La globalización y las exportaciones. Impacto social y económico de la exportación
viridiana4568 de Abril de 2015
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11° MANDAMIENTO EXPORTARÁS
Eduardo Reyes Díaz-Leal
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 4
LA GLOBALIZACIÓN Y LAS EXPORTACIONES 6
EL IMPACTO SOCIAL Y ECONÓMICO DE LA EXPORTACIÓN 8
A LA MEXICANA 10
POR QUÉ LAS EMPRESAS MEXICANAS CASI NO EXPORTAN 11
LO NATURAL DE LA EXPORTACIÓN 13
LA PERCEPCIÓN EL 90% DE LA REALIDAD………………………………………………..14
LA FORMA DE PENSAR DE LA GENTE………………………………………..…………..15
EL MUNDO AL INSTANTE……………………………………………………………………16
LOS TRATADOS DE LIBRE COMERCIO….…………………………………………………20
PLATAFORMA DE NEGOCIOS……………………………………………………………...21
TRAMITOLOGÍA EN LA EXPORTACIÓN…………………………………….……………..21
OPORTUNIDADES DE EXPORTACIÓN………………………………….…………………24
EL NEGOCIO DE LA EXPORTACIÓN………………………………………………………25
LOS TIPOS DE EXPORTACIÓN………………………………………………………………26
EL PRECIO DE EXPORTACIÓN…………..………………………………………………….28
LA LOGÍSTICA EMPRESARIAL……………………………………………………………….29
EL COSTEO EN LA EXPORTACIÓN…………………………………………………………31
POR QUÉ EXPORTAR………………………………………………………………………...33
CUÁNDO EXPORTAR………………………………………………………………………..34
LOS MERCADOS DE LA EXPORTACIÓN………………………………………………….36
LA MAGIA DEL NEGOCIO………………………………..………………………………..38
LA OFERTA EXPORTABLE……………………………………………………………………39
LA CERTIFICACIÓN DE PROCESOS……………………………………………………….41
LAS ALIANZAS ESTRATÉGICAS……………………………………………………….........42
PLAN DE NEGOCIOS………………………………………………………………………43
EL MERCADO META………………………………………….……………………………44
MARKETING INTERNACIONAL…………………………………………………………….46
IDENTIDAD PERSONAL: PROPIEDAD INTELECTUAL……………………………………50
ASPECTOS LEGALES, FISCALES Y ADUANALES…………………………………………52
COBRANZA INTERNACIONAL……………………………………………………………..54
NEGOCIACIONES COMERCIALES INTERNACIONALES………………………………..56
INCOTERMS: INTERNATIONAL COMMERCE TERMS…………………………………….58
CONCLUSIONES………………………………………………………………………………61
INTRODUCCIÓN
Por muchos años México fue MONOEXPORTADOR de petróleo, un recurso natural que DIOS nos regaló a través de esta tierra preciosa.
La exportación de petróleo se dio en forma sencilla, ya que muchos países no corrieron con la suerte de tener un producto necesario y prácticamente, insustituible aún. Implicó que casi la única fuente de ingresos del exterior, que era un producto natural con poco valor agregado y con muy poca creatividad en su comercialización y marketing; se vendía porque así se estableció en el orden económico de las cosas y por un elemento divino que nos puso esa materia prima aquí y no la puso en muchos otros lugares.
Esta situación prevaleció hasta la década de los 80´s cuando nos reconvertimos en multi-exportador, primero como producto de un proceso casi natural de la globalización y segundo por la gran visión de algunos pocos empresarios y directivos que vieron en la exportación una gran oportunidad de crecimiento y expansión. El paradigma de que la exportación era sólo para los países poderosos se rompió.
La exportación, prácticamente, no era conocida por los mexicanos, los menos sabían que formaba parte de un elemento etéreo de la “balanza comercial”, pero los más no sabían de su existencia y no soñábamos con vender nuestros productos en el extranjero. Nuestra mayor “internacionalización” estaba en los mercados de Tepito, San Juan de Dios y otros lugares que vendían fayuca o aquello que venía en las maletas de los viajeros internacionales.
