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En Busca Del Yo


Enviado por   •  1 de Octubre de 2014  •  2.076 Palabras (9 Páginas)  •  189 Visitas

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INTRODUCCION

Esta es la historia de un niño con grandes Alcances intelectuales, que se veían duramente opacados por una enorme perturbación emocional que poseía.

Dibs es el nombre de este niño, el cual, presentaba una actitud solitaria, alejado de los demás, inmóvil y ajeno a su familia, a los otros niños o a sus maestras. Podía presentar cuadros muy agresivos. Sus maestras habían hecho lo posible para ayudar a Dibs. Nadie que lo conociera sabía que era lo que le estaba afectando, ni el nombre del mal del cual era presa, pensaban en el retraso mental, en una enfermedad profunda o en una lesión cerebral.

Dibs fue tratado por una Psicóloga en terapias de juego, donde se trabajó porque Dibs fuera en “busca del yo”, al principio fue una persona ajena a lo que sucedía a su alrededor, pero, como resultado de la ayuda clínica sutil y superlativamente diestra, pasó a ser una persona brillante y capaz, un verdadero líder.

La autora de este libro es ya famosa por sus aportaciones a la teoría y a la práctica de juego en niños, su libro, Terapia de juego: la dinámica interna de la infancia, ha ganado aplauso y aceptación unánimes.

Uno de los grandes problemas de nuestra época, se refiere al adecuado entendimiento de las técnicas por medio de las cuales se obtienen cambios de personalidad y conducta pertinentes. Dibs como estudio. de organización mental y de modificación de la conducta, es importante en tal contexto.

Nadie que les este libro con interés, podrá ya pensar que el desarrollo psicólogico humano, el éxito en el salón clases o la adquisición de alguna destreza complicada, pueden lograrse meramente por medio de la repetición evidente o del refuerzo de simples patrones de respuesta.

DESARROLLO

La siguiente es un análisis sobre el desarrollo sobre un niño llamado Dibs, este niño mantuvo un proceso psicoterapéutico a raíz de que sus padres y maestras presentían que tenía un tipo de problema mental.

Dibs era un niño retraído, solitario y en cierto grado sus padres sospechaban que su mal se trataba de autismo. Dibs hablaba muy poco tanto con su familia como con sus compañeros de clase.

La experiencia terapéutica trajo a Dibs un equilibrio en su vida, gracias a la conciencia de su propio ser y al descubrimiento intenso de que tenía dentro de sí una sabiduría que estaba por encima de su edad.

Mientras todos los niños de su salón jugaban o hacían sus respectivas actividades, Dibs los miraba acurrucado contra la pared. Su madre siempre llegaba a la escuela por él. Al llegar la hora de ir a casa Dibs entraba en una enorme furia, golpeando, arañando y tratando remorder a su maestra, alegando el hecho de no querer ir a casa. Sus maestras habían hecho todo lo posible por establecer una relación con él, pero nunca lo habían logrado. El niño se mantenía apartado de todos. Podía quedarse inmóvil todas las mañanas, gustaba de gatear por salón.

La conducta de Dibs desafiaba el entendimiento de los adultos que lo conocían, algunas veces no cabía la menor duda de que se trataba ni más ni menos que de un retrasado mental y otras veces demostraba tener una inteligencia superior. ¿Qué tan hostil debió parecerle el mundo a este niño, que buscó a la soledad como su mejor compañera?

Dibs era presa de berrinches siempre que era forzado a hacer algo que no quería realizar. Las maestras de la escuela de Dibs sugirieron que necesitaba ayuda profesional.

El niño de cinco años de edad, vivía con su familia conformada por su padre, un conocido científico muy brillante, su madre una doctora retirada de su trabajo y dedica a su familia, y por último Dorothy, su hermana menor, de la cual se decía era “muy inteligente”.

El profesorado de la escuela estaba decidido a hacer algo con Dibs, puesto que las quejas de los padres de familia por la conducta agresiva de Dibs no se habían hecho esperar. Una psicóloga fue invitada para trabajar con Dibs, la cual quedó muy impresionada con el efecto que tenía la conducta del niño en el plantel, aquellas frustradas, rechazando en cierto grado al desolado niñito.

La terapia con la que se intentaría trabajar con Dibs, se basaba en la comprensión del sí mismo, en tener la conciencia de lo que en realidad uno es. Cada uno en su mundo privado tiene sus significados, concibiendo la integridad y la dignidad de su propia persona. Dibs fue tratado en el Centro Infantil de Guía Psicológica.

La terapia no tenía como meta un milagro en la conducta del niño, solo lograr su comprensión, lo cual los llevó a ayudarle a desarrollar y utilizar su capacidad. El problema de Dibs iba más allá del simple retraso mental, era demasiado emocional.

La primera vez que Dibs estuvo en el cuarto de juegos con la terapeuta, comenzó a jugar con una casita de muñecas, argumentó que a el no le gustaban las puertas cerradas simplemente o cerradas con llave.

Uno de los objetivos que tenía la psicóloga al construir una relación con Dibs, ayudarlo a lograr la independencia emocional. Lo cual comenzaba a dar sus primeros frutos, pues era la primera vez que Dibs iba solo a alguna parte y se encontraba completa desconocida tomando su terapia. La psicóloga creía que Dibs tenía un problema que tendría que ser resuelto por el al final.

Al hacer la primera entrevista con la madre de Dibs, la psicóloga se dio cuenta de que estaba ofreciendo a su hijo para ser estudiado, ya no esperaba que la situación del niño cambiara, quizá por el incontable número de especialistas a los que había sido el niño sometido. La madre ofrecía muy buen sueldo a la terapeuta con tal de que las sesiones de terapia fueran en su casa, pero la psicóloga no accedió, necesitaba un espacio que ofreciera nuevos bríos al niño. No se cobraría por la intervención, la única condición era llevar puntualmente a Dibs a sus citas y se otorgó un permiso por parte de los padres para grabar completamente todas las entrevistas necesarias. La madre pidió no ser entrevistada y pidió que rehiciera también así en lo correspondiente a su esposo.

En las terapias e juego, Dibs demostró

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