DIMENSIONES DEL INDIVIDUO EL DESEMPEÑO DE UNA EMPRESA CON PROYECCIÓN INTERNACIONAL

1. ¿CÓMO AFECTAN LAS DIMENSIONES DEL INDIVIDUO EL DESEMPEÑO DE UNA EMPRESA CON PROYECCIÓN

INTERNACIONAL?

Las empresas Modernas con proyección internacional se desarrollan en un entorno altamente competitivo, cambiante, con altos niveles de incertidumbre donde las tecnologías caducan rápidamente y con ellas sus ventajas de ingreso, dejando atrás toda una infraestructura creada para tal efecto, poniendo a las organizaciones en puntos críticos para mantenerse y expandirse en el mercado, donde la única alternativa viable es evolucionar. Enfrentar esta situación es un elemento constante del futuro de las empresas , las cuales está obligadas a buscar alternativas para superarlas  y contrarrestar los drásticos cambios comerciales a nivel mundial, a través del desarrollo de estrategias que le permitan crecer y consolidarse en la competencia internacional, alcanzando niveles de eficiencia , eficacia y calidad estandarizados para la actividad que desempeñan.

Este imperativo se ha instalado en las empresas y según Saldarriaga (2007) ha dado origen al pensamiento ampliamente compartido de que la competitividad de las empresas y las naciones solamente es posible en la medida en que se logre penetrar exitosamente los  mercados internacionales con productos y servicios de excelente calidad y bajo  precio, lo que de una u otra manera tiene incidencia en el imaginario que  las empresas crean y recrean acerca de lo que es la competitividad y  cuáles son las estrategias competitivas que deberían implementar para ser exitosas en el mercado nacional e internacional, y una de esas estrategias ha sido la gestión humana.

En este orden de ideas, se ha empezado a entender que el logro de la productividad y la competitividad en el desempeño de una empresa con proyección internacional debe alcanzarse fomentando el desarrollo y la satisfacción de los trabajadores y, desde los procesos de gestión humana, debe evidenciarse un interés claro y marcado de la organización en las personas, tratándolas como individuos y contribuyendo a su satisfacción, por lo que surge la necesidad de abordar al ser humano en su totalidad, es decir, conciliar las dimensiones racional y la emotiva, es allí donde el papel de la Administración moderna es integrar estas dos partes del ser humano, reconocerlo como sujeto en sus diferentes dimensiones y para ello la gestión humana es la vía más adecuada.

“Para Frankl (1997) El ser humano, está compuesto por varias naturalezas diferentes, a saber: física psicológica y espiritual”. (GOMEZ CARVAJAL, 2011)

La dimensión física, está compuesta por la biología del individuo, su genética, la parte con la cual interactúa con el mundo, aquello que depende de lo fisiológico de manera predominante y que es cotidiano. Esta parte física depende, en términos humanos, de la satisfacción de las necesidades básicas fisiológicas.

La dimensión psicológica, está compuesta por condiciones tales como la historia de aprendizaje, las condiciones y limitaciones sociales, la inteligencia, memoria, y atención, el lenguaje, el inconsciente  y  expectativas .Los procesos individuales tienen inherencia en el bienestar, la satisfacción, la motivación para el trabajo y la vinculación a la organización  y en la actitud hacia el aprendizaje y el cambio.

La dimensión espiritual, en el lenguaje de Frankl, no se refiere a la dimensión religiosa, sino, más bien, a la dimensión existencial, a la pura posibilidad de realización del ser humano, es la única dimensión que no es compartida con los animales, es la base de la dignidad humana. En esta dimensión capacita para, en última instancia, hacer frente a todas las posibles dificultades que se presentan en la vida, incluidas, por supuesto  las que se presentan en el trabajo.

En el trabajo, estas dimensiones son las estrategias para analizar las condiciones de cómo mejorar la realidad de la vida laboral de las personas. Tener en cuenta la dimensión física (tanto las condiciones del ambiente físico y la estructura organizacional, como el salario y los medios de producción para desarrollar la tarea), la dimensión psicológica (el clima laboral, la cultura de la organización, el estilo gerencial y de liderazgo) y la dimensión espiritual (la visión compartida, los valores trascendentes reales de la organización y el sentido de la participación real en lo que se hace), permite estructurar una empresa ajustada hacia las personas.

