LOS CONSTRUCTIVISMOS Y SUS IMPLICACIONES PARA LA EDUCACIÓN.
kapaguchiSíntesis19 de Mayo de 2016
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LOS CONSTRUCTIVISMOS Y SUS IMPLICACIONES PARA LA EDUCACIÓN
Gerardo Hernández, en su texto, habla del impacto causado por el constructivismo en la psicología, y en la psicología de la educación actualmente, analiza siete propuestas constructivistas y sus posibilidades educativas. Realiza además una breve descripción analizando el enfoque de su explicación constructiva, donde discute la relación con las perspectivas epistemológicas y ontológicas, caracteriza las principales implicaciones y aportaciones educativas. Y por último estable semejanzas y diferencias entre las posturas constructivistas proponiendo criterios clasificadores. Sin duda el contenido de la recopilación de tesis que presenta es productivo para aquellos conocedores educativos e investigadores educativos.
INTRODUCCIÓN
Durante el siglo anterior, internacionalmente y en México han tenido un gran impacto y crecimiento notable en la psicología, las corrientes conductistas, las cuales daban una visión empirista y asociada al conocimiento y el aprendizaje. Esta forma de entender el aprendizaje sustentada en el paradigma conductista coincidió con el respaldo de la trasmisión tradicionalista de la educación. En está la enseñanza y el aprendizaje se consideran como procesos de trasmisión-reproducción de los contenidos a enseñar. Esta tradición se sustenta en el “magistrocentrismo” donde se considera al profesor como poseedor y depositario del conocimiento, que imparte a los alumnos con un verbalismo agravado. Los alumnos aprenden pasivamente a partir de explicaciones largas. La única manera de saber si se ha aprendido o no ésta determinada por la habilidad de reproducir el conocimiento en distintas situaciones evaluativas.
Después del conductismo y su anti-constructivismo en la disciplina psicoeducativa se comenzó un nuevo rumbo del quehacer científico e innovadoras formas de abordar problemáticas referidas a lo psicológico en los procesos y prácticas educativas. Varios de los argumentos que dieron forma a las perspectivas constructivistas precisamente vinieron de las críticas a esta.
Con el paso de los años tomó forma el constructivismo en la psicología con Piaget a la cabeza y detrás de él un grupo de autores que prevaleció hasta finales de la década de los ochentas en eta disciplina. Este apogeo ha continuado sin declinar, pues en cambio ha ido en ascenso hasta llegar a nuestros días. Hoy es impresionante conocer la cantidad de artículos que se conocen acerca del constructivismo. Pues a partir de los años noventa esto creció exponencialmente.
EL CONSTRUCTIVISMO EPISTEMOLÓGICO: PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS
Con la llegada de las corrientes constructivistas en la psicología y en la psicología de la educación no se alcanzó a identificar algunas diferencias que hoy se vislumbran entre los diferentes constructivismos, esto a causa de los diferentes teóricos. Se conformó con el tiempo implícitamente un conceso constructivista, que acrecentado por la finalización de las posturas empiristas e innatistas en epistemología y en psicología.
Las propuestas teórico-epistemológicas constructivistas se fueron formando para hacer frente a estas dos posturas, que tenían importantes maneras de entender el conocimiento científico en lo psicológico abordando el ¿Cómo conocemos? Y ¿Cómo aprendemos?
Pese a las diferencias constructivas, hay algo que subyace en todos los constructivismos, y en lo que la mayoría parece estar de acuerdo: la postura epistemológica.
En todas las propuestas constructivistas parecen prevalecer las siguientes ideas centrales:
a) Una explicación alternativa epistemológica de ¿Cómo se genera y como se trasforma del conocimiento en que se sostiene la implicación del sujeto como del objeto del conocimiento (realidad)?
b) Una propuesta que sostiene que el conocimiento no es una copia de la realidad sino una construcción.
c) Una crítica a quienes sostienen que el conocimiento es producto de tendencias innatas biológicas de los organismos.
d) Una propuesta en la que se recupera al sujeto cognoscente (capaz de conocer), en el acto de conocimiento o de aprendizaje al reconocerlo como constructor de representaciones, interpretaciones, estructuras, esquemas, estrategias, teorías implícitas, discursos o formas de pensamiento. Esto le ayuda a comprender su realidad y a construirse así mismo.
e) Una toma de postura que propone el abandono del realismo ingenuo como forma de conocimiento, pues esta es parte de las concepciones tradicionalistas de la ciencia, instituciones y currículos escolares.
