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Caso Organización Siam

claudia.plazasEnsayo22 de Febrero de 2015

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Caso Organización Siam

Para la realización de este trabajo, hemos elegido a la empresa Siam Di Tella, símbolo de una empresa metalmecánica Argentina durante varias décadas.

Recorreremos la historia de esta empresa, desde su fundación hasta el día de hoy, indicando los hitos más importantes y haciendo referencia a los momentos económicos que atravesaba el país.

Historia de la empresa

La empresa Siam Di Tella fue fundada por Torcuato Di Tella en el año 1911 con capitales nacionales. El negocio de la compañía comienza con la fabricación de amasadoras mecánicas de pan debido a una exigencia del gobierno de la ciudad cuando, por un tema gremial le exige a todas las panaderías que pongan una máquina de amasar el pan. Para cubrir esta demanda de aproximadamente 700 máquinas, Di Tella se asocia con Guido Allegrucci y en plena época del modelo agroexportador argentino, forman la sociedad y patentan la primera máquina de amasar pan bautizada S.I.A.M. (Sociedad Industrial de Amasadoras Mecánicas). El modelo SIAM tenía algunos detalles mejorados respecto a las que había disponibles en el mercado mundial y las mismas se vendieron a un ritmo espectacular. El producto fue un éxito y al poco tiempo, Torcuato Di Tella asume el control total de la compañía.

Di Tella ambicionaba transformar a la Argentina rural en una nación industrializada y moderna, produciendo maquinarias e introduciendo conceptos novedosos para el país como la producción en serie y la organización científica del trabajo.

En 1922 el general Mosconi, presidente de la empresa petrolera estatal YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales), está decidido a impulsar la compañía que hasta ese entonces no lograba despegar y con este fin comienza a instalar estaciones de servicio en todo el país. Di Tella, que era amigo de Mosconi, le ofrece fabricar surtidores de combustible, el cual acepta ya que también le interesaba fomentar la industria nacional.

La SIAM se expande a tal punto que, en 1928, Di Tella decide reunir la producción (dispersa en varios talleres) en una gran fábrica metalmecánica en Avellaneda.

Así es que, en una Argentina básicamente agroexportadora, donde prácticamente todo se importaba, es fundada una empresa industrial, de tecnología relativamente avanzada para su época, que estaba creciendo a un ritmo acelerado apoyada en las compras del sector público. Sin embargo, cuando la empresa vivía su mejor momento estalla la crisis del 29, y poco después, el Golpe de Estado de 1930, que derroca al gobierno radical de Hipólito Yrigoyen. El general Mosconi, partidario de Yrigoyen, decide retirarse de YPF y como consecuencia de este hecho, la petrolera rescinde el contrato que tenía con Di Tella, quien de un día para otro, se encuentra con una fábrica de enorme envergadura, pero casi sin mercado para sus productos. Ante esta situación decide agudizar su ingenio y empieza a probar con distintas producciones para el mercado local que comenzaba a tomar importancia.

En el año 1932 se inicia la fabricación de heladeras comerciales y en 1933 se construyen los primeros motores eléctricos. Sin embargo, uno de los mayores íconos de la Siam va a surgir en 1935, cuando se logra introducir a nivel masivo el uso de un artículo de avanzada: la heladera familiar SIAM.

En 1937 la empresa inicia la fabricación de equipos de bombeo de petróleo para YPF y más tarde, en 1941 se elaboran los primeros grandes transformadores. Mientras tanto, continúa la introducción de diversos electrodomésticos para el hogar.

En 1947 se fabrican las primeras bombas de motor sumergido con stator húmedo para pozos profundos y un año después se lanzan al mercado los primeros caños de acero soldados por resistencia eléctrica, calidad API, de hasta 323,9 mm de diámetro.

Por aquel entonces la SIAM era el grupo industrial más importante de América Latina. Sin embargo, en 1948, Di Tella fallece repentinamente a la edad de 56 años, dejando un vacío en la dirección de aquel emporio de dimensiones fenomenales, que era todo un símbolo de la modernización argentina.

La repentina muerte de Di Tella deja un hueco importante en la conducción de la compañía. Sus dos hijos, Guido y Torcuato, tomaron el control de la SIAM, renombrándola como "Siam Di Tella".

Sin embargo, ninguno de ellos demostró gran interés en la empresa, la cual, en pocos años comienza a experimentar sus primeros problemas económicos, a causa de inversiones equivocadas realizadas por Guido y Torcuato. Mientras la empresa iniciaba su ocaso, el esfuerzo de los hermanos Di Tella se concentró principalmente en el desarrollo de la Fundación y del Instituto que llevaba el nombre de su padre, el cual se haría famoso en la década del '60 por su mecenazgo artístico y su estilo vanguardista.

