ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

LA VIEJA Y NOVÍSIMA GESTALT INTRODUCCIÓN: LA CONFIANZA EN LA ESPONTANEIDAD Y LA VISIÓN SICOLÓGICA DE FRITZ PERLS


Enviado por   •  15 de Octubre de 2012  •  7.899 Palabras (32 Páginas)  •  939 Visitas

Página 1 de 32

LA VIEJA Y NOVÍSIMA GESTALT

INTRODUCCIÓN: LA CONFIANZA EN LA ESPONTANEIDAD Y LA VISIÓN SICOLÓGICA DE FRITZ PERLS

En el presente libro hay algo que parece incompleto, incluso después de los agregados. El no haber incluido, donde discuto la filosofía de vida implícita de la gestalt, el asunto de la confianza en la auto-regulación organísmica.

La confianza de Fritz en la auto-regulación individual se erige en la sicoterapia contemporánea como una contribución comparable a la confianza de Rogers en la auto-regulación de los grupos: ambos han influido en la práctica sicoterapéutica a través del contacto de una actitud que trasciende la influencia intelectual.

La confianza en la auto-regulación organísmica está incorporada en la terapia gestáltica como una confianza en la espontaneidad –lo cual va de la mano con lo que he denominado “hedonismo humanista” y no es una materia diferente sino una traducción biológica de lo existencial de “ser uno mismo”. En ambos casos se hace referencia más bien a un vivir de adentro que a un vivir desde afuera (por obediencia a la obligación o preocupación por la autoimagen) y son ideales de espontaneidad y autenticidad. Desde luego que podemos detallar la visión sicológica de Fritz Perls y la hacerlo podemos encontrar una cierta visión acerca del ego como un factor de interferencia interna –en yo, hambre y agresión- y como una “función de identificación”; Encontramos ciertas ideas sobre el sí mismo y el contacto –además de la visión de sistema abierto de un organismo en el ambiente y el enfoque gestáltico holístico.

Y aunque se encuentre todo esto y más, las ideas sicológicas de Fritz, se conciban o no, como un contexto y explicación de su trabajo más que como una fundamentación y esqueleto, podríamos de una teoría de la terapia gestáltica y que se puede resumir en la siguiente fórmula:

Terapia gestáltica=Conciencia/naturalidad apoyo/ confrontación.

El proceso terapéutico descansa en los dos factores transpersonales de la toma de conciencia (atención-darse cuenta) y la espontaneidad (auto-regulación) ambas por parte del paciente; mientras que el terapeuta contribuye con el estímulo y apoyo de la expresión genuina y refuerzo negativo (reducción del ego” de lo patológico. En sí esta es la estrategia.

SOBRE LA PRIMACÍA DE LA ACTITUD Y LA TRANSMISIÓN DE LAS EXPERIENCIA.

Las diferentes escuelas del sicoanálisis, y más aún la terapia conductual, constituyen la aplicación de ciertas ideas y teorías, es decir, especulaciones acerca de la naturaleza de los fenómenos sicológicos. Tales especulaciones cuando son puestos en acción en la situación terapéutica, dan origen a los procedimientos o técnicas característicos de los diferentes enfoques. Pero... ¿son las técnicas de una tradición dada las que dan cuenta del éxito reivindicado por los practicantes que la emplean?

Todos los representantes más exitosos de diversos enfoques -hallazgo experimental de una convergencia de sistemas sicológicos- fueron vistos como escuchando y comprendiendo al paciente en lugar de interrumpiendo sus pensamientos o siendo incapaces de comprender debido a sus propias necesidades personales.

Si el punto crucial no se encuentra en las formulaciones intelectuales ni en las técnicas... podemos preguntar si es del todo posible encotrarlo en una actitud, un “estado mental”

El profesional con habilidad en sicoterapia es capaz de detectar la actitud exacta, reforzarla, enseñarla, pues la conoce en sí mismo. Cualquier libro puede describir una técnica, pero una actitud debe ser transmitida por una persona.

Podría decirse que las técnicas son las ocasiones para la expresión de las actitudes que constituyen el trabajo real. Son una serie de acciones en las cuales hay que involucrarse en un determinado estado espiritual, y el terapeuta es quien tiene cierto dominio de tal estado.

Perls pensaba que ser sicoterapeuta era ser uno mismo, y viceversa. Para él ser significaba estar aquí y ahora estar consciente y ser responsable y estos tres elementos constituyen la actitud esencial de la terapia gestáltica y en donde estos aspectos no son sino facetas de un modo único de estar en el mundo (actualidad).

La filosofía implícita de la terapia gestáltica

La actitud básica de apreciación de la actualidad, se manifiesta en un número de actitudes más específicas:

a) Actitud de respeto por la enfermedad de la persona más que un intento por efectuar cambios. Se trata de un genuino interés en lograr que el paciente sea lo que es (o falta de interés en cambiarlo: la paradójica teoría del cambio).

b) El terapeuta gestáltico ve el rol terapéutico de “ayudador” con reserva y busca el equilibrio entre apoyo y frustración, que es más conducente al crecimiento, o a la expresión espontánea de él mismo.

c) El terapeuta gestáltico tiene una confianza básica en la rectitud de nuestra propia naturaleza: se aprecia tanto la naturaleza impulsiva como sus mecanismos de defensa. En ambas ve energías que trabajan destructivamente en la oscuridad pero que encontrarán una expresión constructiva en el estar consciente.

d) Otra actitud más expresada en la actividad del terapeuta gestáltico es un desprecio por las explicaciones, interpretaciones, justificaciones y la actividad conceptual en general porque su uso revela que el paciente está optando por evitar su experiencia de incomodidad.

Las actitudes enumeradas anteriormente, tales como su triple premisa constituyen un fundamento filosófico de la terapia gestáltica, más aún, la terapia gestáltica descansa en una postura filosófica: las ideas son igual de peligrosas que las técnicas como sustitutos de la experiencia real y así caemos en el abismo mágico de igualar el conocimiento con el ser, el entendimiento con la acción, la expresión con la efectividad.

Ahora bien, la sustancia de la transmisión que tiene lugar en la sicoterapia, no consiste en ideas o estilos de conducta, sino en una experiencia de la cual pueden derivar tanto las ideas como la conducta: así como la vida proviene de la vida, quizás sólo se puede producir una cierta profundidad de la experiencia por medio de la presencia de otro ser que esté participando de en esa profundidad. Si la actitud es un asunto más profundo que la técnica, y si las técnicas se derivan de actitudes, la experiencia es un asunto aún más profundo que las actitudes y constituye su fuente.

EL CENTRARSE EN

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (49.2 Kb)  
Leer 31 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com