Memoria

Memoria

Hay cuatro categorías de fenómenos en el estudio del desarrollo de la memoria. La primera, procesos básicos, incluye en su mayor parte las operaciones y capacidades fundamentales del sistema de memoria. La segunda, conocimientos, se refiere a los efectos más o menos automáticos de lo que uno acaba de conocer lo que almacenará y recuperará. La tercera es una clase especial de actividades de almacenamiento y recuperación que se denomina estrategias de memoria. La cuarta categoría se denomina metamemoria y se refiere a los conocimientos y procesos cognitivos que tiene la persona sobre todo lo relativo a la memoria. La metamemoria es el metaconocimiento relativo a todo lo que tiene que ver con la memoria. La naturaleza y el curso del desarrollo de la memoria se resumen analizando sucesivamente estas cuatro categorías. (Flavell, 2000: 278,279).

Luego de un estudio cuidadoso los psicólogos han concluido que la mayor parte, si no es que toda la información en la memoria, puede clasificarse en tres categorías distintas.

La primera es la memoria semántica: la suma total del conocimiento general y abstracto que cada quien tiene del mundo. Nos permite representar y operar mentalmente con objetos o situaciones que no están presentes ante nuestros sentidos. (Baron, 1996:232).

El segundo tipo de información que retenemos implica sucesos específicos que hemos experimentado personalmente. Se le conoce como memoria episódica (o algunas veces como memoria autobiográfica) y se trata de los recuerdos que en cierto sentido nos permiten viajar en el tiempo. Contiene información relativa a esos y otros infinitos aspectos de su propia memoria. Cuando recuperamos la información de la memoria episódica, la experimentamos como el acto de recordar; en cierto sentido, experimentamos como algo más que nos pasó en el pasado. En contraste, cuando recuperamos información de la memoria semántica, nos damos cuenta de que conocemos esta información y de que podemos traerla a la mente.

El tercer tipo de memoria es conocida como memoria procedimental. Los recuerdos de los procedimientos son el resultado de los procesos básicos del aprendizaje. En contraste con las memorias semántica y episódica, es difícil describir con palabras esas memorias; en realidad, tratar de hacerlo y estar abiertamente alerta puede interferir con el buen desempeño. No obstante, esas memorias son extremadamente importantes, puesto que sin ellas seríamos incapaces de retener muchas habilidades después de que son aprendidas. (Baron, 1996:232).

La memoria sensorial es un sistema de memoria que retiene representaciones de las entradas sensoriales por breves periodos. La memoria sensorial visual retiene una imagen, parece perdurar menos de un segundo, justo el tiempo suficiente para determinar si merece mayor atención. La memoria procedimental es un sistema de memoria que retiene información que no podemos expresar verbalmente con facilidad (Baron, 1996:233).

MEMORIA A CORTO PLAZO

La memoria a corto plazo es un almacén temporal para cantidades pequeñas de información. Los recuerdos a corto plazo pueden almacenarse como imágenes, pero más a menudo se almacenan fonéticamente (como sonidos), sobre todo al recordar palabras y letras. La curva de posición serial indica que cuando la gente intenta recordar una lista de palabras no relacionadas, por lo general recuerda mejor las palabras localizadas al inicio y al final de la lista que las ubicadas a la mitad. Proporciona evidencia a favor de la existencia de dos sistemas distintos de memoria: la memoria a corto plazo y la de largo plazo (Baron, 1996:235).

Un hallazgo relacionado es que las listas de palabras cortas suelen recordarse mejor que las de palabras largas, fenómeno conocido como efecto de la longitud de la palabra. La evidencia reciente indica que esto se debe al hecho de que la representación en memoria de algunas palabras se deteriora durante el tiempo que se lleva pronunciar otras palabras en voz alta durante el recuerdo (Baron, 1996:235).

Evidencia adicional a favor de la distinción entre la memoria a corto y a largo plazo proviene de estudios que indican que la gente tiene más dificultad en el recuerdo inmediato de palabras o letras cuyos nombres suenan parecido, como P, D, V, C y T, que aquellas cuyos nombres suenan diferente como K, Y, Z, W y R. Este hallazgo sugiere que la información ingresa de manera inmediata a la memoria a corto plazo en términos de codificación acústica, de la forma en que suena. En contraste, cuando se le pide que recuerde las palabras por periodos prolongados, la gente tiene más dificultad para recordar palabras que suenan distinto pero que tienen un significado similar que aquellas que tienen un significado diferente pero que suenan parecido. Estos últimos hallazgos indican que la información puede entrar a la memoria a largo plazo principalmente en términos de su significado. Aunque otra evidencia sugiere que esta distinción no es tan clara como se creía, el hecho de que la información sea codificada de manera diferente cuando debe recordarse por periodos cortos que cuando se recuerda por periodos largos apoya la existencia de dos sistemas distintos de memoria (Baron, 1996:236).

Para que la información pase de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo, se requiere del reposo elaborativo. Dicho repaso supone que se piense en el significado de la nueva información y se intente relacionarla con la información que ya se tiene en la memoria (Baron, 1996:238).

Si no se invierte este esfuerzo cognoscitivo, la nueva información no entra en la memoria a largo plazo y puede olvidarse rápidamente. Si el repaso elaborativo es necesario para que la información entre a la memoria a largo plazo, entonces cualquier cosa que interfiera con ese repaso también debe interferir con la memoria a largo plazo (Baron, 1996:238).

MEMORIA A LARGO PLAZO

La información importante o significativa se transfiere a la memoria de largo plazo. Existe un modelo de los niveles de procesamiento presentado por Craik y Lockhart (1972) en el que sugieren que en lugar de dirigirse a la estructura de la memoria y lo diferentes sistemas que involucra, sería mucho más útil enfocarse en los procesos que contribuyen al recuerdo. Hicieron notar que la información puede ser procesada de varias maneras diferentes, yendo de un procesamiento superficial a un procesamiento profundo que requiere más esfuerzo y tiempo. El procesamiento superficial consiste en la simple repetición de una palabra o en hacer un juicio sensorial simple sobre ella. Un nivel de procesamiento más profundo implicaría comparaciones más complejas, prestar atención al significado. Mucha de la evidencia indica que entre más profundo sea

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