Zara. VISION Y ESTRATEGIA DE AMANCIO ORTEGA

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INTRODUCCIÓN

Detrás de la exclusiva marca “ZARA” está el trabajo discreto pero tenaz de Amancio Ortega. Siempre resaltó por su ímpetu y la filosofía que hasta el día hoy aplican sus trabajadores.

Siempre estuvo presente su constante interés por conocer y aprender, incluso los pequeños detalles llamaban su atención. La capacidad de observación y asimilación ha sido resaltante y ha influido en la empresa. Al haber tenido un inicio humilde, cada vez que camina por la empresa, lo hace como un empleado más.

Zara es tema de estudio para profesores de negocios, para empresarios y estudiantes de diseño. Es una empresa española que cada año abre nuevas tiendas, crea nuevos puestos de trabajo ha logrado superar la dura reconversión de la industria textil española que ha provocado el cierre de muchas empresas. Zara además actúa en competencia con 7 marcas que conforman el grupo empresarial Industrias del Diseño Textil (Inditex), fundado por Amancio Ortega hace treinta años.

Algo común que tienen las tiendas es detectar qué desean los clientes para ofrecérselos en el menor tiempo posible. Pese a que llego un momento en el Amancio se levantaba sin preocupación al saber que su negocio era estable, no se quedó dormido en sus laureles. Él no es así, es por eso que siempre se le ve con varios retazos de tela hablando con el diseñador sobre un modelo nuevo que crear.

En su poder tienen 5527 tiendas que tiene abiertas el grupo textil Inditex, presente en 82 mercados, y sus casi 110000 empleados. Pero además de Zara, el grupo cuenta con otras marcas: Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho, Zara Home y Uterque. La multinacional textil reúne también un centenar de sociedades vinculas con las diferentes actividades que conforman el negocio del diseño, la fabricación y la distribución textil.

Su sistema de gestión está basado en la innovación y la flexibilidad, y su forma de entender la moda- creatividad y diseño de calidad, junto con una respuesta inmediata a la demanda del mercado- le han permitido una rápida expansión internacional.

Inditex cotiza en Bolsa desde el 2001 En 2008 la prensa comentaba que la escalada de Inditex fue espectacular. En 2004, GAP triplicaba las ventas del grupo español quien estaba en tercer lugar luego de H&M. En 2005 adquirió la primacía europea y seguía creciendo mientras GAP se estancaba. En 2011 alcanzó un volumen de negocio consolidado. En 2012 aumento 30%. Y además se convirtió en la compañía más grande del mercado español, superado a bancos, constructoras y empresas industriales. Incluso a los expertos les sorprende que superen los beneficios y ventas pese a la crisis que afecta a la Eurozona.

Pero… ¿Cómo es posible que Amancio Ortega haya podido crear e impulsar tal iniciativa empresarial y mantenerse en la cumbre del éxito sin estudios universitarios sin tener que pagar costosos másteres de ingeniería o gestión financiera? Un punto clave de Amancio es nunca dejarse impresionar por el éxito ni por los resultados positivos, tener capacidad de exigencia, tomar decisiones de forma compartida para generar nuevas ideas y, sobre todo, aprender de los que hacen las cosas de manera diferente y seguir ganando visibilidad en el mundo gracias a la apertura de nuevas tiendas.

No hay que olvidar que los pequeños detalles son una parte esencial en el éxito en los negocios, además de los esfuerzos personales.

CAPITULO 1: LOS ORTEGA GAONA

Amancio nació el 28 de marzo de 1936. Cuatro meses después empezó la guerra civil en España. Su padre era montador de enclavamientos, donde se trabajaba directamente en las vías y entre los hierros de las agujas de cambio. Un trabajo que requería sobreesfuerzo.

Debido al clima y la situación tan dura que era para trabajar, además del inicio de la guerra el padre y su familia se mudó por última vez para luego trasladarse a A Coruña.

Las personas de su entorno dicen que el padre de Amancio era un hombre reservado y muy responsable para cumplir su trabajo. Y su madre una persona dedicada a sus hijos.

El trabajo esforzado y duro del padre ayudo a su hijo Amancio a luego asumir sus responsabilidades, ya que era consciente de las penurias que pasaban los 5 miembros de su familia. Tenía dos hermanos mayores: Antonio y Pepita.

Una experiencia que realmente marcó su vida fue que una vez al ir a la tienda con su madre la persona que la atendió le dijo que ya no le podía fiar dinero, y pese a su corta edad fue consciente de esto y quedó destrozado.

Para él, su madre fue el pilar de su vida, dice que una madre siempre es la clave de una familia. Cuenta que con todo el éxito que ahora tiene es a quien más extraña y dice que ella da un valor mayor y más verdadero a lo que hace. Dice que ella le enseñó la bondad.