Igualmente, el contexto seguía siendo favorable para la compañía y la SIAM ejecuta un acuerdo con una firma italiana, Lambretta, para fabricar motonetas, a las que decide llamar “Siambretta”, en honor a don Torcuato, que siempre había querido ser "el Ford argentino".

En ese momento bastó que Siam anunciase que iba a fabricar la Siambretta, para que la gente se anotara en la lista de espera de las concesionarias pagándola por anticipado. Es decir, la gente se estaba anotando en las concesionarias, cuando Siam todavía no había empezado a instalar la fábrica. La empresa le regaló una cantidad de motonetas al gobierno de Perón.

La empresa continuó creciendo y fabricando electrodomésticos tales como lavarropas, cocinas, televisores (en blanco y negro) y las ya famosas motonetas y furgonetas “Siambretta”. Sin embargo, comienzan a aparecer problemas de gestión, mientras que los sucesivos golpes de Estado, hacen que la demanda del sector público se vuelve errática. En los años ´60 el presidente Arturo Frondizi promete lanzar un vasto plan de desarrollo eléctrico, lo que motiva que los directivos de la Siam se decidan a montar una fábrica de grandes transformadores y equipos eléctricos. Sin embargo, la inestabilidad política y económica del país provocan que el plan finalmente no se realice y la planta queda sobredimensionada. En ese momento también comienzan a aparecer los problemas de sobreinversión en proyectos que no logran el desarrollo esperado.

“La inestabilidad macroeconómica que dominó la escena hasta fines de los años ochenta implicó una reversión expresada inicialmente en una intensa desaceleración del producto y del empleo, pero manteniéndose aún elevados niveles de inversión (como consecuencia de una intervención enérgica de las políticas públicas), para luego mostrar un estancamiento del nivel de actividad y de stock de capital (con una importante des acumulación en equipo durable)” (Bernardo Kosacoff,2009, Pág.102)

En este contexto, la Siam haría una de sus mayores apuestas, decidiéndose a fabricar autos con tecnología inglesa, lo cual era muy arriesgado porque debían competir con gigantes como la General Motors o Ford.

Hoy la empresa (2014) reinauguró la planta de Avellaneda. Con la presencia de la presidenta Cristina Fernández se dio comienzo a una nueva etapa en la historia de la empresa, luego de más de 20 años de oscuridad. Con una inversión de más de 35 millones de dólares se reabre una de las fábricas icono de la industria nacional.

Empobrecimiento y ruina de la empresa:

El progreso de la empresa, estimulado por políticas proteccionistas en el marco de una considerable expansión del mercado interno, se mantiene hasta 1970.

Para la mejor época, la empresa cuenta con lo siguiente:

 13 plantas industriales.

 9.000 trabajadores.

 250 artículos de fabricación nacional para la industria y el hogar.

 Las primordiales plantas eran las de San Justo, Avellaneda y Tierra del Fuego.

 Negocios en Chile, Brasil y Uruguay, Nueva York y Londres.

 Fabricación de caños de aceros soldados, interna y externamente por arco sumergido 1963.

 Fabricación del transformador de mayor potencia producido hasta esa fecha en el país.

 Además de que sus autos están siendo bien aceptados en el mercado.

No obstante cada cambio de modelo requería una gran inversión de capital y la empresa ya mostraba sus primeras dificultades, con algunas fábricas trabajando a un ritmo por debajo de la capacidad instalada.

En esa época, a pesar de lo requerido por el Régimen de Promoción Automotriz, las equipos fabricados por la empresa tenían un bajo índice de integración nacional que nunca pudo ser incrementado de acuerdo a lo que está a lo que establecía la legislación vigente, y pos ese motivo tuvo que reducir drásticamente sus niveles de producción. Para afrontar esta crisis la empresa decide endeudarse con el Estado en dos formas, por un lado se pidieron créditos al Banco Nacional de Desarrollo y por otro lado se dejó de pagar impuestos.

Para el primer trimestre del año 1965 la empresa firma un acuerdo con IKA (Industrias Kaiser Argentina) de complementación industrial en los rubros de fundición, herramental y matricería, que posteriormente adquiere el 65% de la empresa pero a pesar del aporte de IKA, las problemas financieros continuaron y a principio de año 1966 la empresa solicitó la primera convocatoria de acreedores. Los inconvenientes financieros continuaron y los proveedores no les queda otra que comenzar aceptar vehículos como parte de pago. Cabe destacar que a continuación el personal de la empresa es suspendido por un mes, pero finalmente nunca es reincorporado.

Resurgimiento

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