La ley del tope y la ley de la influencia en el liderazgo

1. La ley del tope

La capacidad que tiene un individuo para dirigir lo cual determina la eficacia de ella. El balance lo describe como a menor capacidad para dirigir un individuo, menor está el tope de su potencial; mientras que, a mayor nivel de liderazgo de una persona, mayor es su eficacia. Vemos que esta ley siempre medirá su eficacia y el impacto potencial de uno.

Para tener éxito se debe tener una visión infinita de las metas, no significa que el solo hecho de cumplir algún sueño u objetivo es razón para llegar hasta ahí y no seguir expandiéndolo. A esto el autor adhiere la ley de cuanto más alto desees escalar, tanto más necesitas el liderazgo. Cuanto más alto sea el impacto a causar, mayor influencia necesitara. Todo se complementa el alcanzar nuestro objetivo está relacionado condicionado por nuestra capacidad de dirigir a los demás.

Donde sea encontramos personas inteligentes, exitosas y talentosas, lo cual, no significa que sean lideres porque solo han llegado hasta allí debido a sus limitaciones de liderazgo; ya que, no conocen la Ley del Tope.

El éxito está al alcance de casi cualquier persona. Pero el éxito personal sin la capacidad de liderazgo produce una eficiencia limitada. El impacto de una persona solo llega a una fracción de lo que lograría con un buen liderazgo. Mientras más alto quiera escalar, más necesita del liderazgo. Mientras mayor impacto quiera lograr, mayor es la influencia que necesita tener.

La habilidad de liderazgo es la tapa que determina el nivel de eficiencia de la persona. Mientras más baja es la capacidad de dirigir, más baja estará la tapa sobre su potencial. Mientras más elevado el liderazgo, mayor la eficiencia. Su capacidad de liderazgo, para bien o para mal, siempre determina su eficacia y el impacto potencial de su organización.

Para alcanzar los más elevados niveles de eficiencia, tiene que subir la tapa de su capacidad de líder. Tu límite de crecimiento como persona, en tu trabajo o negocio está determinado por tu nivel de liderazgo. Mayor liderazgo es igual a mayor eficacia.

La dedicación al éxito es importante. También lo es el talento y la inteligencia, pero sin la habilidad de liderazgo, nunca llegarás lejos. Por eso es sumamente importante si deseas tener éxito en la vida, te enfoques en desarrollarte como líder

La capacidad de éxito y eficiencia de una persona nunca podrá ser superior a su capacidad de liderazgo. Cuando Steve Wozniak y Steve Jobs empezaron Apple, el primero era el verdadero cerebro, pero sólo alguien con el liderazgo de Jobs fue capaz de llevar a Apple al éxito por dos veces, según el autor.

2. La ley de la influencia

La segunda es la Ley de la Influencia que la describe como la verdadera medida del liderazgo porque con la cual vemos quien tiene la capacidad de influir sobre las demás personas lo que se convierte en algo fundamental para un líder.

El liderazgo no es simplemente para las personas que tienen títulos, dinero o un puesto importante porque muchas de ellas carecen de eso. A el líder se lo reconoce por su carisma, el trato, pero sobre todo por su poder para ganarse a un sin número de personas a que sigan sus propósitos.

El verdadero líder es el que tiene fuerza o influencia y por ende es eficaz. Si nadie te sigue ni le importa lo que haces no tiene liderazgo.

El verdadero liderazgo no puede ser transmitido, necesita ser ganado. La idea que buenos gerentes son buenos líderes es un error común. Los líderes influyen en las personas mientras que los gerentes manejan operaciones con excelencia. Inclusive empresarios no son necesariamente líderes.

Otro error común es que ser siempre primero, obtener una posición de liderazgo o tener un gran conocimiento de un área específica te hacen un líder. Sólo trabajo duro y dedicación desarrollarán tu liderazgo.

Si usted no tiene influencia, nunca podrá dirigir a otros. ¿Cómo mide, pues, la

influencia? La siguiente historia responde esta pregunta. A finales del verano de 1997 dos hechos extraordinarios ocurridos en menos de una semana sacudieron al mundo: la muerte de la princesa Diana y de la Madre Teresa de Calcuta. A primera vista, las dos mujeres no podían ser más diferentes. Una de ellas era una esbelta, joven, y encantadora princesa de Inglaterra que se desenvolvía en la más alta sociedad. La otra, ganadora del Premio Nobel de la Paz, era una pequeña y anciana monja católica nacida en Albania, que servía a los m s pobres de Calcuta, India.

