ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

La Memoria

eyanmanuel18 de Septiembre de 2012

2.788 Palabras (12 Páginas)418 Visitas

Página 1 de 12

INTRODUCCIÓN.

Cuando nos pide alguien que expongamos lo primero que recordamos de nuestras vidas... ¿Qué es lo primero que se nos viene a la mente? Algunos podrán recordar desde los primeros años de su vida, otros más sino hasta la entrada la primaria o preescolar.

¿Qué es lo que hace que todo esto sea posible? ¿Qué procesos mentales están involucrados? ¿Por qué será que con la edad es cada vez más difícil recordar algunos momentos? ¿Tendrá el genero algo que ver con nuestra capacidad de memorización? ¿Serán las características del evento o suceso un factor importante?

PROBLEMA PLANTEADO Y OBJETIVO.

Gracias a lo que hemos visto en clase

La presente práctica tiene como objetivo descubrir si el proceso de percepción del sabor afecta, altera, cambia o simplemente tiene relación con nuestro sentido del sabor, y si es que este llegase a cambiar… ¿Qué ocurre con diferentes sustancias de Ph más o menos ácidos que el nuestro?

Para una mejor comprensión de la práctica, empezaremos describiendo el sentido del sabor, sus características, los órganos que intervienen en el proceso y como es que pueden llegar a afectar la falta o deterioro de este sentido. ¿Existen personas que tengan este sentido más desarrollado que el promedio? ¿A qué se debe el mal gusto? ¿Cómo podemos aprovechar el sentido del gusto?

Después una investigación de los procesos químicos que se llevan a cabo dentro de nuestra boca y la faringe, y cuales tienen o no que ver con nuestro gusto.

Posteriormente el Ph… ¿Qué es? ¿Qué importancia tiene dentro de nuestro organismo? ¿Lo que comemos puede llegar a cambiar nuestro Ph salival? Y la respuesta a nuestra hipótesis. (Véase supra)

MARCO TEÓRICO.

¿COMO FUNCIONA LA MEMORIA?

Sobre el funcionamiento de la memoria se han establecido diferentes

hipótesis, sin embargo todas ellas y la práctica empírica muestra como

nuestra memoria no se encuentra alojada en un sitio único; más bien la

memoria sería el resultado del funcionamiento conjunto de múltiples

estructuras cerebrales.

Vamos a distinguir diferentes almacenes o diferentes tipos de memoria

que nos ayuden a asignar tipos de olvidos y estrategias de intervención.

Así el proceso a seguir, desde que un estímulo nuevo se presenta, hasta

que éste es memorizado y recuperado sería el siguiente:

receptoras de gusto, mientras que otras cumplen funciones de sostén de la estructura del botón. Las células receptoras responden sólo a uno de los cinco gustos primarios, pero en un mismo botón existen células receptoras para todos ellos, si bien no están representadas en la misma proporción.

Así, cada botón responde preferentemente a uno de los cinco sabores primarios. Los botones gustativos poseen pequeñísimos poros en su parte superior. A través de ellos, las sustancias que comemos (disueltas en la saliva) llegan a las células receptoras, éstas a su vez, están unidas a neuronas sensoriales que forman luego los nervios que van hacia el cerebro. A pesar de que cada botón gustativo es capaz de detectar todos los gustos, algunas áreas de la lengua reconocen ciertos sabores mejor que otras.

Por ejemplo, el gusto dulce se percibe más intensamente en la punta de la lengua, mientras que el amargo se detecta mejor en la parte de atrás.

A partir de estas diferencias, se ha construido un mapa de la lengua, en el que se ven las zonas asociadas a la percepción de los cinco gustos puros. --------------

Para darnos una idea de lo que sucede en el interior de la boca pusimos el siguiente ejemplo:

Imaginemos.. ¿qué sucede después de morder una rebanada de pizza? cuando la ponemos en la boca, (y luego de ser masticada unas cuantas veces) las distintas sustancias que la forman se disuelven en la saliva y llegan, atravesando los poros de los botones gustativos, a las células receptoras del gusto. Allí tocan las membranas de dichas células, excitándolas. Como la pizza incluye muchos sabores distintos, sus moléculas excitan diferentes células receptoras. Luego, estas células envían una señal a las neuronas sensoriales a las que están asociadas, y que forman los nervios que llevan la información hacia el cerebro.

