CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES CON TRASTORNOS DE LA CONDUCTA QUE AFECTAN EL APRENDIZAJE.
2101926 de Mayo de 2013
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CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES CON
TRASTORNOS DE LA CONDUCTA QUE AFECTAN EL APRENDIZAJE.
El estudio de las características psicológicas de los alumnos con trastornos de la conducta,
presupone el análisis de las particularidades de su actividad cognoscitiva y su actividad
afectiva. El estudio minucioso de expedientes y de resúmenes diagnósticos en algunas
escuelas y en los centros de Diagnóstico y Orientación, así como investigaciones realizadas en
esta dirección tanto en Cuba como en el extranjero, nos permiten adentrarnos en este análisis.
La ciencia psicológica considera los procesos psíquicos en tanto reflejo complejo de la realidad
objetiva que existe fuera o independientemente de la conciencia humana.
El hombre, a diferencia del animal, nace y vive en un mundo de objetos creados por el trabajo
social, en un mundo de personas con las que entabla determinadas relaciones.
La actividad del conocimiento en el hombre, es integral, única, pero al mismo tiempo compleja,
y en su diversidad y complejidad encontramos diversas formas de expresión.
El conocimiento humano se forma, desarrolla y manifiesta en la actividad; sobre la base de la
apropiación de la experiencia histórico social.
En los niños y adolescentes suele desempeñar
un papel de primer orden el proceso docente educativo
como actividad organizada y dirigida,
para el desarrollo de los procesos intelectuales, desde los más simples hasta los más
complejos.
La actividad cognoscitiva del hombre se produce a diferentes niveles: sensorial, representativo
y conceptual (racional o intelectual). A su vez cada uno de estos niveles del conocimiento se
caracteriza o tipifica por determinados procesos cognoscitivos que distinguen los diversos
momentos en que se produce el conocimiento sobre la realidad objetiva la sensación, la
percepción, la memoria, la imaginación y el pensamiento.
La actividad cognitiva, como ya hemos expresado, constituye una forma de reflejo de la
realidad objetiva, un reflejo de los objetos y fenómenos y de sus propiedades que permite al
hombre conocerlos desde sus aspectos superficiales, fenoménicos; hasta los esenciales y
generales. Sin embargo, en el proceso de reflejo del mundo circundante e hombre no es un
mero espectador, un ente frío, vacío y pasivo. Por el contrario, su personalidad está
directamente implicada en tal proceso, comprometida emocionalmente. El reflejo cognitivo es
el reflejo de un sujeto con vivencias, con necesidades, con intereses y aspiraciones; de un
sujeto con actitudes y posturas ante la realidad que refleja. Por ello el reflejo cognoscitivo del
mundo presupone la relación del hombre con ese mundo, que depende de sus necesidades y
de la medida en que estas se satisfagan o no.
La actividad afectiva es también una forma de reflejo psíquico de la realidad, pero a diferencia
de la actividad cognoscitiva su contenido no es el objeto o fenómeno en sí como objeto del
conocimiento, sino la relación emocional del hombre con esta realidad que le afecta de uno o otro modo.
Como ya hemos expresado, en la vida psíquica lo cognitivo y lo afectivo están indisolublemente
ligado, y no pueden existir fuera de esta compleja interrelación. La unidad de lo afectivo y lo
cognitivo constituyen no sólo una característica del psiquismo humano desarrollado, sino
también un principio ineludible en la investigación psicológica de la personalidad.
Para caracterizar los procesos psicológicos de los educandos con trastornos de la conducta,
hemos entendido necesario referirnos brevemente a las particularidades de estos procesos y
su definición conceptual más aceptada en la Psicología General, lo que nos servirá de punto
de partida para comprender sus especificidades en los alumnos con desviaciones conductuales.
La actividad cognoscitiva.
El nivel sensorial del conocimiento permite el conocimiento de los objetos y fenómenos en sus
propiedades externas y más elementales. Está directamente ligado a la actividad práctica
humana y constituye el nivel primero del conocimiento humano acerca del mundo. Los
procesos psicológicos característicos de este nivel son las sensaciones y las percepciones.
La sensación es el proceso psíquico más simple, que refleja las propiedades aisladas de los
objetos y fenómenos del mundo material, así como también los estados internos del organismo,
como resultante de la acción directa de estímulos o excitantes sobre los analizadores.
