Neuromarketing y el modelo AIDA
Enviado por FedeLucho • 8 de Septiembre de 2021 • Documentos de Investigación • 1.771 Palabras (8 Páginas) • 66 Visitas
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Neuromarketing y el Modelo AIDA
Carrera: Técnico Financiero.
Asignatura: Gestión de Clientes Banca Personas.
Año Académico: 2017.
Profesor: Héctor Villavicencio.
Alumnos Integrantes: David Catalán.
Luis Carvajal.
Fecha de entrega: 11 de Mayo de 2017.
ÍNDICE
Introducción 3
¿Qué es el Neuromarketing? 4
¿Qué nos impulsa realmente a realizar una compra? 4
Neurociencia aplicada a la disciplina del marketing 5
El Modelo AIDA 6
Conclusión 8
Bibliografía 9
Introducción
El engaño es inherente a la vida en todo aspecto, donde quiera que se mire se encontrará engaño. Esto lo vemos en ejemplos como cuando el virus engaña al sistema inmunitario para ingresar al cuerpo, cuando depredadores engañan a sus presas para sacar ventaja y cazarlos o cuando alguien que “arregla” su curriculum vitae para conseguir cierto trabajo.
El engaño nos resulta útil, permitiéndonos sacar ventaja de las situaciones, manipular a otras personas, hacer amigos en distintos grupos, etc. El ser humano llega a ser tan bueno mintiendo, que termina creyendo sus propias mentiras. Es difícil descubrir a alguien que miente, si éste está convencido de que su mentira es cierta.
La selección natural ha favorecido la existencia del autoengaño, con el fin de lograr hacer más eficiente la mentira. Engañarnos a nosotros mismos nos permite engañar al resto de forma convincente. Cuando somos conscientes de nuestra mentira, emitimos señales no verbales que nos pueden delatar, pero cuando no somos conscientes del engaño, nuestro cerebro pone un filtro entre nuestro pensamiento y nuestra conciencia, logrando con esto ocultar cualquier señal de mentira.
Desarrollo
“Lo único que puede librarnos del poder hipnótico del autoengaño es el valor para buscar y afirmar la verdad”.
Daniel Goleman.
El punto ciego es el resultado de asimilar el autoengaño, con el fin de protegernos de la ansiedad, el fracaso, el dolor, etc., lo cual podemos ver en cosas tan cotidianas como cuando recibimos malas noticias, cuando nuestra vida no está yendo bien, cuando nos sentimos amenazados o cada vez que no podemos enfrentar la realidad y aceptar la verdad.
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