Hacia Una Psicologia De La Liberacion

Hacía una psicología de la liberación

En primer lugar, desde la conquista hasta la actualidad, América latina se ha transformado en un territorio que ha pasado a ser propiedad Europea y más tarde dominio y posesión norteamericana. Así, todo se ha traducido en acumulación de capital tanto Europeo como yankee, a expensas de los recursos naturales y humanos de esta región. De esta manera, los pueblos originarios y dueños de estas tierras son los que han sido marginados y oprimidos por la tecnología y el modelo político-económico-social imperante.

Es así como Martín Baró hace mención de que el aporte de la psicología a la historia de Latinoamérica y de sus pueblos originarios es pobre, debido a que la psicología se remite a estudiar o conocer en base a realidades externas que poco y a veces nada tienen que ver con la realidad latinoamericana. De igual manera como Europa y EE.UU ocupan el papel principal en la economía, también lo hacen en la psicología,

los modelos estudiados en esta región son aquellos imperantes en los lugares antes mencionados, casi inexistentes son los aportes latinos a la psicología, entonces con mayor razón la relación entre los pueblos y esta disciplina es cada vez más lejana.

La psicología existente en Latinoamérica se ha encargado de estar al margen de la realidad del oprimido y salvaguardar al opresor. El individualismo operante dentro de esta disciplina ha llevado a que se tomen más en cuenta otras tales como las teorías del aprendizaje o modelos cognoscitivos como lo plantea Martín Baró .

Existe un alto nivel de reduccionismo psicologicista, todo se remite al individuo, como por ejemplo, las revoluciones son obra de individuos inadaptados y cuanto epíteto más se les, otorgue, dejando de lado la influencia de la sociedad en aquellos acontecimientos. Aquí no existe relación entre el sujeto, la sociedad y el sujeto social; aquí simplemente se muestra una relación inexistente entre la sociedad y el sujeto, no se da una formación del sujeto social. Como dice Martín Baró, “el psicologismo ha servido para fortalecer, (…) las estructuras opresivas al desviar la atención de ellas hacía los factores individuales y subjetivos”. Por lo tanto, el psicólogo latinoamericano debe ser un agente de cambio social, que transforme el entorno, el mundo, no que reproduzca en post del modelo imperante.

Martín Baró habla de la esclavitud de la psicología latinoamericana y es posible comparar aquello que postula de que la juventud de la psicología latinoamericana es la culpable de la des-responsabilidad de esta para con los pueblos,

que los metarrelatos foráneos se adaptan para explicar la realidad latina, pero sin abarcarla por completo, porque es necesaria la existencia de un metarrelato propio de Latino América que explique lo que en ella se vive, dejando de encasillar a los pueblos en comparaciones absurdas con los “del norte” ,que ni los propios latinos pueden escapar de aquel encasillamiento. Desde Martín Baró, para explicar aquello es necesario ver las causas de la pobreza de la historia de la psicología. Una de ellas es el mimetismo cientista que platea que la psicología Latinoamericana “copio” aquello que hizo EE.UU para poder tener un status social dentro de cada país, pero con ello no se percató de que aquello que hacía lo lleva a depender de los “del norte” puesto que cada teoría o modelo usado por ellos es replicado en la región con apenas unas revisiones y estandarizaciones para su uso sin estas responder a las realidades existentes en esta tierra.

Además de negar a la ciencia propiamente tal al no cuestionar ni criticar, ni mucho menos poner en tela de juicio las teorías implementadas. La psicología latina “copio y pegó” por decirlo de forma coloquial, y no se detuvo en cuestionar aquello que estaba utilizando, siendo ello uno de los principios fundamentales del conocimiento científico.

Otro punto es la carencia de una epistemología adecuada, y luego una nueva epistemología, es decir, la creación de una epistemología propia de la región. Los supuestos epistemológicos utilizados por la psicología “tradicional” no son capaces de responder a la latinoamericana. El positivismo por su parte que busca la explicación científica de todos los fenómenos, sin dejar espacio para la metafísica o las creencias no es capaz de abarcar lo que los pueblos necesitan de la psicología, menos lo hace el individualismo que remite todo al sujeto sin tomar en cuenta las influencias sociales que este recibe, reduciendo todo a caracteres personales sin ver que muchos factores son producidos en las relaciones sociales. Por otro lado el hedonismo, es aquel modelo que menos encaja en la realidad latina, puesto que la búsqueda de placer o satisfacción para el individuo no es el fin último de su comportamiento, bien visto ello en las innumerables cruzadas

solidarias que se dan cuando ocurre algún desastre natural en algún país de la región, aquí el hedonismo

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