La sensación es la fuente primaria del conocimiento humano acerca del mundo. Ello constituye
el nexo directo entre el mundo exterior y la conciencia. A la vez nos permite jugar sobre el
funcionamiento de los órganos internos; refleja movimientos, posiciones del cuerpo, etc.
Los alumnos con trastornos de la conducta pueden tener dificultades sensoriales. A pesar de
que tienen los analizadores intactos, reflejan con dificultad cualidades específicas de los
objetos y fenómenos. La capacidad de captación de la información es pobre y poco constante.
Las sensaciones generalmente no se producen de forma aislada. En el hombre, el reflejo de
las partes está inexorablemente ligado al reflejo del todo. Por eso raras veces puede hablarse
de sensaciones puras. S. L. Rubinstein escribía en "Principios de Psicología General", al
referirse a la interrelación entre las sensaciones y las percepciones que "La sensación precede
a la percepción y la percepción precede a la sensación". Sobre la base de estos puntos de
vista hoy por hoy se ha difundido notablemente el término de "sensopercepciones".
La percepción es el reflejo del conjunto de cualidades o partes de los objetos y fenómenos
reales que actúan directamente sobre nuestros analizadores, ocurriendo el ordenamiento y
unificación de las sensaciones aisladas en reflejos integrales de cosas y acontecimientos. La
percepción es un reflejo totalizador, integrador de las propiedades del objeto, hecho o fenómeno real concreto.
La percepción constituye un proceso sensorial cualitativamente más complejo respecto a la
sensación y representa un grado cualitativamente nuevo de conocimiento no reductible a la
suma mecánica de sensaciones aisladas. Presupone una actividad de confrontación y relación
de las cualidades sensibles del objeto, importante en la actividad práctica del hombre y en su
orientación en el medio.
Las percepciones de los alumnos con trastornos de la conducta suelen ser imprecisas. Puede
haber dificultades para diferenciar dentro de la integridad del objeto algún elemento o detalle
sustancial. La observación del objeto o fenómeno puede ser superficial, lo que puede
explicarse por la relación entre la percepción y la atención en la actividad intelectual humana.
Muestran poco interés por las cosas y no existe una relación adecuada entre la percepción y la
lógica.
Tienen dificultades en la observación, ya que como veremos más adelante, la estabilidad de la
atención de estos niños resulta insuficiente y la distractibilidad frecuente.
La percepción del espacio en estos niños está afectada, pues presenta dificultades de
orientación espacial.
El nivel representativo del conocimiento constituye un peldaño más elevado dentro del proceso
de cognición. Supone un nivel intermedio, ya que rebasa los estrechos marcos del
conocimiento superficial del objeto o fenómeno, pero aún no le es dada la posibilidad de
penetrar en sus propiedades internas y esenciales. Los procesos de este nivel tienen como
basamento las representaciones de la realidad, que tienen un carácter básicamente
reproductivo o productivo y son la memoria y la imaginación.
La memoria es la fijación, conservación y ulterior reproducción de la experiencia del individuo.
Esta asegura la unidad y la integridad de la personalidad humana, es decir la actividad
psíquica no tiene sentido si no se habla de memoria, por cuanto en la actividad humana tiene
lugar la grabación de la experiencia, la cual tiene una importancia crucial en la vida del hombre
y en su aprendizaje en particular.
En los alumnos con trastornos de la conducta, generalmente está afectada la memoria. En
ellos predomina la memoria mecánica, la reproducción resulta pobre e inexacta y por ende se
manifiesta con frecuencia el olvido. La memorización de los detalles de un hecho o fenómeno
se hace muy difícil por parte de estos escolares. Necesitan que se les repita el material un
número determinado de veces para asimilarlo (fijarlo), lo que pone de manifiesto que tienen
mayor lentitud en los procesos de la memoria que los escolares normales, mostrando lagunas
considerables en las informaciones, lo que evidencia que su captación es incompleta.
La fijación como proceso selectivo de la memoria está notoriamente afectada. Asimismo la
capacidad de reconocimiento.
Sin embargo, se constata que en la mayoría de los casos, los alumnos con trastornos de la
conducta conservan o retienen más prolongadamente aquellos
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