Clinica y Terapia

Definición de modelo

Un modelo es la aplicación concreta de una teoría a un determinado problema, donde cada teoría supone una explicación diferente. Es por este motivo que hay diferentes modelos, los cuales se caracterizan por la generación de una hipótesis básica distinta, así como de patrones de actuación distintos que guían la investigación. Este fenómeno se produce en todas las ciencias, en el ámbito de la Psicología y, por tanto, en la evaluación psicológica.

La repercusión de cada modelo en la evaluación psicológica afecta fundamentalmente al tipo de observación a la que se someten los hechos y a la distancia que existe entre los hechos observados y la hipótesis generada para explicarla.

A continuación, se explicarán los modelos básicos de evaluación clínica.

El modelo de atributos

Podemos considerar que el modelo de atributos (también denominado modelo psicométrico o modelo de rasgos) intenta analizar, mediante un estudio transversal, los rasgos que conforman la estructura global de la personalidad. Por lo tanto, el análisis de los diferentes rasgos y su relación darán luz sobre la estructura de la persona.

En el desarrollo de estos modelos destacan tres autores principalmente: Galton (1822-1911),Cattell (1860-1944) y Binet (1857-1911). Estos autores desarrollaron un método de evaluación cuantitativa de las características de las variables psicológicas como medio para definir las diferencias individuales. Asimismo, incidieron sobre las causas y sobre cómo se distribuyen los rasgos en la población. Sus principales aportaciones fueron la creación de métodos de evaluación psicofisiológica, el análisis de variables hereditarias y el estudio y medida de la inteligencia. Para el desarrollo de la evaluación, utilizaron formulaciones teóricas e hicieron uso de la psicometría. Más adelante, Cattell, con el desarrollo del Modelo de personalidad, y Eysenck, mediante sus estudios sobre la aplicabilidad terapéutica del modelo, dieron continuidad al modelo de los rasgos.

En el modelo de los rasgos, la conducta está sujeta a variables internas. Estas variables internas son estables a lo largo del tiempo y no varían ante diferentes situaciones.

Dichas variables, que se consideran como constructos intrapsíquicos, pueden ser las características de personalidad, las capacidades, el carácter, etc., y darán, como resultado, la conducta del sujeto.

La conducta se revela como una señal o signo de aquella variable interna que es susceptible de ser sometida a análisis.

Como hemos indicado, los rasgos de personalidad son estables, así se pueden hacer predicciones de la conducta. La evaluación se centra en la existencia de estos rasgos. Los rasgos se presuponen y se observan en directo.

Categorías y sistema de evaluación

Este modelo establece tres categorías generales de rasgos:

• Rasgos temperamentales.
• Rasgos cognitivos.
• Rasgos dinámicos.

El enfoque metodológico del modelo de rasgos es nomotético 
, es decir, orientado a determinar las leyes generales de la conducta. Para ello, se utiliza la metodología correlacional.

El sistema de evaluación se configurará en torno a tres objetivos generales:

1.  La descripción de las características más destacadas del comportamiento del sujeto.
2.  La clasificación, en cuanto organización, de la información según la definición de los diferentes rasgos.
3.  La predicción, entendida como la probabilidad de que se pueda definir determinada conducta o característica en el futuro a partir del análisis de una conducta actual. Forns, Kirchner y Torres (1991).

El modelo conductista-radical

Desde el marco teórico del modelo conductista-radical, la conducta observable es el único objeto de análisis. Este análisis permite establecer las relaciones funcionales entre las variables ambientales y la conducta, entendida esta como la asociación entre estímulos y respuestas (E-R).

Las variables relacionadas con la persona, o variables intrapsíquicas, no son negadas, únicamente se descartan para poder dar entidad y rigor científico al análisis del comportamiento humano.

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Las relaciones funcionales entre las variables ambientales y la conducta se entienden en términos de aprendizaje, es decir, siempre que se produce un cambio de una variable ambiental, se espera que se produzca un cambio en la conducta del sujeto.

La conducta que presenta un sujeto en un momento determinado se entiende como una muestra representativa de todo el repertorio conductual que cada sujeto posee. Para el modelo conductista-radical, la evaluación tiene por objetivo establecer un modelo de predicción y control de la conducta. El método usado será, pues, experimental. Para ello, se requiere el uso de sistemas de observación y experimentación que permitan la cuantificación de los elementos estudiados, tanto en lo que se refiere al ambiente como a la conducta del individuo.

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