ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

EL LENGUAJE


Enviado por   •  15 de Noviembre de 2013  •  2.230 Palabras (9 Páginas)  •  223 Visitas

Página 1 de 9

EL LENGUAJE

El lenguaje es una conducta propia del ser humano siendo el medio por el cual todos los individuos de esta especie se comunican y se relacionan entre sí. Dependiendo del dominio que tengamos de él, nos influirá de manera positiva en la adaptación a la sociedad o negativamente, llegando a la exclusión social.

Posee una característica que distingue a la especie humana de la especie animal debido a su naturaleza simbólica. Todas las especies tienen un medio por el cual se pueden comunicar pero el lenguaje sólo es utilizado por nuestra especie.

Las palabras y la forma de cohesionarlas corresponden a un uso arbitrario del lenguaje. La arbitrariedad no sólo tiene en cuenta las palabras que se forman sino que también la forma de cohesionarlas.

Para Chomsky, el lenguaje es diferenciado del resto de las conductas de comunicación porque los seres humanos tenemos la capacidad de entender y producir, a partir de unas reglas, un número infinito de enunciados, a lo que denomina creatividad. Aunque existen rasgos comunes a todas las lenguas denominados universales lingüísticos que se relacionan por medio de la sintaxis.

Respecto a su adquisición el manejo del lenguaje está ligado al desarrollo biológico ya que se nos otorga genéticamente. Por eso, la lingüística, que es la ciencia que estudia el lenguaje, trata de justificar que es una capacidad única de la especie humana.

Las palabras poseen múltiples significados. Según el contexto en que se utilice la palabra puede significar una cosa u otra. Por este motivo, se incide en la semántica, que se encarga de estudiar los significados del lenguaje, y la pragmática, que estudia su uso.

Al hablar de semántica debemos hacer referencia a la sintaxis ya que, a través de ella, codificamos aspectos de la realidad como el orden de las palabras porque es la manera por la cual podemos entender lo que se quiere explicar. En definitiva, la existencia de una relación entre las formas lingüísticas y su significado.

Además, existe una relación entre las formas lingüísticas y su función. Cuando utilizamos el lenguaje para comunicarnos con los niños se debe usar un significado de las palabras implícito, es decir, palabras cuyo significado se da sobrentendido. En esta relación se incluyen los mecanismos que utilizamos los adultos a la hora de hablar ya que los empleamos continuamente.

LA ADQUISICIÓN DEL LENGUAJE

Los inicios de la comunicación

En los primeros meses de vida, el bebé es capaz de realizar conductas que conllevan cierta dificultad que le permitan relacionarse con otra persona ya que reacciona al escuchar una voz. Más tarde, aparecen conductas que implican los dos cuerpos, el del adulto y el del niño, como mantener la mirada, siendo el adulto el primer sujeto con el que se relaciona a través de la mirada o la sonrisa.

A los 3 meses, el niño empieza a conocer a las personas y a los objetos de forma diferente.

El desarrollo de la comunicación

De los 4 a los 6 meses, el niño incrementa su interés por los objetos que le rodean que le proporcionan diversos juegos nuevos como señalar, dar y tomar, meter y sacar, etc. Pero la relación con los objetos pasa por diferentes etapas: de 6 a 9 meses, el gesto “esforzado”; de 9 a 10 meses, el gesto de “alcanzar”; y alrededor del año (12 meses), el gesto de “indicación”. Estos gestos ayudan a instituir las referencias personal o de lugar.

Del gesto a la palabra

Enlazando con el apartado anterior, comenta que a las conductas comunicativas hay que añadirle las vocalizaciones, no sólo hay que tener en cuenta expresiones de la cara y los gestos que producen los niños.

Estas vocalizaciones se manifiestan por medio del balbuceo y los adultos entienden lo que el niño les quiere decir aceptando un verdadero valor comunicativo. Para efectuar sus funciones comunicativas existen tres procedimientos: las producciones lexicalizadas, a los 2 años aparecen de forma patente; las producciones no lexicalizadas verbales, a los 4 o 5 meses toman gran importancia; y los gestos sin producciones orales, durante los 18 meses primeros determina sus intenciones sin sonidos.

En cuanto a la determinación de sus intenciones, en el transcurso de sus dos primeros años consigue adquirir de 60 a 80 palabras poco a poco. Pero en el primer y segundo mes siguiente, llegan a obtener el doble de palabras apareciendo el insight designativo. También comienzan a combinar las palabras creativamente iniciándose en las frases u oraciones.

En este proceso el adulto juega un papel fundamental ya que utiliza un lenguaje repetitivo, constante y bien construido para fijarlos en los niños. Además, es importante la lectura porque ayuda al niño a adquirir más palabras y a ver que con el lenguaje se puede describir la realidad.

EL DESARROLLO DEL LENGUAJE

Durante el tercer año de vida, el niño empieza a juntar dos o más palabras, utiliza flexiones e inicia la utilización de las palabras-función, progresando en la semántica del lenguaje.

Soto, remarca lo difícil que le resulta al niño este desarrollo ya que para poder progresar no es bastante con la imitación. Aunque son capaces de emplear formas lingüísticas que, desde el primer momento de su utilización, no contienen errores.

Desde un punto de vista más funcional, estudia las producciones infantiles en su contexto aceptando los aspectos cognitivos que intervienen en el desarrollo del lenguaje recalcando la necesidad de aprender las reglas de su uso. Aunque esta perspectiva aún se encuentra en estudio.

El desarrollo del vocabulario

En este apartado se trata la incorporación de nuevas palabras al vocabulario del niño. Debido a su complejidad aparecen errores que se subsanan entre los 2 años y 6 meses a los 3 años.

Clark (1973), observó que los niños utilizan sobrextensiones, es decir, llaman con la misma palabra a las cosas que tienen alguna característica parecida como por ejemplo denomina guau-guau a todos los animales que tienen cola. En cambio, Nelson (1974) se centra más en las características funcionales en cuanto a la producción de conceptos. Al contrario que Clak (1973), Anglin (1977) dice que los niños utilizan subextensiones, es decir, que emplea un uso restringido de un a palabra.

Por otra parte, Rosch (1973) comenta que mediante la relación con el adulto el niño recibe respuestas no esperadas, es decir, nuevas y las que sí esperan no aparecen. Pero, realmente, es el período escolar donde el niño

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (13.9 Kb)  
Leer 8 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com