En la perspectiva epistemológica constructivista el ser humano deja de ser un receptor pasivo y en su lugar sostiene que lo que se conoce es el producto de una actividad cognitiva, experiencial o subjetiva del sujeto. Es decir que el conocimiento es el producto de los esquemas previos, las experiencias o lo implícito.
El conocimiento parece ser independiente del sujeto cognoscente, desde el punto de vista del constructivismo, desde el punto de vista del constructivismo el conocimiento es altamente dependiente del sujeto, de su actividad y del contexto en donde éste se genera.
Reiterando: en las posturas constructivistas no se pone objeción a suscribir que el sujeto cognoscente realiza importantes aportaciones al acto de conocer.
No esta prefigurado en el objeto que se conoce, ni en el propio sujeto conocedor. Lo construido es ciertamente influido por las interacciones entre lo uno (el objeto conocido) y lo otro (los conocimientos previos), pero es cualitativamente una novedad, una reorganización o restructuración. Aparece como producto de la aplicación de la actividad constructiva del o de los sujetos cognoscentes, como consecuencia de una actividad organizadora.
El que se señale como una construcción personal que ocurre de forma interna en el sujeto no implica que sea realizada en solitario, por aquél puede hacerlo en conjunto con otras personas presentes, distantes, virtuales, etc., aunque la construcción siempre tenga un matiz propio como consecuencia de las características personales del sujeto.
La actividad constructiva que realiza el sujeto variará en mayor o menor grado, dependiendo de la riqueza e involucración cognitiva con que se haga, así como de la aportación del contexto, especialmente del interpersonal y cultural, en donde ocurra.
En conclusión, el constructivismo “a secas” habla de una postura epistemológica sobre cómo adquiere el conocimiento el ser humando; donde se tiene como antagonistas al empirismo para el cual el conocimiento se representa en la mente, del sujeto que recibe los estímulos y al innatismo que sostiene un conocimiento preformado e independiente del medio externo.
LOS CONSTRUCTIVISMOS, LA PSICOLOGÍA Y LA EDUCACIÓN
Varias de las posturas constructivistas que hoy es posible identificar están de acuerdo en lo general. De manera que es posible hablar de un conjunto de teorías o paradigmas constructivistas. Las diferencias comienzan a aparecer cuando se observan las explicaciones sobre: quién es el que construye, qué es lo que se construye y sobre cómo es que se construye. O cuando los autores ponen mayor énfasis en la dimensión de la interindividual o del sujeto, mientras que otros lo hacen en los aspectos interindividuales o del contexto sociocultural. Las diferencias surgen en torno a los tipos de representaciones construidas o los mecanismos que se emplean para dar cuenta de la llamada actividad constructiva. Otro motivo de diferencias es el papel y el modo en que se entiende la relación entre el sujeto y la realidad que se pretende construir (qué papel se le asigna al objeto de conocimiento y si es posible aceptar o no una postura epistemológica realista en sus concepciones).
Cada perspectiva constructivista tiene su lenguaje propio, sus propios conceptos y explicaciones, sus matices epistemológicos y ontológicos, su problemática principal (espacio de problemas) y su propio foco de análisis a donde se centra su trabajo.
Hoy, sin duda, podemos identificar varios constructivismos en psicología, y particularmente en psicología de la educación, con distintas implicaciones educativas y diferencias entre ellos. Estas se consideran más influyentes en la disciplina psicoeducativa en las últimas décadas.
EL CONSTRUCTIVISMO PSICOGENÉTICO PIAGETIANO
El primero de los constructivismos en aparecer históricamente en escena es el propuesto por Piaget y sus seguidores, denominado constructivismo psicogenético. La propuesta piagetiana pretende responder a la pregunta epistémica: ¿cómo se construye el conocimiento científico? Es decir; ¿Cómo se construyen las categorías básicas del pensamiento racional? El trabajo desde los años veinte del siglo pasado hasta su muerte pretendió desarrollar una explicación científica a esta gran problemática, lo que dio lugar a sus conocidas teorías “de los estadios” y del desequilibrio”. Ambas teorías constituyen una larga explicación sobre cómo el sujeto construye la realidad e intenta “matematizarla” progresivamente, al mismo tiempo que construye sus propios recursos intelectuales (esquemas y estructuras) por continuos procesos de desequilibración (como consecuencia de perturbaciones o conflictos cognitivos) y equilibración (al realizar operaciones compensatorias de diverso tipo.
Piaget estaba interesado en desarrollar una explicación del sujeto basada en conceptos biológicos y psicológicos sin descuidar la dimensión social, pero sin adjudicarle un importante papel causal en dicha explicación.
La propuesta piagetiana constructivista cuenta con una historia de continuos acercamientos a la
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