Ensayo sobre los paradigmas de la evaluación psicoeducativa

      Ensayo “Paradigmas de la evaluación psicoeducativa”

Regina A. Henríquez

Departamento de Psicología y Salud Pública, Universidad Centroamericana José Simeón Cañas

Evaluación Psicoeducativa

Lic. Luisa María Batres

Marzo 28, 2020

En el presente ensayo se describen las características que poseen los paradigmas de la evaluación psicoeducativa y los planteamientos que han surgido a lo largo del tiempo. Dentro de dichas explicaciones aparece el tema de la integración escolar, el cual es muy importante porque permite la participación de los alumnos/as con problemas de aprendizaje u otro tipo de necesidad especial en los centros educativos ordinarios. Por tanto, surge la siguiente pregunta: ¿qué se debe hacer para lograr la integración en las escuelas a pesar de las limitaciones que posee el sistema educativo?

Para comenzar es fundamental tener en cuenta el concepto de evaluación psicoeducativa. Según Flores (2017), la evaluación psicoeducativa es el proceso de obtención de información que sea relevante para la intervención educativa y de su uso para tomar decisiones importantes respecto al proceso de enseñanza-aprendizaje, así como para realizar una propuesta curricular más adecuada para responder a las necesidades que cada alumno/a presenta. Por tanto, la evaluación psicoeducativa siempre ha buscado dar una explicación al origen de las dificultades de aprendizaje que algunos alumnos presentan, a través de distintos paradigmas, entre ellos: Paradigma de deficiencia y Paradigma de necesidades educativas especiales.

En primer lugar, surge el Paradigma que plantea que dichos problemas son inherentes a la persona. De acuerdo a Marchesi, Coll y Palacios (2014) las causas de la deficiencia son meramente biológicas, se producen en las primeras etapas de desarrollo y difícilmente puedan ser modificadas con la ayuda de una intervención educativa adecuada. A partir de esta explicación, surge la necesidad de un diagnóstico que permita identificar los problemas o trastornos que posee el alumno/a, a través de la utilización de pruebas de inteligencia cuyo principal objetivo es clasificar a los niños/as según los resultados obtenido (nivel normal o retraso mental). Desde este modelo los alumnos/as que presentan disminución o retraso deben recibir una educación especial.

Por otro lado, aparece el Paradigma de necesidades educativas especiales, dicho paradigma explica que el origen del problema no está únicamente en el estudiante; sino que se debe tener en cuenta que también influye el contexto en el que se da el aprendizaje: el funcionamiento de la escuela, los recursos con los que se dispone, los métodos de enseñanza y los criterios que se utilizan para evaluar a los niños/as  (Marchesi, Coll y Palacios, 2014). Por tanto, los problemas de aprendizaje son atribuidos a los centros educativos, por no contar con un método de enseñanza apropiada y flexible que permita la integración adecuada de todos los alumnos/as.

Sin embargo, durante muchos años los modelos educativos utilizados en las escuelas normales han sido poco flexibles, no consideran las diferencias importantes que existen entre un alumno y otro, y no han sido capaces de asumir la responsabilidad de atender a niños/as con problemas de aprendizaje más específicas y que requieren más atención. Frente a esta difícil situación, el paradigma de las necesidades educativas especiales plantea que los centros educativos deben contar con una variedad de recursos: materiales curriculares más adecuados, supresión de barreras arquitectónicas, adaptación de edificios, sistemas de comunicación alternativos y sobre todo un mayor número de profesores especializados que ayuden a los niños/as a integrarse exitosamente (Marchesi, Coll y Palacios, 2014).

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