Lo increíble de esto es que ambas causaron un impacto muy similar. Según los

resultados de una votación publicados por el Daily Mail de Londres, la princesa Diana y la Madre Teresa recibieron el primer y segundo lugar, respectivamente, de las personas más humanitarias del mundo. Esto es algo que no sucede a menos que se tenga mucha influencia. ¿Cómo alguien como Diana llegó a ser considerada en la misma forma que la Madre Teresa? Ella mostraba el poder de la Ley de la Influencia.

3. La ley del proceso (o de la constancia)

El liderazgo se desarrolla a diario, no llega de la noche a la mañana, es complicado; tiene muchas facetas: respeto, experiencia, fortaleza emocional, habilidad para el trato con las personas, disciplina, visión, inercia, oportunidad, etc. Muchos de los valores que participan en el liderazgo son intangibles. Es por ello que los líderes requieren tanta maduración para ser eficaces. En algún momento de la vida se nos coloca en una posición de liderazgo sólo para ver a nuestro alrededor y darnos cuenta que nadie nos sigue. Allí nos damos cuenta que necesitamos aprender a ser líderes y allí es cuando inicia el proceso.

El liderazgo es como una inversión a largo plazo. Hay que desarrollarla porque los que importa es lo que haces en todo este periodo lo que define nuestro éxito en el futuro.

Aquí interviene la polémica pregunta del que si ¿el líder nace o se hace? El autor nos comenta que la capacidad de dirigir es una combinación de destrezas como el respeto, experiencia, fuerza emocional, destreza en las relaciones con las personas, disciplina, visión, impulso, momento oportuno y etc., algo que puede ser aprendido y mejorado a través de la experiencia que van teniendo los individuos en su vida diaria para ser eficaces, por lo cual, cree que un líder se hace.

Entonces podemos adherir otra definición de liderazgo. Es la capacidad de desarrollar y mejorar las destrezas lo que marca la diferencia entre los líderes de verdad y sus seguidores.

Los líderes son aprendices porque aprenden paulatinamente de experiencias propias y ajenas que ocurren en diferentes etapas de la vida. El aprender no tiene un límite, es un proceso continuo en el que se debe tener autodisciplina y la perseverancia para alcanzar cada meta que se proponga e irla mejorando según sus ambiciones e ideales.

Esta ley tiene cuatro fases que indican el crecimiento del liderazgo. La fase uno se llama “No sé lo que no sé”, es cuando un ser humano no reconoce el valor del liderazgo porque creen que ese tema es para unos cuantos por eso no sabe lo que no sabe y por eso se debe a que no crece. La fase dos es “Sé lo que no se” en cuando ignoramos esa pequeñas cosas relevantes que lo tomamos en cuenta cuando nos pasan a nosotros y nos damos cuenta de esa realidad es donde tomamos la decisión de hacer un cambio positivo en nuestras vidas y la forma de hacer las cosas. La tercera fase es “Crezco y Aprendo y eso Comienza a ser evidente” es cuando reconocemos la falta de habilidades y empezamos disciplina diaria para crecer en el liderazgo, es ahí, cuando empieza a suceder muchas cosas emocionantes y comenzamos a ver resultados en base a nuestro esfuerzo. La fase cuatro es “Simplemente actuó por lo que se” es cuando estoy preparado, es decir, tengo la capacidad suficiente para dirigir a un conjunto de personas y eventos casi automáticamente porque conozco lo que necesito y lo que hago. En esta fase obtengo recompensas debido a mi desempeño en las anteriores fases y porque he obedecido la ley del proceso aceptando de aquello que esto implique.

Estas fases es un proceso introductorio para ir aprendiendo constantemente con disciplina y constancia con el fin poder dirigir el día de mañana y cumplir las metas independientemente cual sea.

4. La ley de la navegación (o de la preparación)

Los líderes que navegan hacen mucho más que controlar la dirección en que viajan ellos y su gente. Ven todo el viaje en su mente antes de zarpar del muelle. Tienen una visión de su destino, entienden lo que les tomará llegar allá, saben lo que necesitarán en su tripulación para tener éxito, y reconocen los obstáculos antes que aparezcan en el horizonte. A veces es difícil equilibrar el optimismo con el realismo, la intuición y la planificación, la fe y los hechos. Pero eso es lo que se necesita para ser un líder eficaz en la navegación.

Por sobre todo, el secreto de la ley de navegación es la preparación. Cuando usted se prepara bien, comunicará confianza y serenidad a su gente ¿Puede verlo? No es la envergadura del proyecto lo que determina su aceptación, apoyo y éxito. Es la estatura del líder. Los líderes que son buenos navegantes son capaces de llevar a su gente a cualquier parte.

El liderazgo requiere planificación y una capacidad para ejecutar lo planeado. Mientras más grande es la organización, es preciso que el líder mire hacia adelante con más claridad. Los líderes están conscientes de que personas los siguen, por ello no pueden darse el lujo de

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