Ensayo Humanista

Introducción.

Apoyado en el libro, el Dr. Frankl nos traslada a los campos de concentración, a sentir las torturas, privaciones y padecimientos físicos y psicológicos, que vivieron los prisioneros de una manera casi mágica, con las palabras y descripciones que sólo una persona que vivió en carne propia dicha situación puede.

El libro nos lleva a conocer la historia de Viktor Frankl para comprender su teoría de logoterapia.

Desarrollo.

Victor Frankl relata su experiencia personal en los campos de concentración trabajando para el ferrocarril, cavando traviesas o cañerías, Victor describe lo difícil que es hablar de esos momentos con otras personas por la falta de empatía y con los que también lo vivieron porque entre ellos no hacen falta detalles, ya todo está vivido y dicho.

En estos lugares no existían nombres ni identidades el hombre se reducía a un número. Existía una selección de prisioneros que completaban una cantidad determinada en los convoy que llevaban a la muerte donde lo que se defendía primero que nada era la vida propia y la de los amigos más cercanos. Los “capos” eran prisioneros sin escrúpulos que mostraban alto grado de crueldad y de control ante otros prisioneros y gozaban de ciertos privilegios al ayudar con el orden dentro de los campos.

Frankl divide su experiencia en el campo en tres fases basado en las reacciones mentales de los prisioneros.

Primera fase. Estación Auschwitz

En la primera fase se cae en shock, los prisioneros no pueden creer lo que les está pasando; en el caso particular de Frankl, la primera vez que viajó pensaba que iba a ser empleado asalariado en alguna fábrica de municiones. Viajaban 80 personas por vagón y sólo podían ver por unas pequeñas rendijas, algunos compañeros se dieron cuenta de que se acercaban al campo de Auschwitz, describiéndolo como todo lo que hay de horrible en el mundo: cámaras de gas, hornos crematorios, matanzas indiscriminadas y una alta seguridad.

En este lugar se hacía la primer selección: los prisioneros que eran considerados para realizar un buen trabajo se separaban de los que se mostraban débiles o enfermos, estos últimos eran llevados a un lugar donde se les pedía que se desnudaran y les daban una barra de jabón para que pensarán que iban a ser desinfectados cuando realmente iban directo a la cámara de gas o a los hornos. A los que habían sido seleccionados en la primera fase, se les guiaba a los baños donde se les desprendía de toda posesión, se les desinfectaba y depilaba todo el cuerpo. Los trabajos eran duros y la comida extremadamente escasa. Frankl desmiente a los libros sobre como el hombre es capaz de sobrevivir aún sin dormir un determinado número de horas, y sin nutrir su cuerpo con alimentos saludables, él mismo sobrevivió de forma extremadamente sobrehumana. Una prisionero les dio algunos consejos para no llegar a formar parte de los prisioneros que simplemente desechaban: como rasurarse a diario y caminar erguido para no aparentar más edad y no aparentar ser un “musulmán”: de aspecto miserable, por dentro y por fuera, enfermo y demacrado e incapaz de realizar trabajos duros.

Segunda fase: la vida en el campo.

En esta fase el prisionero cae en un estado de apatía total por el prójimo, el mismo Victor Frankl describe

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