Pocos, muy pocos, recurrían a los mercados internacionales como fuente de ingresos y como estrategia de expansión para sus negocios, quienes lo hicieron en su gran mayoría siguen subsistiendo y mantienen un liderazgo en la industria nacional, a pesar de las muchas crisis económicas que vivimos. Así que ni nos preocupaba ni nos ocupaba, nos acostumbramos a ver que la exportación era del Gobierno y que no necesitábamos de una cultura exportadora que nos atormentara con más y nuevos problemas a los que ya se tenía como producto de la comercialización en el mercado internacional. Como buenos mexicanos, pocos previnieron que las cosas cambiarían y que la globalización nos obligaría a internacionalizar nuestros conceptos, cultura, sociedad, productos y mercados.
La verdad absoluta de que la exportación en México sólo era del gobierno y sólo era de petróleo, hoy es
una mentira tremenda, porque la exportación es para cualquiera que ve una oportunidad de negocio en donde existe un consumo y/o una necesidad y que las “aduanas” son meramente trámites administrativos cumplibles en casi todos los casos. A la globalización hay que entenderla como el proceso de acercamiento o achicamiento mundial, que facilita el intercambio de bienes y servicios e influye tremendamente en la forma de pensar y actuar de toda la población mundial, tanto política, social como económicamente.
La globalización, desde luego, es producto de los avances tecnológicos, principalmente en el rubro de las comunicaciones, ha hecho que la mayoría de los países abran sus fronteras paulatinamente y con la mayor madurez posible, evitando con ello ser víctimas del contrabando y traición de un mercado (hoy) hambriento de productos extranjeros5, lo que implica una fuerte competencia para la industria local a la que se espera madure y resista la embestida de los productos y servicios extranjeros.
México tiene una capacidad exportadora excelente, que debe ser explotada (positivamente) por su población, a fin de generar una mejor distribución de la riqueza.
La Globalización y las Exportaciones
Los principios de la Globalización moderna se dieron en los últimos años de la década de los 80´s, principios que fueron advertidos por muy pocos cuando vieron los avances tecnológicos en materia de comunicaciones que llevaba con gran facilidad las ofertas de productos de cualquier lugar del mundo a todo el planeta en cuestión de segundos o que le permite a cualquier usuario de casi cualquier giro comercial el conocer precios, condiciones y características de productos que se producen y venden a 5,000 millas de distancia; ellos, los que vislumbraron la evolución intentaron hacer de México un país exportador, pues si un mexicano era capaz de saber que en Suiza se producía una excelente crema reductora de peso que habría que comprar, también un suizo podría saber que México tenía una capacidad natural para fabricar artículos con alto contenido de mano de obra como los eléctricos, electrónicos, médicos, automotrices y textiles.
Lamentablemente, para el resto de los mexicanos la inducción al tema se nos hizo en base a retos y
metas y no se hizo considerando que se trataba de un proceso natural de cualquier fábrica o comercializadora, que quisiera aumentar sus utilidades y sus negocios, como si se tratara de una parte natural de los mexicanos.
Ahora tenemos que exportar para sobrevivir porque las empresas de los demás países sí vieron este fenómeno y se han abocado a vender a todo el mundo incluyendo a México, quitándonos un pedazo de “nuestro” pastel que “pertenecía” a los mexicanos según el paradigma del “mercado privativo de los mexicanos”.
La exportación es un negocio natural que genera utilidades, fortalece a las empresas y expande las posibilidades, es natural si se tiene el producto o servicio que alguien más quiere, en mercados dispersos de diferentes características pero con un común denominador: el consumo. No es un reto es una oportunidad simple que se
puede aprovechar si se orienta pensando en el mercado, en el consumidor. Para México la exportación sólo ha sido casuística, se exporta cuando hay devaluación y se deja de exportar cuando la inflación, producto de esa devaluación, nos vuelve incompetentes en los mercados.
Aun cuando la exportación es compleja (por regla general), no quiere decir que no valga la pena, no quiere decir que no se debe probar e implementar y no quiere decir que se expone un fracaso casi inminente. Con pasión la exportación se convierte en un placer de beneficios cuantitativos, sustantivos y perdurables.
La exportación es un negocio de mercadotécnica (marketing) orientada al cliente, cliente que seguramente piensa diferente a nosotros pero tiene la cualidad de dejarnos
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