Luego de ese incidente con su madre le prometió a su familia que el trabajaría para que nunca les faltara nada.

Amancio siempre ha resaltado por su humildad, el conoce sus orígenes y por eso no solo tiene buen trato con los clientes, sino que con los empleados también.

El primer trabajo de Amancio Ortega

La guerra civil represento una oportunidad de negocio. Creció en la terrible situación de posguerra. En 1948 con once años decidió dejar la escuela por su propia decisión.

Era un adolescente dispuesto a adquirí conocimientos, pero no sabía a qué dedicarse. Debido a su personalidad la cual le afectaba todo y era sensible, su motivación no fue el dinero. Y a pesar de ver lo que hacían los otros niños él quería tomar otro rumbo. Quería encontrar un trabajo que enorgullezca a sus padres y recompensara el sacrificio grande que hacían.

Siempre lo veías por el mercado buscando en qué trabajar hasta que consiguió trabajo en menos de seis meses, en la camisería Gala, en realidad debido a que era menor de edad realizaba recados.

Las ganas de trabajar y la disposición fue lo que hicieron de él un recurso que se apreciaba.

Este trabajo fue el primer contacto con el sector textil, adquirió experiencia, aprendió técnicas de confección y venta de ropa. Él cuenta que desde que empezó nunca se sentía feliz con lo que hacía sentía que aún le faltaba. La autocomplacencia es lo peor que puedes tener si quieres algo grande. Debe haber un afán de superación y constante crítica.

Siempre le gustó lo que hacía y tenía mucho empeño por aprender. Quería conocer más sobre las camisas y a los clientes.

El cliente era el que mandaba. Le gustaba que le explicaran cómo funcionaba la tienda. Según Amancio una de las claves fue saber cómo funcionaba una camisería a medida. Amancio observó cómo se confeccionaban y vendían las prendas y empezó a asimilar las futuras bases del negocio de Zara: confeccionar camisas para clientes sin generar stock y atender a las peticiones directas de la demanda.

Luego de tres años se fue de Gala y decidió emprender otra aventura.

El salto profesional a La Maja

Entró a trabajar en un comercio de confección, mercancía y venta de prendas textiles muy conocido en A Coruña y más grande que Gala: La Maja.

Quería aprovechar muy bien los conocimientos ya establecidos en Gala. Además, sus hermanos también trabajaban en la tienda.

Por aquel entonces empezó a pensar en crear su propio negocio textil donde había clientes adinerados.

La ambición por conseguir nuevas metas le incito a demostrar que podía llegar lejos con esfuerzo y dedicación.

Él sabía que el trabajo era una fuente infinita de conocimiento.

Pero, además, Amancio ha sido capaz de transmitir esa cualidad de saber observar y asimilar lo aprendido a cada uno de los empleados, encargados de tienda, cosedoras, escaparatistas y confeccionistas que trabajan en Zara.

Según cuentan hasta ahora siempre está preguntando y dejándose aconsejar al respecto de las pendas. Es curioso y exigente, pero con ganas enormes de aprender.

La Maja era una cadena de tiendas repartidas por puntos de la ciudad con gran influencia de público. La estrategia de las tiendas no pasó desapercibida por Amancio.

Allí en los cuatro años que trabajo descubrió que las tiendas deben estar ubicadas en centros de gran afluencia de público, como calles amplias o zonas comerciales.

GOA y las batas de boatiné

Entre los años cincuenta y sesenta la independencia económica de las mujeres fue de gran ayuda. Recuperaron el terreno que se había perdido luego de la guerra civil.

Además, en los años sesenta hubo reordenación del sector y solo resistieron las empresas más consolidadas. Así que hubo muchos cambios: en la oferta, en la OT (eliminación de la estacionalidad), en la tecnología (hipermecanización de los procesos), en la comercialización del producto final (nuevas redes de distribución, empleo de publicidad) y añadimos a esto que las mujeres ya empezaban a trabajar.

En este contexto Amancio escuchaba, aprendía, se curtía como profesional y observaba lo que demandan directamente los clientes de la tienda. Ya había aprendido como se realizaba el reparto y distribución textil. Ya sabía que cuantos menos intermediarios, mejor, más margen de negocio y mayor asimilación de los gustos de los clientes, en definitiva, si sabes lo que quieren, sabes lo que les puedes ofrecer. En este trabajo Amancio vio la confección directa de las prendas, algo novedosa en su vida.

En diez años de experiencia había hecho contacto con fabricantes de tejidos catalanes, que le había hecho a precio de mayorista y había acumulado una interesante cartera de clientes propios.

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