Los factores mencionados se manifiestan en los individuos (factores individuales) y en los grupos (factores grupales), cuando interaccionan en la organización y dependen de los procesos psicológicos y psicosociales que tengan lugar en dichas interacciones. Esto procesos tienen repercusión en la consecución de los objetivos estratégicos de la organización (efectividad organizativa). Además marcan la vida laboral y profesional de los individuos y de los grupos, y afectan a todos los aspectos de la vida organizativa. Estos procesos aparecen a partir de las decisiones tomadas por la organización, y generan siempre un impacto, positivo o negativo, en las personas que trabajan y la conforman, tanto en los individuos como en los grupos. Existe una relación positiva entre satisfacción laboral y compromiso

organizacional.        Ambos        están        relacionados        positivamente        con        otros resultados organizacionales y la productividad.

Como se puede apreciar el desarrollo de las dimensiones del individuo juega un rol protagónico en el proyección internacional actual y futura de  las Organizaciones, pues es talento humano el activo más flexible y el que le otorga mayor vitalidad a la Organización ya que a través de él es que se pueden implementar , reacomodar , adaptar y hacer factible cualquier adelanto tecnológico, concepto teórico o aplicación práctica , incluso es el que le abre las puertas a la Innovación Tecnológica; y es esta última precisamente una de las vías fundamentales que deben desarrollar las Organizaciones que aspiren a un posicionamiento de elite dentro del mercado internacional . Su administración efectiva genera un enorme potencial para crear valor en las organizaciones y, por ello, no pueden ser ignorados ya que son una fuente de ventaja competitiva.

La mejora de los conocimientos de los recursos humanos permite el desarrollo de las estrategias de internacionalización, que a su vez promueven la competitividad sostenible. Además del refuerzo de las capacidades técnicas, tecnológicas y de comercialización, a la innovación de productos y procesos, y a los reajustes organizativos requeridos por la evolución de mercados internacionales.

“Es el hombre el portador del valor intangible más importante para el futuro de la humanidad, el valor del conocimiento como un activo fundamental del desarrollo y el papel que las tecnologías de información y comunicaciones tienen para dinamizar los procesos de capitalización del conocimiento” (CEQUEA, 2011).

Las estrategias de internacionalización se convierten en estrategias clave que permiten a las empresas adquirir nuevos conocimientos así como reforzar su posición de ventaja, atendiendo las necesidades planteadas de la mejor manera posible y estando en equilibrio sus intereses con los de la sociedad.

1. ¿SE PUEDE AFIRMAR QUE LAS DIMENSIONES DEL INDIVIDUO SON EL REFLEJO DE LA EMPRESA Y VICEVESA? JUSTIFIQUE SU

RESPUESTA

La empresa como ente social único e irrepetible, es el reflejo de las actitudes y acciones de los individuos que la conforman ya que en la actualidad, las organizaciones son concebidas como sistemas complejos autodeterminados, donde se concibe que las personas no se comportan solo bajo principios económicos y racionales, sino que van cambiando su conducta al aprender de sus experiencias en forma colectiva (Gallardo, 2002), aprendizaje que se da también de manera individual y subjetiva y del cual se desprenden sus acciones.

“La productividad y la competitividad cobran cada vez más relevancia en las empresas, máxime en medio de los procesos de globalización, pero de igual manera son importantes los rasgos culturales propios y distintivos de las empresas y las naciones que se convierten en ventajas competitivas y que tienen que pasar necesariamente por el reconocimiento y valoración del ser humano como sujeto” (CAMEJO, 2009), con sus particularidades y experiencias de vida que definen sus diferentes dimensiones y a su vez nutren el desarrollo de la organización.

En una organización las personas tienen comportamientos  individuales y grupales, con lo cual, obtienen resultados individuales y como grupo. Por lo tanto, las personas necesitan de las organizaciones para satisfacer sus necesidades y las organizaciones necesitan a las personas para funcionar y obtener sus resultados, es por esto que se puede afirmar con certeza que las dimensiones del individuo son el reflejo de la empresa y viceversa.

Otros autores que hacen sus aportes al respecto son Bedard (1995) y Chanlat, Echeverri, Dávila y Zapata (1998) es necesario la que tener en cuenta las particularidades y los esquemas mentales (Maruyama, 1998) al momento de administrar el recurso humano, pues dichas particularidades constituyen formas de pensamiento que al ser compartidas se convierten en representaciones sociales que permiten a las personas percibir  e  interpretar la realidad de cierta manera y lograr procesos de identificación con el sistema en el que se encuentran inmersos, para este caso, con la organización y su cultura.

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