Existen tres nervios craneales que llegan a la lengua y llevan la información gustativa al cerebro: el facial, el glosofaríngeo y el vago. El primero inerva los dos tercios anteriores de la lengua, mientras que los otros dos recogen información de la parte posterior. Esa información pasa por centros intermedios como el bulbo raquídeo y el tálamo, donde se integra con la que proviene de los otros sentidos (principalmente del tacto y del olfato) y que también forma parte de la sensación compleja que llamamos gusto. Finalmente, la información integrada llega a la corteza cerebral; en ese momento podemos decir que lo que estamos comiendo es una pizza. La información también se dirige al sistema límbico, relacionado entre otras cosas con las emociones. Así es que, a veces, los sabores pueden invocar recuerdos y sentimientos. Una vez que las señales se transmiten al cerebro, se activan distintas vías de salida que son importantes para la función digestiva. Por ejemplo, al probar el primer trozo de comida aumenta rápidamente la salivación. Es una de las señales de anuncio para que el aparato digestivo se prepare para procesar la comida que está ingresando en el cuerpo.

¡SUPERGUSTADORES!

Todos nacemos con la capacidad de percibir los cinco sabores primarios (y su combinación). Sin embargo, no todos percibimos los gustos de la misma forma. Las preferencias por distintos alimentos tienen un origen básicamente cultural, pero se ha descubierto que algunas diferencias en la capacidad de detectar ciertos sabores están genéticamente determinadas.

El sentido del gusto cambia a lo largo del crecimiento del individuo. Los bebés tienen botones gustativos no sólo en la lengua sino también en el paladar y en el interior de las mejillas. Estos botones van desapareciendo con la edad, y, así, la intensidad de la percepción cambia con los años. Un adulto promedio tiene alrededor de 10.000 botones gustativos. Cada uno contiene decenas de células receptoras que viven de una a dos semanas y son reemplazadas por nuevas. Los científicos han descubierto que ciertas personas pueden percibir sabores (en particular los amargos) mucho más intensamente que otras, y los han bautizado “supergustadores”. La diferencia reside en que estos individuos tienen un número mayor de papilas (y por lo tanto de botones) que otras personas. Un supergustador adulto tiene alrededor de 425 botones en cada centímetro cuadrado de la lengua, frente a los 185 de un individuo promedio. Ser un supergustador no es algo demasiado raro: ¡alrededor de un cuarto de la población es supergustador!

EL GUSTO Y EL ¿OLFALTO?

En el gusto de una comida influye la textura y la temperatura, y hasta el color y la apariencia. Para cualquier buen cocinero la presentación de un plato es tan importante como la preparación en sí. El principal de estos distintos factores que contribuyen a la sensación del gusto es el sentido del olfato. El aroma que la comida desprende pasa a través de la cavidad que existe entre la nariz y la boca (la nasofaringe) y llega a las células olfatorias. El sentido del olfato es mucho más sensible que el del gusto. Se cree que la mayor parte de lo que llamamos gusto, tiene que ver, en realidad, con el olfato. Por esta causa, los sabores parecen desvanecerse cuando estamos resfriados.

EL MAL GUSTO

La relación estrecha entre el gusto y el olfato hace que los problemas para este último también lo sean para el gusto. La completa incapacidad de percibir el gusto se denomina “ageusia”, y la reducida “hipogeusia”.

La pérdida completa del sentido del gusto es poco común, y puede deberse a causas diferentes. La disminución en la percepción del gusto es más corriente. La principal razón es la pérdida del olfato, que puede deberse a sinusitis, rinitis o infecciones en las vías respiratorias. El sentido del gusto también disminuye con el envejecimiento. Una de las razones es, probablemente, que las células receptoras de los botones no son reemplazadas tan rápidamente como se pierden. El tabaco y el alcohol, y también algunos antibióticos, alteran el sentido del gusto. Muchos fumadores y bebedores, y también muchas personas que realizan tratamientos prolongados con ciertas medicinas, se quejan de que con los años perciben menos el sabor de las cosas.

¿DE QUE SIRVE CONOCER EL SENTIDO DEL GUSTO?

Los

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (17 Kb)
Leer 11 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com