la que se cuestiona constantemente el "leitmotiv" de las cosas, es decir el motivo central recurrente que permite entender a fondo las necesidades de los usuarios en cada paso del proceso.

Ciencia e Investigación.

 El Design Thinking no se restringe en exclusiva a los negocios; también se ha incorporado en el ámbito científico. Un caso sobresaliente es el de Herbert A. Simon, quien en su obra "The Sciences of the Artificial" de 1969, propuso enfoques de diseño aplicables a la resolución de problemas en la investigación científica. Los científicos pueden emplear este enfoque para abordar problemas complejos, como el diseño de los experimentos o la organización de investigaciones interdisciplinares. Aplicar la mentalidad del Design Thinking permite a los científicos desarrollar soluciones innovadoras y creativas para sus desafíos científicos.

Arquitectura y Diseño Urbano. 

El Design Thinking también ha sido aplicado en la arquitectura y el diseño urbano. Peter Rowe, en su libro "Design Thinking" (1987), investigó cómo esta forma de focalizar influye en la manera en que diseñamos los edificios y las ciudades. Al aplicar el Design Thinking en el diseño urbano, los arquitectos pueden entender mejor las necesidades comunitarias reales y crear espacios más funcionales que satisfagan las necesidades de los ciudadanos. Esto puede conducir a la creación de entornos urbanos más sostenibles y centrados en las personas.

Utilidad

El Design Thinking es una metodología sumamente versátil que puede aportar beneficios manifiestos a las empresas en diversas áreas. Exploraremos en mayor profundidad cómo puede beneficiar a nuestros negocios:

Reinvención del modelo de negocio: En el caso de que un modelo de negocio se vuelva obsoleto o existan variaciones significativas en su sector, mercado o entorno; el Design Thinking nos facilita alinear las soluciones en el nuevo ambiente. Esto es fundamental para la aclimatación y la supervivencia en un entorno empresarial en continua evolución.

Comprensión profunda de clientes y usuarios: A través de la empatía, nos ayuda a entender de manera profunda las necesidades, deseos y desafíos de los clientes y usuarios. Esto es primordial para la creación de productos o servicios que realmente satisfagan sus necesidades. Al conocer sus problemas y necesidades, se pueden diseñar soluciones óptimas y valiosas.

Enfoque en el usuario final: Una peculiaridad específica del Design Thinking es su focalización en el usuario final. Esto afianza que todas las perspectivas de un producto o servicio estén diseñadas teniendo en cuenta la experiencia y las necesidades del usuario. Esto permite incrementar la satisfacción del cliente y la fidelización del mismo.

Reconocimiento de los fundamentos de los intereses de los clientes: Los clientes pueden expresar lo que desean de una manera que no manifieste precisamente su necesidad real. El Design Thinking facilita la profundización y comprensión en el motivo existente tras sus requerimientos. Al hacerlo, puede facilitar soluciones más adecuadas y satisfactorias.

Simplificación de procesos y búsqueda de la eficiencia: El Design Thinking facilita la simplificación de los procedimientos en escenarios complejos, describiendo los pasos fundamentales y eliminando los superfluos. Esto sin duda incrementa la eficiencia y reduce significativamente los costes.

Rediseño del problema desde una perspectiva humana: Este enfoque permite afrontar los desafíos desde la perspectiva de los afectados, en lugar de priorizar en exclusiva las soluciones técnicas. Consiguiendo llegar a soluciones más efectivas y focalizadas en las personas.

Mejora de la experiencia del usuario: Adoptando un enfoque centrado en el usuario, el Design Thinking ayuda optimizando cada interacción que los usuarios tienen con un producto o servicio. Esto permite aumentar la lealtad de los clientes y convertirlos en promotores.

Diversidad de ideas y equipos multidisciplinares: Al implementar el Design Thinking, se constituyen equipos de trabajo multidisciplinares que enriquecen el proceso aportando ideas distintas. Esta diversidad de enfoques mejora la generación de soluciones y alimenta la creatividad.

Promoción de la intervención y la colaboración: El Design Thinking genera y alienta la colaboración entre equipos multidisciplinares. Trabajando juntos en la búsqueda de soluciones a los problemas, los equipos pueden beneficiarse de la gran variedad de perspectivas y destrezas individuales, lo que a menudo conduce a soluciones más creativas y eficientes.

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