Una Postura Hacia La Psicología De La Liberación

BUSCANDO LA VERDADERA LIBERACIÓN

INTRODUCCIÓN

Para iniciar este ensayo fueron varias y muy profundas las preguntas que me surgieron sobre el tema de la liberación, tal vez; porque nunca me había preguntado realmente sobre ese concepto y si verdaderamente llegue a necesitar comprender que significa ser verdaderamente libres en el mundo, en nuestras vidas y aun más en nuestros pensamientos.

Así que este ensayo parte de un deseo, el deseo de conocer verdaderamente como se nos manipula y también el deseo de conocer que es nuestro y que ha sido manipulado para creer que es nuestro.

Por eso y entendiendo ciertos fenómenos de los cuales hemos sido víctimas como la guerra, creo que los conceptos más claros y los cuales utilizare son los referidos a guerra psicológica y estética de lo atroz, ya que me parecen llamativos y se enfocan de manera precisa a los temas que deseo tratar.

Tal vez sea confuso en cierta medida trabajar la libertad desde dos temas que trabajan claramente las dinámicas de la guerra y los mecanismos que han sido utilizados ampliamente para someter a las comunidades.

Pero en ese sentido creo que conocer las dinámicas que nos someten, brindan la oportunidad de buscar las alternativas que nos liberen.

MI POSTURA LIBERADORA

BUSCANDO LA VERDADERA LIBERACIÓN

Toda postura de emancipación nos envía al hecho irrefutable de preguntarnos ¿de que manera estamos siendo gobernados? y entender ¿Qué aspectos específicos obedecemos? y ¿cuáles de esos aspectos causan un gran daño a nuestros estilos de vida social? Llegar a conocer de manera clara los aspectos que fundamentan nuestra no libertad, nos brindara un panorama general sobre cuáles aspectos que debemos necesariamente preguntarnos sobre su por qué y entender como esas lógicas están hechas para que deseemos hacer daño a otros y recibir daño de otros.

En este sentido comenzare hablando sobre lo que plantea Edgar Barrero sobre las dinámicas del terror como mecanismo de sufrimiento dispuesto para el sometimiento y el control de unos sobre otros, plantear este tema como una de las tantas formas de dominación que someten a la sociedad es muy interesante, pero me parece más primordial plantearlo desde él aspecto de entender como hemos interiorizado este tipo de comportamiento y lo hemos convertido en una de las más claras formas de relacionarnos con los demás, por eso cuándo vemos a alguien sufrir un accidente aunque sea leve, nuestra reacción inmediata es la de la burla dirigida hacia el otro y es la de hacer comentarios de tipo discriminatorio, pero no pasa nunca por nuestra cabeza preguntarnos sobre su bienestar y no expresamos emoción alguna donde él otro puede ver cierta preocupación dirigida hacia él donde se reconozca como un sujeto que siente.

Cosas como esas de la vida cotidiana reflejan un fenómeno aún más amplio y más deshumanizante como lo diría Edgar Barrero estas “Prácticas que, fundamentalmente, han sido dirigidas hacia la destrucción de los vínculos colectivos y de todos los elementos de conexión social que permiten reconocer “la humanidad” de aquellos individuos pertenecientes a comunidades, grupos o sectores marginados, no por voluntad propia,

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